[06]

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Hoseok se encontraba dandose un rico baño, acostado extendido por toda la cama, de forma muy sensual, cuando la puerta de su nuevo cuarto se abrió. El gato de manchas había dejado en claro que aquel cuarto de huéspedes ahora le pertenecía y su dueña tuvo que mover sus cosas a ese lugar, por lo que un Hoseok se sentía en su territorio y no dejaba que nadie ingresara, al menos que el diera invitación. Vío al conejo ingresar por la puerta de mascotas.

Hoseok suspiró al ver a un emocionado conejo.

—¿Qué haces aquí, pelusa horrible?—preguntó malhumorado, volviendo a lamer sus almohadillas de patas.

Jungkook se acercó, dando saltos hasta subir a la cama, moviendo su cola de un lado a otro.

—Mi conejita ya está durmiendo.

—¿Y?

—Y...es de noche—comentó bateando sus pestañas—ya todos duermen—susurró en bajo haciendo círculos imaginarios con su patita derecha.

—No.

—¡Pero manchitas, lo hemos estado haciendo hace una semana!—chilló mirando al gato con ojos de cachorrito.

—¡No, siempre te quedas tieso y duras muy poco en el sexo!—maulló molesto y siguió lamiendo—ve mejor con esa coneja fea.

—Pero ella no quiere hacerlo. Dice que soy demasiado intenso y que termina cansada, no lo comprendo, solo se lo hago treinta veces.

Hoseok casi se ahogó ante aquel dato y tragó duro imaginando su pobre culo con ardor ante tanto cuchiplancheo.

—Esa coneja, gime horrible—comentó de un solo sentándose sobre sus patas traseras un poco celoso y alzó el rostro con mucha impotencia—y solo tiene bonito sus ojos ¡Yo en cambio tengo un pelaje muy brilloso!

Jungkook afirmó acercandose más.

—Sí, si, brillloso como el oro—afirmó feliz moviendo su cola de un lado a otro.

—También soy esponjoso y sedoso.

—Si, si, esponjoso y brilloso, como un peluchito.

—¡Tengo ojitos color miel como mi papá!

— Si, si hermosos Ojitos miel—susurró Jungkook derritiéndose de amor,

—Y tengo garras para arañar y sacarle las tripas y destripar a tu coneja esa.

—Sí, si y destripa-...—Jungkook reaccionó y sacudió su cabeza de un lado a otro—¿Qué?

—¿O sería mejor rostizada?—Hoseok dijo, con un tono ya un poco malefico.

—Ah...yo no creo que sea buena idea comerme.

—¿Por qué no?—preguntó acercándose al conejo, empezó a rodearlo y pasó un lenguetazo por el cuello. Los vellos de Jungkook se erizaron, abriendo los ojos como dos platos.

¿Era su final? ¿Iba ser comido por ese gato que tanto le gustaba? Sus orejitas se pasaron y se giró con los ojos bien abiertos.

—Manchitas...

—¿Qué?

—¿Puedo pedirte un favor antes de que me mates?

—Ajá—susurró pasando un segundo lengüetazo sobre la mejilla del conejo, lamiéndose los parte de sus incisivos, solo por pura diversión.

—¿P-puedo meterte mi aguijón antes de que me comas?

Hoseok le pegó sobre la cabeza al conejo, poniendo los ojos en blancos, sus mejillas se pusieron calientes y maldiciendo en bajo, pasó a su forma humana y se acostó en la cama. Su cola se enrolló sobre su cintura, cubriendo parte su intimidad, sus orejas se movieron de un lado a otro.

Junghope || OMFR!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora