Fuego entre mis venas

Capítulo 14

Narra Margo:

Miércoles, 14 de abril.

6:00 a. m.

Margo: Barbie, responde mis mensajes, por favor.

Margo: Sé que estas molesta, pero cuando puedas te comunicas conmigo. Estoy preocupada por ti.

Pero en ningún momento hubo respuesta alguna.

Me levanto de mi cama para ir al cuarto de baño. Me toca ir a clases a las 7:00 a. m.

Me lavo los dientes sin dejar de pensar en Bárbara. No sé nada de ella. No le hablo desde el domingo que se fue de mi casa, y ayer no asistió a la escuela.

Me encuentro preocupada por ella. Sé que puede estar molesta conmigo, pero no me responde y ni siquiera le llegan mis mensajes al Whatsapp.

Termino de lavar mis dientes cuando mi teléfono celular suena. Me está llamando la mamá de Bárbara, Ana.

—¿Si? —Tomo el teléfono.

—¿Margo? — pregunta con desesperación.

—Sí, diga —respondo. Espero que no sea nada malo.

—¿Sabes algo de Barbie? —Y ahí está lo que temía—. No aparece desde ayer... ¡Estoy desesperada! —exclama, luego se queda muda y solloza.

No sé qué decir. Estoy preocupada, mucho más de lo que me encontraba antes.

—No sé nada. Pensé que estaba enferma y que por eso no fue a clases ayer —reconozco con voz queda.

—¡No, no, no! —chilla—, no puede ser que esté perdida. Si no sabes tú, quién sabrá, ¡nadie! —dice en medio del llanto.

—Debe de llamar a la policía, mientras que indago con nuestros amigos —sugiero—. Y nos vemos hoy en su casa.

Ahí, en ese momento impactante y lleno de incertidumbre, cae mi primera lágrima.

—Sí, mi niña, por favor —me suplica—. Gracias.

Cuelga la llamada.

Tenía la sensación de que algo estaba pasando. Mi cuerpo me indicaba que algo no andaba bien. Tuve las sospechas que Bárbara no andaba en un buen camino. Hay algo en mí que me lo hizo sentir.

Estoy llena de desesperación. Tengo tantas cosas en la cabeza que se me hace imposible controlar.

Tengo que ponerme en contacto con nuestros amigos allegados. Les escribo un mensaje general para enviárselos a todos.

Necesito saber con quién salía tanto Bárbara a escondidas. Nunca me gustó que haya sido tan misteriosa.

Margo: Buenos días, chicos. Espero que anden bien. Hace un momento me acaba de llamar la mamá de Bárbara para informarme que su hija no aparece desde ayer. Necesito que si llegan a saber algo de su paradero, por favor me lo puede comunicar. Es importante que todos estemos unidos para ayudar a Bárbara. Se lo agradecemos. Por cierto, pueden difundir la noticia para llegar a mayor alcance.

Se lo mando a todas las personas que tengo agregadas de contacto, tanto a amigos como a profesores y demás personas que puedan conocerla. Algunos no respondieron el mensaje, lo leyeron y lo ignoraron; mientras que otros aseguraron que iban a estar pendientes de informar, aunque nadie sabe nada sobre Bárbara.

∞

Sábado, 10 de marzo.

9:31 a. m.