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El camino hacia el salón de Seokjin había sido un poco silencio, Jimin sujetaba con más fuerza el gorro hacia abajo cómo si aquel chico pudiera aparecer en cualquier momento y quitárselo.

—Caeras si sigues así Minie.

—Estoy bien.

—¿Te dijo algo ese chico? —El rubio negó levemente, guiándose según los pies de Taehyung. —¿Te hizo algo entonces?

—Nada.

—Si tú lo dices, pero si te hizo algo lo iré a poner en su lugar.

—No me hizo nada, tranquilo y mejor sigamos a Jin, nos perderemos si nos separamos de él.

Taehyung volteó a ver hacia adelante cayendo en la realidad que el mayor se había adelantado bastante sin percatarse que ellos habían decidido quedarse a mitad del pasillo.

¡Espera Jin! Vamos Jimin. —Tiró de su mano, comenzando a correr para llegar al mayor.

Lo último que querían era perderse en semejante ola de gente y tener que volver a casa por no encontrar al mayor, Seokjin se giró al escuchar su nombre sorprendiéndose por no prestar atención que se habían quedado atrás.

Chicos, no se separen.

—Lo sentimos, nos distrajimos un momento.

—Tengan cuidado, iré a cambiarme la camisa así que pueden esperar en mi salón.

—¿Podemos?

—Claro, le diré a Sanha que los vigile.

Los dos menores asintieron caminando detrás del mayor, siendo guiados hasta uno de los salones dónde muchas chicas estaban afuera gritando y tratando de entrar a la fuerza, Jimin se tensó de sólo pensar en tener que enfrentarse con todas esas chicas.

¡Amigo, por fin llegas!

Un chico salió entre aquellas chicas, lanzándose hacía el pelinegro para abrazarlo de la pierna mientras lloraba sobre está. Taehyung parpadeo confundido pero un poco molesto por el atrevimiento.

Sanha.

—¡Esas niñas son monstruos! No paraban de preguntarme una y otra vez por ti.

—Lo siento, estaba con unos amigos y...

—¡Qué le pasó a tu camisa! ¡Ésto es un desastre!

De un salto se puso de pie, sujetando el sombrero que llevaba puesto. Sanha era de la misma estatura de Seokjin por lo que no tenía problemas en poder ver perfectamente el rostro del pelinegro.

Un accidente.

—¡No estamos para accidentes, ahora corre a cambiarte antes que esas niñas me maten y me cuelguen en el campanero de la escuela!

Seokjin hizo una mueca de inconformidad cuándo se vio ser empujado en aquella multitud, había estado queriendo huir de eso al estar con Taehyung y Jimin pero parecía que iba a ser algo imposible. Las chicas voltearon a verlo, dando gritos emocionadas para comenzar a rodearlo, empujando sin cuidado a los invitados de dicho pelinegro.

Nuestro Destino Rojo [JinTae] #Wattys2019Where stories live. Discover now