XV

495 38 50
                                    


¿Qué estaba sucediendo?... los latidos dentro de su pecho parecía que terminarían por abrirle un agujero desde dentro. Eran sus cosas... mientras más avanzaba, mirando los pasillos repletos de sus recuerdos desperdigados por doquier, logró llegar hasta la puerta del apartamento. Aquel camino por el que tantas veces había subido con la alegría de regresar a su hogar, su calor, su refugio, pero sobre todo su paz brindada por amor, ahora se opacaba por la vivencia funesta de su amada, arrodillada frente a la entrada con el rostro bañado en lágrimas, lo que terminó por descomponer el suyo.

Se quedó parado observándola, mientras su cuerpo temblaba en la necesidad de moverse y llegar a su lado, vinculado con el movimiento de su pierna que deseosa por dar el paso, finalmente lo hizo, para acto seguido, llegar hasta ella en una carrera contra su misma incertidumbre y sin preguntar nada ni decirlo tampoco, se arrodilló y la tomó entre sus brazos, juntándola contra su pecho. Sea lo que sea que hubiera pasado, sabía que era demasiado importante, porque su vida había sido desmantelada. Mientras su mejor amigo, observaba la escena con las orejas caídas.

POKÉMON XY&Z

OTHER WAY TO BATTLE

Capítulo XV

¿Qué sucedió?... —el sonido de su voz, era apenas audible, simple, sencillo y dulce soplado como suspiro en la oreja derecha de la cabellos de miel.

—...Perdóname —respondió entre sollozos, sorprendiéndolo, espera cualquier cosa menos esas palabras. ¿Por qué se disculpaba? —Nunca pensé... que fuera tan en serio... tan rápido... que a nosotros no podría pasarnos en verdad...

—¿Algo que no podía pasarnos a nosotros?... —la separó de su pecho, para buscar su mirada, encontrando los azules, enrojecidos por el llanto y los labios en una arruga que le destrozaba el pecho.

—Ya no podemos entrar a la casa... —se llevó las manos al rostro, para despejar las lágrimas que le seguían brotando.

—¿Pero por qué?... ¿Qué pasó?... ¿Acaso el contrato expiró?... —se entristeció al recordar que aquel apartamento por más que lo amaran, no les pertenecía. Aunque hubieran podido mudarse muchas veces... seguían viviendo en el mismo lugar donde se reencontraron... antes de campeón, antes de reina.

—No... es lo que no logro entender... —bajó la mirada ante él, tratando de encontrar la razón y poder explicarle. —Se supone... que el edificio tendría mantenimiento... —lo miró de reojo, encontrándose con la sorpresa en el rostro del campeón, sabía perfectamente que se lo había mantenido en secreto, pero el tiempo terminó por alcanzarla mucho antes de lo esperado. —Ahora... dicen que el contrato... que mi contrato fue revocado y el apartamento tiene un nuevo inquilino... que mandó sacar todas nuestras cosas...

—¿Qué? ¡Pero qué! ¡Por supuesto que ellos no pueden hacer eso! ¡Tenían que por lo menos habernos dado tiempo!

—Lo dieron... —apretó con fuerza los párpados, —¡Pero no lo cumplieron! ¡Aún faltaba para el plazo!

—¿Por qué no me habías dicho nada?... —flexionó el torso hacia adelante, al sentirse perdido ante la situación.

—No pude... lo sé... sé que es ridículo... ¡Ash! —lo tomó por ambas manos. —No quería que terminara... quería verte tranquilo y feliz hasta el final...

—¿Por qué haces eso?... —la mirada castaña, dura, triste y preocupada, se clavó en sus orbes tratando de comprenderla.

—...Ash... —bajó la mirada ante él.

Other Way to BattleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora