Oportunidad al Amor [Kakashi Hatake] [Obito Uchiha]

22-Shock

—Kakashi, estoy embarazada...

Los ojos del Hatake se abrieron de par en par y las palabras no salían. Estaba completamente en shock, mirando a la nada. ¿Un hijo? ¿Carla iba a tener un hijo suyo? ¿Iban a tener un bebé? ¿Pero cómo lo iba a cuidar estando en el puesto de Hokage? Ni siquiera había pensado en aquella posibilidad cuando hizo el amor con ella.

—¿...shi? ¿Kakashi?—oyó que lo llamaban—. ¿Estás bien? Yo... entiendo que no quieras, si es así... me iré y-

—¡No! Quiero decir... ¡No te vayas a ir! Te quiero...—se sorprendió a sí mismo diciendo aquellas palabras, pero pronto se dio cuenta de que era totalmente cierto y no podía evitarlo—. Te quiero demasiado, no podía dejar de pensar en ti todos estos días y... y... la noticia que me has dado—suspiró antes de sonreír—, es la mejor noticia que me han dado nunca. Y mucho más viniendo de la persona que quiero.

Carla abrió los ojos de par en par, sorprendida por lo dicho por el Hatake y a la vez sonrojada hasta las orejas. Una sonrisa cruzó su rostro hasta notó que las lágrimas recorrían sus mejillas. Kakashi las secó con delicadeza y unió sus labios a los de ella en un corto beso. Carla se sintió la más feliz de todos los mundos habidos y por haber.

El hombre que amaba la correspondía y aceptaba aquella pequeña criatura que ahora crecía en su vientre. No podía esperar a tenerlo en sus brazos, cuidándolo con Kakashi. Pero también entendía que él estaba ocupado con su cargo de Hokage, por lo que pensó que ese tema lo hablarían más adelante. Ahora sólo quería disfrutar con él.

—¿Qué tal si me quedo aquí contigo ayudándote y luego nos vamos con los demás a Ichiraku? Seguro que te vendrá bien un descanso.

—Tienes mucha razón. La necesito... Y también necesito celebrar que vamos a ser padres.

Carla asintió con una sonrisa y ambos se abrazaron con fuerza, esperando no separarse nunca. Pero los papeles había que firmarlos y Kakashi era el único que podía hacerlo.

*****

En otra parte de Konoha...

—¡Pero Laura! ¡Yo quería ver si Bakakashi se desmayaba por la noticia!—se quejó Obito.

—Ya nos lo contará Carla. Es algo que tienen que hablar entre ellos y hay que dejarles su privacidad.

—Pero Carla nos fastidió nuestro momento romántico cuando tú me la diste a mí.

Laura recordó aquel momento. Ella estaba posiblemente igual de insegura que Carla. No sabía si Obito estaría feliz con aquel bebé, y Carla tampoco sabía si Kakashi lo estaría con el suyo. Pero ahora Obito era un padre ejemplar y quería mucho a su hija. Siempre la llevaba en brazos cuando podía y la pequeña Aiko también prefería estar más tiempo con su padre. La ahora Uchiha sonrió. Cómo se notaba que eran padre e hija.

Marta caminaba en silencio a su lado, observando a los aldeanos y sus quehaceres. Estaba buscando algún lugar donde poder trabajar como civil. No le llamaba la atención nada que tuviera que ver con los ninjas y si podía ganarse la vida vendiendo comida o ropa estaba más que orgullosa. Mientras que Aiko mordía sus puños mirando a todos lados en los brazos de su padre.

Una voz llamando a Laura los alertó. Al girar todos, vieron a Naruto, a Hinata y a Sakura que caminaban hacia ellos. Estaban sorprendidos y a la vez alegres de verlos.

—¡Laura-san! ¡Marta-san! ¡Obito-san! ¿No habíais vuelto a vuestro mundo?—preguntó Sakura.

—Sí, así es. Pero hemos vuelto. Y esta vez para quedarnos—respondió Laura con una sonrisa—. Me alegra veros de nuevo a los tres.