Capítulo 041.

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Abrí los ojos de par en par al sentir unas manos en mi cintura, rodeándome. Cuando vi a Justin me tranquilicé a mí misma y rogué no haberlo despertado. Su cabello estaba alborotado y su boca estaba semi-abierta, incluso estaba deseando subirme sobre él y besarlo.

Eso no pasaría.

Sonreí para mis adentros al notar que habíamos dormido juntos, abrazados...casi como una pareja. Y por más que no lo fuéramos, se sentía tan así que no podía imaginar alejarme de su lado ni por un momento. Pero había un problema y tenía que ver conmigo y mi padre; ¿Qué era capaz de hacer él por mantenerme lejos de Justin? ¿Qué podía cruzársele por la cabeza?

Tenía varias dudas, y la primera era el paradero de mamá. Ella me había dicho que estaba en rehabilitación, que se curaría y volvería por mí, que todo sería diferente. Pero según papá, ella estaba robándole el dinero que tenía en Francia y además jamás había ido a un centro de rehabilitación. Demonios, ¿Acaso mi vida era un problema sin solución? ¿Qué haría ahora? ¿Escapar de todos y arrojarme de un quinto piso?

Mi segunda duda tenía que ver con Claire y por supuesto con Justin. Si ella era la madre de él, ¿Por qué simplemente no lo buscaba y decía la verdad? ¿Qué hubiese pasado entonces si le decía que Justin era quien me golpeaba antes y me había enamorado ahora? ¿Qué me detuvo a decir su nombre? Estaba segura de que nadie tenía un destino escrito, que cada uno escribía el suyo a medida que iba viviendo a cada momento. Pero al parecer nuevamente estaba equivocada.

Y por último, la duda existencial que me estaba volviendo loca: ¿Qué sentía realmente Justin por mí? ¿Era real su "amor"? ¿Y si sólo estaba jugando conmigo? Su forma de ser era tan misteriosa que no sólo me hacía dudar, también me enamoraba. Sólo él tenía ese poder...el poder de hacer que me enamorara cada vez más mientras intentaba averiguar qué escondía detrás de esa imagen de chico malo.

—Buenos días. —Susurró en mi oído. Me estremecí.

—Buenos días, Justin. ¿Acabas de despertarte? —Pregunté curiosa, sonriéndole.

—Te he estado observando hace unos cinco minutos. —Hizo una pausa mientras yo me ruborizaba. —Y todo ese tiempo has estado en tu burbuja. —Carcajeó.

—Lo siento. —Respondí con gracia, estaba segura de que parecía un tomate.

Justin se levantó de la cama y admiré sus abdominales, joder, era un dios griego. Tomó una camisa de su armario y volteó a verme con una sonrisa.

—De todas formas te ves preciosa cuando estás distraída, Hall.

Y sin más salió de la habitación. Dibujé una sonrisa resplandeciente en mi rostro y decidí levantarme. Saqué ropa del pequeño bolso que había preparado y me cambié. Para mi suerte, me había bañado justo antes de huir de casa. Pero la realidad era que me aterraba desnudarme en una casa ajena. Por más que Justin estuviese en ella.

"Por algo eres virgen, _____" Pensé.

Quince minutos bastaron para que me terminara de peinar y arreglarme. Bajé las escaleras y caminé hacia la sala, donde Justin estaba tecleando su celular. Me senté a su lado y entonces me miró.

—Si no te importa, saldré un momento. —Dije nerviosa, era como si estuviera hablando con mi padre.

— ¿Caminarás? —Preguntó, asentí. —Hace mucho frío, Hall. ¿Quieres que te lleve?

— ¡No! —Exclamé, pero me arrepentí en ese momento. —Es decir...no, iré caminando no te preocupes.

—Bien, cuando regreses entra por la puerta trasera, la dejaré abierta. —Dijo sin cautela. Fruncí levemente el ceño.

— ¿Saldrás? —Pregunté, "¿Por qué demonios debes saberlo, Hall?" Pensé inquieta.

—Tengo un par de cosas que hacer, eso es todo. —Respondió.

Sólo me limité a asentir.

+++

Las calles estaban tan vacías que me era imposible no sorprenderme. Me aferré a mí misma, prácticamente abrazándome. Solté un suspiro y noté el típico humito salir de mi boca por el frío que hacía. Subí los tres escalones que me separaban de la puerta principal de aquella hermosa y acogedora casa y toqué el timbre, impaciente. Oí unos pasos apresurados caminar hacia la puerta y luego esta se abrió, dejándome ver, tras mucho tiempo, el rostro de Claire.

Lo primero que hice fue abrazarla con fuerza al ver que sus ojos se llenaban de lágrimas. Sonreí para mis adentros al sentir sus brazos maternales envolverme como si fuera una pequeña oveja. La había echado de menos.

—Claire —Susurré, separándome de ella con una sonrisa entre lágrimas.

—Cariño, me has tenido preocupada todo este tiempo. —Respondió, haciéndose a un lado para que yo pasara.

Caminamos hacia la sala y ambas nos sentamos en el sofá al unísono.

—He tenido varios problemas en casa, ya sabes...—Expliqué sin cautela, mientras Claire sonreía.

Tenía la certeza de que ella me conocía incluso antes de que yo la viera por primera vez. La idea de pensar que Claire era la mamá de Justin y no lo veía hace años me atormentaba. Justin necesitaba de su mamá, necesitaba encontrarla y la única que sabía dónde estaba era yo. Pero mi corazón y mi mente se habían puesto de acuerdo por primera vez y hacían que me callara, por miedo a todo lo que sucedería si llegara a contar mi secreto.

—Cuéntame que ha sucedido—Su tono de preocupación hizo que mi corazón de un vuelco.

—Mi madre se ha ido a rehabilitación, o eso creo —Hice una pausa. —He ido a vivir con mi padre por el simple hecho de que no tengo ningún familiar aquí más que él y bueno, mi madre. Pero...

Me callé. No estaba preparada para decirle a una persona tan positiva y llena de alegría que había huido de casa.

—¿Pero...? —Alargó, alzando una de sus finas cejas.

—Pero...no quiero estar a su lado.

Por una parte era cierto, no quería vivir al lado de papá. Marie había dicho que él no me quería, que me enviaría a un colegio de monjas que quizás estaba en India o algún país del que nadie había oído. Saber eso me destrozaba totalmente, me dejaba confundida y aturdida a la vez. ¿Es que acaso era tan miserable?

— ¿Haz huido, verdad? —Abrí mis ojos como platos y sólo me quedó asentir con tristeza.

—No entiendo cómo le haces para saber todo, Claire. —Exclamé, sacándole una sonrisa.

—Me he dado cuenta, cariño. Cuando tenía tu edad hui de mi casa también, con la diferencia de que yo estaba embarazada.

Y de repente sentí como si me clavaran una espada en el medio del corazón. Poco a poco iba reuniendo las piezas del rompecabezas, era un problema entre Claire y Justin, ¡Pero ninguno de los dos sabía del otro! Y yo era la única entrometida tratando de ocultar a la perfección todo lo que sabía.

— ¿Tienes un hijo? —Me atreví a preguntar, sabiendo perfectamente la respuesta.

—Sí, pero...—Su voz se quebró y la abracé fuerte, como si comprendiera aquel dolor de perder un hijo o que alguien te lo arrebate. —Su padre, en ese entonces mi esposo, se lo llevó lejos de mí cuando cumplió sus seis años. Nunca más he sabido de mi hijo desde entonces.

Tomé su mano, consolándola. Parecía no estar conectada con el mundo, estaba en una burbuja flotante como siempre había estado; Claire era la madre de Justin, y Jeremy se lo había robado cuando él era pequeño. Y por alguna estúpida razón, veía a mi madre responsable de ello.

Una cosa estaba clara; no pararía hasta averiguar qué demonios había sucedido y por qué.


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Rom.

Invisible »Jb. |FinalizadaWhere stories live. Discover now