XXXI

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Sonreír mientras lloras es tan agridulce...

Pero a tu lado, se sentía tan reconfortante...

Ahora sonrío... con una mueca extraña, y las lágrimas no paran. ¿Por qué no es igual a como cuando estabas tú?

¿Por qué debo soportarlo? Si eras para mí... ¿Por qué debo verte con ella?...

POKÉMON XY&Z

OTHER WAY TO BATTLE

XXXI

La fotografía que en su momento le mostró Dawn, yacía en la misma posición sobre la tabla de una mesa, pero diferente a la que se encontraba en la guarida. Y acompañada de varias fotos más, al lado de apuntes en una libreta.

Se trataba de la sala de estar del nuevo apartamento. Un modesto lugar minúsculo al comparar con el que poseían anteriormente.

El Campeón se había quedado dormido en el sofá, aquel pequeño para dos personas que venía en el amueblado, mientras cubría sus ojos con el brazo, estaba extenuado de darle vueltas al asunto.

¿De dónde habían salido esas fotografías?... ¿Por qué no lo recordaba?...

Serena que venía de la cocina con dos tacitas de té, lo miró y suspiró, no pudo esperarla por el cansancio, las colocó sobre la mesa y tomó una de las fotos, la foto de los cuatro niños sonrientes, que en verdad... tampoco le sonaba de nada...

¿Había pasado algo más en el campamento aquella vez?...

A decir verdad... no es que recordara mucho... el encuentro con Ash que la había marcado era lo más que podría decir que miraba en sus recuerdos con claridad.

Depositó el papel ilustrado sobre la mesa y se acercó a su amado, agachándose a su lado, observando la nariz y labios que se asomaban bajo el brazo. Suspiró al saber que las cosas entre los dos estaban mejor y hasta cierto punto normal... y las palabras que él mencionó... durante su último encuentro...

"No te contengas"...

Quería averiguar si sería verdad que podría soportarlo... Al punto de temblar su mirada y cambiar los matices de los tonos de su rostro. ¿Estaba pensando en eso?... ¿ESO? ¿En un momento como ese?... rodó los ojos, molesta consigo misma, al darse cuenta que las cosas que hacía en verdad evidenciaban que no estaba dispuesta a dar paso sin estar segura de las consecuencias. No era como antes... que podría sorprenderlo con una mirada, un gesto o su mismo tacto repentino, envolviéndolos a ambos en el círculo del amor que se repetía sin fin. ¿Podrían en verdad volver a ser así?

Fue entonces cuando lo notó, tratando de desviar la mirada de sus llamantes labios, notó el primer botón de su camisa suelto y el segundo a punto, dejando al descubierto un trozo del fin su cuello, donde se apreciaba su clavícula, pero... también algo más... ¿Qué era eso?...

Estaba segura de no haberlo notado antes, incluso el día en que le ayudó en la bañera, con aquella esponja que parecía quemarlo al contacto.

Se acercó un poco más, casi chocando contra el brazo del campeón, que al moverse, abrió los ojos, encontrándola prácticamente encima suyo.

–¿Eh?

–¡AHHH! –Se fue hacia atrás, cayendo sentada en el suelo, al verse descubierta.

–¿Qué haces? –se frotó los ojos, para enseguida, tenderle la mano, de la que ella se apoyó para levantarse, aún apenada.

–No... no es nada, te traía tu té, pero te quedaste dormido.

Other Way to BattleWhere stories live. Discover now