Capítulo 081.

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El hecho de verlo allí no era lo que más me sorprendía, sino el saber que papá podría estar ocultándome algo. Y me confundía tanto que comenzaba a creer que era apropósito. Era mayor de edad, tenía mi propio auto, un permiso para conducir y una tolerancia que tenía un límite. ¿Por qué querría un chofer? Bueno, viéndolo de otro modo quizás Logan necesitaba aquel trabajo. Quizás necesitaba el dinero y yo sólo pensaba en mí.

Pero me molestaba demasiado que esto sucediera. Odiaba las sorpresas. Odiaba creer que mi vida daría un giro si una persona más se entrometía en ella. No era feliz así, pero tampoco de otra forma. Cada cosa que tenía, por más mínima que fuera, me bastaba. De igual manera quería dejar todo atrás y encontrar mi propia felicidad. Aquella que no dependiera de nadie ni de nada para permanecer vigente. Una felicidad que sólo yo pudiera disfrutar.

Alejarme. ¿Qué significaba? ¿Alejarme de Justin? ¿De papá? ¿De Marie? No, significaba alejarme de mis preocupaciones. De mis problemas. Si me alejaba de Justin probablemente caería en depresión, o quizás no, pero sería espantoso estar un día sin él. De papá jamás lograría alejarme, él estaba incluido en todos mis planes. Y Marie...¿Qué me quedaba de ella? La conocía hace un buen tiempo, pero no lo suficiente como para idealizarla en mi futuro. Ella se iría. Tenía su propia vida como todas las personas. Y se olvidaría de mí algún día, así como yo de todos.

Caí en cuenta de que esto no era más que una simple "Bienvenida". Y cuando Logan me abrazó no supe qué hacer; su mano se posó en mi cintura y quise quitarla de allí. Por más sumisa que sonara, sólo Justin podía tocarme. Y es que yo quería que sólo él me tocara. Clavé mis ojos en mi padre y él me sonrió de una forma encantadora, y le devolví el gesto luego de separarme del "viejo-nuevo" chofer.

—Bien Logan, supongo que ya conoces la casa. —Dijo papá, palmeando su hombro.

—Sí, tengo todo bajo control. —Respondió éste. —Si usted me deja quisiera limpiar la limusina.

— ¡Por supuesto! —Exclamó—Traeré lo necesario para que comiences. Esa máquina debe brillar. —Carcajeó y Logan lo imitó.

Vi a papá alejarse de nosotros y tomar su chaqueta, para luego colocársela. Miré de reojo a Logan y algo dentro de mí comenzó a nacer: el nerviosismo, claro. Él sonrió y colocó sus manos en sus bolsillos, relamiendo sus labios. Fue entonces cuando decidí hablar.

—Me alegra que hayas vuelto. —Dije.

—Extrañaba este lugar. —Contestó, clavando sus ojos en mí.

— ¿Por eso decidiste regresar?

—No. —Negó. —No del todo. Voy a la universidad y mi madre ya no puede enviarme dinero, así que llamé a tu padre y aceptó mi regreso sin problemas.

—Es una gran persona. —Añadí, sonriendo sin mostrar mis dientes.

—Lo es.

Papá volvió a la sala totalmente abrigado. Dejó unos cuantos artículos de limpieza y caminó hacia mí, plantándome un sonoro beso en la frente.

—Voy a la empresa. Si necesitas algo llámame.

—Está bien, papá.

Sin más se despidió de Logan y salió. En cuanto la puerta principal se cerró tragué en seco. Tenía un impulso por subir las escaleras corriendo, saltar a mi cama y cubrirme. Además estaba congelándome. Era época invernal, ¿Qué demonios estaba esperando? Comencé a caminar, pero su agarre en mi brazo hizo que me detuviera en seco. Observé con cautela su mano en mi brazo y volví a tragar en seco.

Invisible »Jb. |FinalizadaWhere stories live. Discover now