Capítulo 047.

2.1K 112 3
                                    

Abrí mis ojos de par en par, encontrándome con el perfil de Justin. Fruncí el ceño, entonces no había sido un sueño...realmente había huido con él. Parpadeé varias veces y me acomodé en el asiento del auto, para no tener que lamentar calambres luego.

Ninguna palabra salió de mi boca, no sabía qué decir. Había sido todo tan rápido que no lograba comprender si estaba bien o mal. Y comenzaba a preocuparme por Marie, por mi padre, por mi madre y hasta por mí misma.

¿Y si todo quedaba atrás? ¿Y si Justin realmente quería huir para siempre?

Todo se iría por la borda, y en ello también el secreto que tanto estaba ocultando. Debía decírselo a Justin, debía ser fuerte por una vez en mi vida y enfrentar lo que estaba sucediendo. Si no lo hacía, caería yo también. Y lo último que quería era que el secreto se fuera conmigo.

—Hall... ¡Hall! —Oí de repente, mientras Justin me sacudía levemente del brazo.

—Lo siento, ¿Qué decías? —Pregunté confundida, sonriéndole.

—Que ya llegamos. —Carcajeó.

Observé la cabaña a la que hacía un tiempo él me había traído. Al parecer no iríamos lejos, o eso quería creer. No sabía cuán capaz de huir era él, y eso me tenía aún más preocupada.

—Sólo estaremos aquí esta noche, mañana nos iremos. —Explicó, abriendo la puerta.

— ¿A dónde?

Soltó un suspiro algo profundo, observándome.

—Es una sorpresa.

Dibujé una sonrisa sin mostrar mis dientes, para luego bajar mi vista hacia el suelo de madera. Sentí sus dedos acariciar mi mejilla suavemente mientras subía mi mirada hasta sus ojos, al mismo tiempo que me regalaba una sonrisa casi igual a la mía. Estaba segura de que estaba sonrojada, pero eso era lo que menos importaba en ese momento.

—Odio las sorpresas. —Susurré con gracia.

—Lo sé.

Su voz tan dulce y angelical a la vez me hacía sentir mariposas en el estómago, así como todo de él. Sin cautela tomó mi rostro entre sus manos y juntó sus labios con los míos. Jamás me había besado tan apasionadamente, ni siquiera en la cita. Era como si quisiera que jamás me fuera de su lado, y estaba lográndolo.

Al separarse de mí, siguió con su tarea de acomodar mi pequeño bolso sobre la mesa, como si nada hubiera pasado. Era lo que más admiraba de él; podía hacer que una situación incómoda o casi irreal se volviera algo simple y fácil de aceptar.

Su realidad ya no lo asustaba.

++++

Observé la puesta del sol, maravillada por tal imagen. Dejé el libro que sostenía entre mis manos en el césped y me recosté en él, jugueteando con mis pies. El agua del pequeño lago era tibia y cristalina, tanto que podía observar la arena y las piedras.

— ¿Qué piensas que pasará a partir de ahora? —Escuché a mi lado, volteando a ver a Justin.

—No lo sé. —Respondí, volviendo a mirar el cielo.

Él tomó mi mano y entrelazó nuestros dedos.

—Creí que estarías asustada, y que yo debía obligarte a venir. —Exclamó.

— ¿Ibas a obligarme a venir? —Pregunté, levantándome exageradamente.

—Sí. —Hizo una pausa. —No iba a dejarte ir, Hall.

Asentí sin mirarlo y volví a mi postura en el césped, mientras él también se recostaba a mi lado. Apoyé mi cabeza en su pecho, acurrucándome. Justin pasó su brazo por mis hombros y me abrazó. Era algo que no quería ni debía olvidar, sus abrazos eran todo lo que estaba bien en mi vida.

Por más que hace un tiempo estaba aún más confundida que ahora, quizás era el momento de dejar de lado el pasado. Era tiempo de olvidar que Justin me odiaba, se burlaba de mí o me gritaba. Era tiempo de olvidar la locura de mi madre, la protección enfermiza de mi padre y por sobre todas las cosas...era tiempo de comenzar a ser feliz.

—Ven. —Dijo, tendiéndome su mano.

— ¿A dónde vamos? —Pregunté una vez que ya estaba parada a su lado.

Sin soltar mi mano, comenzó a caminar. No respondió, sino que sus pies comenzaron a ir más rápido y cuando pude darme cuenta estábamos corriendo. Era como si huyéramos de algo que ninguno de los dos sabía qué era.
De un momento a otro, Justin frenó con brusquedad y mi cuerpo se impulsó hacia adelante. Tiró de mi brazo, apegándome a él. Estaba a sólo centímetros de sus labios, como si nunca lo había estado.

— ¿Qué fue eso? ¿Estás loco?—Exclamé con mi voz entre cortada, carecía de aire.

—Exacto, estoy loco. —Carcajeó, tomándome en brazos.

—Bájame, Justin. —Grité y no pude evitar que una risita se escapara de mi boca.

— ¿O si no qué?

Hacía tiempo que no lo oía desafiarme, antes hubiese huido cobardemente. Ahora seguiría su juego.

—O te golpearé.

Sus ojos se clavaron en los míos y lentamente mis pies lograron tocar el suelo. Había sido más fácil de lo que imaginaba.

—Sonaste como yo. —Sonrió, haciendo que lo mirase confundida.

— ¿A qué te refieres? —Pregunté.

Comenzó a caminar, dándome la espalda.

—Sólo puedo amenazar con golpes. —Explicó, girando su vista nuevamente hacia mí.

Reí negando con la cabeza y corrí a su lado, observando el precioso lago que poco antes había admirado con tanta satisfacción. No sólo mi alegría crecía a cada instante, sino que también las mariposas en mi estómago revoloteaban sin cautela.

—Y tú, ¿Qué piensas que pasará a partir de ahora? —Interrogué.

Él me miró de reojo y sonrió, mostrando sus blancos dientes.

—A partir de ahora no dejaré pasar mucho tiempo sin besarte.


++++

Haaasta aquí <3

PD: tengo que admitir que este capítulo es uno de los más dulces que escribí en mi vida, tengan consideración y déjenme un voto. Damn. ¡LAS QUIERO!

Rom.

Invisible »Jb. |FinalizadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora