Opuestos Dispuestos. (Clexa)

6.

-¿Letsi? ¿Estás aquí?- Escuchó la castaña que la llamaban.

Se limpió las lagrimas que caían de sus ojos y suspiró, intentando mejorar su apariencia para que la pequeña no se preocupara por ella.

-Aquí estoy, pequeña diablilla, ¿Qué sucede?- Preguntó asomándose al interior de su habitación.

-Mami, papi, y mis tíos quedaron preocupados por ti, me dijeron que te dejar tranquila por un rato, pero no quiero que estés sola, uno no debe estar solo cuando está triste, o eso me dijo mi maestra cuando Ethan estaba triste por sus padres en el patio de la escuela.

-¿Enserio? ¿Y que hiciste?-

-Lo abracé y le di de mi merienda.- Dijo como si nada sentándose en la cama de la mayor.

-Oh... no hay nada entre ese tal Ethan y tú, ¿cierto?-Preguntó celosa Lexa mientras se sentaba frente a ella.

-No, papi dice que estoy muy pequeña para una relación, y tampoco me interesan, los chicos son muy apestosos, pero tengo una amiga con la que me llevo muy bien, hacemos todo juntas, y huele muy bien.- Dijo emocionada sentándose entre las piernas de la mayor y apoyando su pequeña espalda en el pecho de esta.

-Que bien, ¿Cómo se llama ella?- Preguntó Lexa comenzando a jugar con el cabello de la menor.

-Bueno, ella se llama...

Un fuerte sonido y uno que otro grito proveniente del primer piso de la casa interrumpió a la pequeña Raven.

-Shh...- Ordenó Lexa.

La pequeña saltó al cuello de su "prima" y está enseguida la tomó en sus brazos.

-Okey, Raven, escucha, ¿quieres que juguemos a las escondidas?- le preguntó mirando lo más normal posible a la pequeña, la cual asintió.- Bien, yo contaré, recuerda que no puedes salir de tu escondite hasta que yo te encuentre, también recuerda que no puedes hacer ni el más mínimo ruido y tienes que esconderte lo mejor posible, quieres ganarme, ¿no?- La pequeña volvió a asentir, esta vez con su pequeño pulgar en su boca.- Bien, ten esto, esconde al señor conejo contigo.- Le dijo pasandole el peluche de conejo que le había regalado su madre cuando tenia cuatro años.- 1...2...3...4...- Comenzó a contar con los ojos semi cerrados para ver cuando se escondiera Raven y en donde.

Una vez que vio que la pequeña se había escondido en un lugar para nada fácil de encontrar, se detuvo y comenzó con la búsqueda. Bajó a la segunda planta de  la casa y muy sigilosamente comenzó a buscar la fuente de esos ruidos. Entró a la habitación de su hermano y la encontró vacía, pero antes de salir, tomó la ligera espada de colección que tenia este y la empuñó bien, pues sabia que si no hubiera sido nada grave, ya le habrían avisado. Buscó en la habitación de sus tíos y sólo encontró a un Marcus tan asustado como ella.

-¿Y los demás?- Preguntó Lexa.

-Estan abajo, subí a buscar mi cámara para los recuerdos del cumpleaños y escuché los gritos.- Informó.

-Bien, Raven está escondida en mi habitación.- Le dijo mirando por la ventana a ver si veía algo para guiarse.- Sigueme, algo grave debe estar pasando.

-Espera, necesito mi pistola.- Dijo bajito mientras levantaba el colchón de su cama y sacaba una pequeña pistola.

Una vez ya listos, ambos bajaron en total silencio con la guardia arriba.
Terminaron de bajar la escalera y Lexa sintió una voz muy grave, miró a Marcus en busca de alguna respuesta, pero sólo pudo ver el rostro pálido de su tío sin ninguna respuesta. Volvió a mirar para al frente y siguieron con la sigilosa marcha. Llegaron al comedor y sintieron las voz más cerca aún, era obvio que estaban en la cocina, pues ya no quedaban salas por revisar en la casa y, cuando Lexa había mirado para afuera, no había nadie en el patio trasero. La castaña tomó la espada con fuerza y comenzó con sus pasos ligeros y sigilosos hacia la cocina. Cuando llegó, vió la peor imagen de su vida. Clarke, Bellamy, Jake y Abby estaban completamente atados y amordazados, el pequeño Jasper estaba inconsciente en el suelo, pero para alivio de Lexa, no había ninguna mancha de sangre sobre o debajo del pequeño, mientras que Indra estaba toda golpeada en el suelo y atada, con la vista fija en su hija, la cual estaba inconsciente en los brazos de uno de los tres hombres encapuchados. El segundo de esos hombres sostenia una pistola, la cual apuntaba directamente a la cabeza de Jake, y el otro sujetaba un cuchillo ligeramente apoyado en el cuello de Indra.