between photograps ☞ lrh [ Explicit! ]

♪ Six

5:30 de la tarde.

Peiné mi alargada cabellera con el cepillo que sostuve entre mis manos, escuchando el siseo de sus agujas acariciar pelo mientras que mis ojos centraron su objetivo en aquel amplio ventanal que constituía una barrera entre el interior y el balcón. El sol ya no refulgía con tal vigor como lo hizo horas atrás, al mediodía, más bien se escondía tras los árboles anunciando los indicios de otro día que alcanza sus últimas horas de luz, horas transcurridas que danzaban mediante la velocidad con las que parecían desplazarse las agujas de todo reloj.

Pestañeé de forma veloz, maldiciendo la parsimonia ejercida en mis actos perezosos, producto de una noche en la que a penas logré conciliar el sueño, fruto de mis nervios.

De forma inmediata, me despojé de mi camiseta para sustituirla por una camisa, aportándome así una imagen algo más adulta y sofisticada, pues era consciente de que, aunque mis prendas no destacasen por su sobriez, he de reflejar una imagen algo más sería de mí. Seguidamente, me perfumé y adorné mis labios con un toque de gloss antes de recoger todas mis pertenencias, teniendo en cuenta cargar con mi cámara de fotos, el elemento más imprescindible .

Abandoné mi habitación, por supuesto, no sin antes bloquear el cerrojo de la puerta mediante el efecto producido al retirar la tarjeta que contenía un microchip.

(...)

—¡Darcy!— Escuché a alguien exclamar mi nombre una vez que mi pies aterrizaron sobre el último peldaño de la escalera.

Giré mi cabeza, encontrándome repentinamente con Calum, quien ahora alzaba su mano para captar mi atención y además acompañaba el gesto con una sonrisa de oreja a oreja. No me atreví a pasar desapercibida de aquella forma en la que sus ojos café se entrecerraban como dos pequeñas válvulas que en breve recuperarían su posición inicial.

—Hey Calum.— Le devolví el saludo, aproximándome a su lugar y colocando un mechón de mi pelo tras mi oreja una vez que mis pies ahora alcanzaron su destino, manteniéndose estáticos una vez aquí.

—Veo que no soy el único que llega a tiempo...

—Y yo que pensaba que llegaría tarde.- Reconocí, encogiéndome de hombros en un gesto divertido.

—La Barbie estará ocupada.

¿La Barbie?

Lo cierto es que había dado con demasiadas personas el día de hoy; una numerosa cantidad de nuevos rostros que habían quedado asentados en mi memoria de forma espontánea, es más, me atrevía a decir que incluso de una forma torpe. Pero lo cierto es que no me había familiarizado a ese nombre u apodo, pues juraría que no me encontré cara a cara frente a esa persona.

—¡Oh!— Exclamó Calum. —No recordaba que solo conocías a Luke por su nombre.

Mi mirada perpleja se había transformado en una mueca divertida en el momento en el que el moreno me desveló los orígenes del peculiar apodo.

—Que conste que no lo inventé yo...- Declaró con cierta sinceridad, adheriéndole cierta comicidad a sus palabras a la par que alzaba las manos, simulando un gesto de inocencia.

—Mmm... ¿Quién lo hizo entonces...? —Inquirí, percibiendo como quebrantaba nuestro contacto visual para conducir la atención de su mirada a un suceso que acontecía a mis espaldas.

Y entonces, víctima de mi curisidad, di media vuelta sobre mí misma para hallar a dos jóvenes que se aproximaban a nosotros dando zancadas mediante esas alargadas piernas de las cuales ambos disponían.

El joven de la derecha vestía con cierta elegancia; camisa negra que combinaba con sus botines elaborados a base de terciopelo cuya apariencia demarcaba que se trataba de un modelo de gran prestigio y de, por lo tanto, elevado precio. Aún así, manteñía esa característica que definía al estilo en común de todos los miembros de la banda y es que todos escogieron combinar su conjunto mediante unos vaqueros negros ajustados que se ceñían a sus piernas. Alcé la mirada, distinguiendo los pequeños rizos castaños que adornaban la cúspide de su cabeza y aquella amplia mandíbula que componía su rostro, sobre dónde se localizaban sus también muy atractivos e hipnotizantes ojos miel.