Capítulo 025.

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Justin tomó mi mano, mirándome mientras caminaba apresurado a quién sabe dónde. Dirigí mi vista hacia mi auto, el cual estaba dejando atrás. Mis pies comenzaron a ir más rápido a medida que Bieber aceleraba sus pasos.

— ¿A dónde vamos? —Pregunté sonriente, sin desconfiar de él por primera vez.

—Sólo sígueme. —Respondió restándole importancia a mi pregunta.

Alcé los hombros y seguí sus indicaciones. El bosque no era el mejor lugar para enseñarme a conducir, y era obvio que Justin me había traído aquí por una razón. ¿Cuál?

Las hojas de los árboles caían lentamente sobre nosotros, informándonos que el otoño aún no quería irse. Y era mi estación del año favorita. Podía llover, y luego el sol radiar en el cielo como si jamás hubieran estado las nubes grises allí. Y por supuesto, los arcoíris se hacían presentes. Eso mismo estaba viendo en el cielo ahora.

—Mira ese lago, ¿Lo reconoces? —Preguntó Justin, sacándome de mis pensamientos.

Negué con la cabeza. —Jamás he estado aquí, Justin.

—Eso no es cierto. —Fruncí el ceño y lo miré, mientras una sonrisa se formaba en su rostro.

Con su dedo señaló hacia nuestra derecha, miré y quedé completamente perpleja. Allí estaba la casa de papá...y... ¿Todo el tiempo habíamos estado en el mismo lugar? Es decir, ¡Había creído que estaba enseñándome a conducir a kilómetros de mi hogar! Y por supuesto que había estado en ese lago, pero hace más tiempo del que debería.

Sacudí mi cabeza al notar que Justin ya no estaba a mi lado, miré hacia una sola dirección: el agua. Corrí hacia él rápidamente, mientras veía como se quitaba su camisa. Y aunque quisiera, no podía sacarle los ojos de encima.

— ¿Quieres bañarte, Hall? —Preguntó, quitándose esta vez su pantalón y sus "supras".

Negué con la cabeza cubriendo mis ojos, oí una risa de su parte. ¡Había visto su bóxer! ¡Y sus músculos perfectamente marcados! ¿Acaso era un dios griego y no me había dado cuenta? Tenía tatuajes por doquier, desde su espalda hasta sus piernas. Y desde su cuello hasta su abdomen. No me resistiría mucho tiempo.

— ¡Ven, Hall! ¡Es el jodido paraíso! —Gritó mientras nadaba de un lado a otro.

No lo pensé dos veces y me quité mi chaqueta, luego mis zapatos. Tomé las puntas de mi pantalón y las doblé hacia arriba. Lentamente caminé hacia la orilla del lago, el agua estaba casi tibia y era sorprendente. En esta época del año, el agua solía ser más fría de lo normal.

"Allí voy" Susurré para mí misma, y me sumergí debajo del agua. Pero de repente un recuerdo espantoso vino a mi mente, y salí desesperada a la superficie. Ese recuerdo aún estaba en mi cabeza...cuando Alice me había golpeado con la pelota en la clase de waterpolo, y esa sensación horrible de ahogamiento que había sentido aún permanecía en mí. Era increíble pensar que amaba el agua y sin embargo algo me lo impedía; un maldito trauma.

Sentí la mano de Justin en mi hombro, lo miré sin ninguna expresión en mi rostro y sin más...lo abracé. Al principio él ni siquiera me correspondió, es más, ni siquiera estaba sorprendido; luego pasó su brazo por mi cintura y me sostuvo como si fuera de porcelana.

— ¿Qué te sucede? —Preguntó atento, tomando mi rostro entre sus manos al separarnos.

Solté un suspiro, tomando sus manos y quitándolas de mi rostro. —Nada, sólo quiero salir.

—Como sea —Dio media vuelta, dando un cambio brusco a su actitud. Fruncí el ceño maldiciendo en mi interior.

No había nadie más bipolar que Justin.

— ¿Puedes llevarme de regreso a mi auto, al menos? —Pregunté, cruzándome de brazos.

Bieber no respondió, sólo salió del gran lago y miré hacia otro lado, evitando volver a verlo semidesnudo. Miré de reojo cómo abrochaba sus jeans y luego se ponía su camiseta blanca, en la cual comenzaban a marcarse sus definidos abdominales. Comencé a caminar sintiéndome incómoda por estar empapada y congelada. Justin me alcanzó rápidamente mientras despeinaba su cabello con su mano izquierda; él era zurdo y acababa de enterarme.

—Me confundes...—Dije bajito, pero no lo suficiente. Me miró frunciendo el ceño.

— ¿Cómo? —Preguntó, alcé los hombros.

—Admítelo, Justin. Primero me besas, luego te enojas, luego me dices que quieres enseñarme "cosas" —Hice comillas con mis dedos—Y luego vuelves a enojarte. ¿Qué sucede contigo, entonces? ¿Por qué actúas así?

—No me conoces. —Respondió volviendo su vista hacia adelante.

—Quiero hacerlo...

—No, Hall.

— ¿Por qué no? —Insistí, tomando su mano.

Frenó en seco y me tomó por los brazos, acercándome a él con fuerza.

—Porque no quiero que me conozcas, no quiero que sepas quién soy realmente, ¿entiendes?


++++

Hasta aquí *-* 

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Gracias por leerme <3.

Invisible »Jb. |FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora