Jungkook es un conejo bastante protector y amoroso, tal vez demasiado. Sobre todo cuando se hace cargo de cuidar de unos pequeños gatitos y se encariña del gatito de manchitas llamado Hobi y bueno, aquello le será un problema ya que ese gato tiene u...
Hoseok tiró el plato de comida, mirando muy molesto a su dueña. La humana casi soltó un grito ante el golpe del plato cayendo en el suelo. Yoongi sonrió orgulloso, había educado tan bien a sus pequeños.
—¡Quiero ratas rostizadas! ¡O mejor conejo a la parrilla!—habló el gato mirando de un solo a la coneja y se lamió los bigotes—con un poco de salsita.
La conejita soltó un chillido y se escondió tras Jungkook, el cual comía su pedazos de manzanita que le habían triturado. El conejo contempló a Hoseok y suspiró, últimamente el gato estaba insoportable, desde hace una semana andaba así.
—¡Ya para Hobi!—habló la humana—no entiendo que deseas y estás muy de mal humor
—¡Conejo a la parilla quiero o rata rostizada, estúpida y reverenda idiota de humana!—maulló de forma salvaje poniendo sus orejas hacia atrás, mostrando los colmillos.
Notó a la conejita tomar con sus patitas a Jungkook y darle un besito. Hoseok maulló y se tiró sobre aquella animala, empezando una pelea. Unos gritos se hicieron esperar, corriendo la dueña de Jungkook y la de Hobi a separar a ambos. Hoseok se retorció entre las manos de su dueña, mirando con mal humor a la coneja.
—¡No, Hobi, no le hagas daño a Bomboncito!
—¡Un nombre estupido que le queda perfecto a la coneja esa!—río Hoseok a carcajadas.
La conejita hizo un puchero y bajó sus orejas. Jungkook suspiró sintiéndose un poco molesto por el comportamiento ajeno.
—¡Ya para Hoseok, eres muy cruel!—comentó Jungkook defendiendo a la conejita
—¡No soy cruel, solo soy honesto y digo las verdades y tú-...¡Tu...
Hoseok se puso encima de Jungkook, mordiéndole el cuello tan fuerte y se orinó encima de él. La dueña de ambas mascotas abrieron la boca e hicieron con cara de asco. Jungkook sintió el fuerte aroma sobre él y pegó un grito. La coneja hizo cara de asco por igual, en cambio los gatos se miraron entre ellos curiosos.
—¿Lo marcó?—preguntó Jimin extrañado.
—Si, creo que lo marcó como su territorio—comentó Jin muy tranquilo. Se giró a ver a Taehyung que se mantenía a lo lejos jugando con una pelotita de lana y sonrió divertido. Corrió encima de su hermano y se orinó encima de este—¡Listooo!
Taehyung se olió y al sentirse aquel apestoso olor, sacó garras contra su hermano mayor y lo hizo correr. Yoongi suspiró poniendo los ojos en blanco.
—¡USTEDES PAR DE MOCOSOS QUIETOS O LOS CASTRO A AMBOS!
Los dos se quedaron como piedra ante la fuerte amenaza.
Jungkook se alejó y se olfateó, sintiendo el dolor de su nuca, se acercó a su dueña, escondiéndose tras ella.
—¡Se está volviendo salvajeeee!—chilló Jungkook con los ojos muy abiertos y señalando al gato con manchas.
—¡QUIERO RATAS RATAAAS, RAT-...ugh...guak—Hoseok empezó a chillar feo, sintiendo arcadas—guah...
Hoseok empezó a vomitar en el suelo y otra cara de asco se hizo presente en todos los que se encontraban en el comedor. El gato de manchas sintió una vergüenza y salió corriendo escaleras arribas a esconderse a su cuarto, si se pudiera, por todo el día.
La dueña de Yoongi suspiró, contemplando a la conejita temblando en los brazos de su hija y a un conejo que estaba tratando de quitarse aquel fuerte aroma sobre él. La niña suspiró, le iba tocar darle un buen baño a su Kookie.
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