Jungkook es un conejo bastante protector y amoroso, tal vez demasiado. Sobre todo cuando se hace cargo de cuidar de unos pequeños gatitos y se encariña del gatito de manchitas llamado Hobi y bueno, aquello le será un problema ya que ese gato tiene u...
—Y es así como los humanos se volvieron nuestros esclavos–dijo Hoseok con el pecho hinchado y contemplando a sus tres pelusitas de ahora cuatro meses.
—¡OHHHH!—dijeron los pequeños muy felices.
—Y entonces ¿Cómo es qué seducir a un esclavo humano?
—¡haciendo tus ojitos así!–habló el gatito mirando a su papi y agrandó sus pupilas hasta batir pestañas.
—Así es ¿Y si no hace caso el esclavo?
—Entonces haces ojitos tristes—dijo el pequeño gatito maullando y bajando sus orejitas.
—¡ESO PEQUEÑA PELUSA!—maulló un feliz Hoseok. Luego contempló a sus gazapitos.
—Y ustedes pequeños, solo deben ser tiernos y ya.
—Sí papi—dijeron aquellos dos conejitos afirmando.
—Bien, ya pueden ir a jugar—dijo mirando a lo lejos a Jungkook que se encontraba en una esquina del cuarto acicalándose—su papá y yo tenemos cosas que hablar.
—¡Oki doki papi!–dijeron los tres chiquillos.
Los chiquitines se bajaron de la cama y salieron del cuarto, buscando con que divertirse. Muy alegres bajaron las escaleras para encontrarse abajo a sus tios y abuelo. Yoongi enarcó una ceja, deteniendo a los pequeños.
—¿A dónde creen que van, mocosos?—preguntó Yoongi con su voz de mando.
—¡A jugar!—habló bomboncita.
—No, hoy les tocará clases con el abuelo Min.
Los ojos de los chiquitines brillaron ante aquello y afirmaron muy sonrientes.Yoongi por igual.
—¿Qué aprenderemos abuelito?
—Hoy...aprenderán como hacer cantar a un humano.
—¿Cantar?
—Sí—comentó divertido Yoongi—No hay melodía más hermoso...que el grito de un humano.
La ama de Yoongi llegó a su cuarto y pegó un grito al ver su nuevas cortinas hechas un caos. Yoongi y los demás enarcaron la ceja derecha y contemplaron a los chiquitines que saltaron emocionados ante aquello.
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Hoseok se acostó en la cama, pasando a su forma humana,entregó suaves golpecitos en la cama y el conejo comprendió que aquel llamado era solo para él. Jungkook saltó arriba, moviendo su cola de un lado a otro, sabía que era la hora del baño y no había más gustoso que sentir la lengua carrasposa de su manchitas. Acercándose, pasó a su forma humana, poniéndose enfrente mientras Hoseok lo abrazaba por detrás, empezando por su sedoso pelo castaño.
—Manchitas...
—¿hmg?
—Estaba pensando, ya que solo tuvimos dos bebés...aún podemos hacer más.
