Capítulo VIII: Ratas y renegados [Parte 2]

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Cr. de la imagen a quien corresponda

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Cuando volvió a entrar notó que nadie le prestó atención. No si JungKook no estaba a su lado. Localizar al menor fue bastante difícil, pero después de una búsqueda frenética, lo vio en el balcón con un pequeño grupo de personas, persistentes ellos. TaeHyung subió las escaleras, una vez más, respiró hondo varias veces para parecer tranquilo mientras caminaba por el balcón. JungKook lo vio y por un segundo su expresión se mostró sorprendida antes de volver a su sonrisa profesional.

—Si me disculpan... llamadas de negocios —dijo JungKook, alejándose de ellos para alcanzarlo.

—Lo hice —anunció TaeHyung acercándose a él—. Justo como lo pediste, JungKook. El acuerdo de negocios se ha hecho.

—...Sígueme —ordenó JungKook después de pensarlo un momento. Bajaron las escaleras y recorrieron la planta baja hasta los baños. TaeHyung lo siguió y entró con él al baño masculino. Luego fue arrastrado hasta estar dentro de un cubículo. Una vez dentro, JungKook puso el seguro.

—Habla —ordenó en voz baja—. Detalles... ahora.

—Ahn me dio dos nombres. Voy a buscar el primero y averiguar de quién está hablando. El segundo...

—¿Quién es el primero? —preguntó JungKook, concentrándose en la parte importante. TaeHyung le dio el nombre: Lee YooChun—. No lo conozco, averigua e infórmame. ¿El segundo?

—JungKook, siento que... primero debería investigar un poco. Sólo para estar seguro de que Ahn no me haya mentido. Pudo haber dado información falsa para encubrirse. No quiero reportar algo así.

—...Está bien —aceptó JungKook después de reflexionar un momento—. Cuéntame cómo fue con Ahn. Desearía haber estado allí, pero tuve que quedarme aquí. Dar un maldito discurso sobre niños con cáncer.

—Fue... —TaeHyung hizo una pausa y trató de ordenar sus pensamientos. JungKook le preguntó cómo lo había matado—. Le disparé. Le di en la cabeza después de la extracción. No pensé que sería así. Su cabeza eh... explotó un poco. —JungKook hizo un ruido similar a un ronroneo—. Hubo un desastre.

—Sabes que amo el desastre. ¿Fue mucho? ¿Y la extracción?

TaeHyung notó que JungKook lo estaba disfrutando. De una forma sádica.

—Quitar los ojos no fue difícil. Ellos... cuando ejercí presión, salieron fácilmente. —JungKook colocó su mano en la mejilla del mayor y murmuró sobre lo bonitos que eran sus ojos. Esperó que no fueran tan bonitos como para que deseara arrancárselos—. La lengua fue un poco más difícil. Resbaladiza.

¿Pudiste sentir su pulso?

—...Sí, pude sentirlo —respondió TaeHyung, finalmente descubriendo cuál había sido la sensación, por lo que continuó la explicación—: Como un latido, supongo. Realmente rápido y duro y...

—Carajo —maldijo JungKook sin aliento, tomándolo de la cintura y acercándolo. Sus caderas se golpearon con fuerza y el grito que escapó de los labios de TaeHyung fue silenciado por la boca del más joven que lo sujetaba. JungKook lo besó con brusquedad, demasiado —a decir verdad—. Podía probar el champán en su lengua mientras la forzaba a adentrarla en su boca, tomándolo por el culo con la misma intensidad. Intentó devolverle el beso, pero era difícil hacerlo. JungKook rompió el contacto para tomar aire y lo besó nuevamente, esta vez menos brusco. TaeHyung había logrado sincronizarse con su lengua, explorando con la suya la boca ajena, cuando volvió a alejarse el menor.

House of Cards - BTS [TRADUCCIÓN]Where stories live. Discover now