19- Casa de Gaara

540 53 8
                                    

Había sido una mala idea, la oficina de la directora parecía estar repleta de papeles ni un adolescente de mi edad tiene un cuarto tan desordenado cómo el de ella. Miré al rededor y me di cuenta que el trabajo de Gaara era ese... De mantener el orden en el colegio y oficina de ella. Pensaba en él, en el día que lo había visto por primera vez en esta oficina y salido a ver la biblioteca en ese momento, siempre parecía ser serio pero al ver en la manera en que se comportaba cuándo salimos lo empezaba a ver diferente. Me estaba enamorando de él y no quería aceptarlo por el hecho que algún día me iría de este lugar para siempre, mi madre solo estaría por un tiempo en este lugar y debía aceptar la idea de ello. Nadie sabía que me iría por que así seria mejor siempre lo hacía de esa manera y por ello no salía lastimada, me imaginaba que me iba de viaje y que pronto volvería pero no seria así jamás. No tenía por que enamorarme justo ahora y mucho menos de él que al igual que yo había perdido todo lo que amaba. Necesitaba un hogar fijo dónde estaría estable, un viaje que jamás me iría y permaneciera aquí para siempre. Entre las cosas de ella estaba una libreta con unos apuntes, no la reconocía al inicio y después había encontrado más anotación con esa misma letra, se me hacía fácil reconocerla y por ello asumí que era letra la de Gaara. Entre la libreta estaba su número, no sabía si era de él o tan solo era de otra persona más. La dejé aun lado he iba directo hasta mi casa a ordenar las cosas para empezar con esos apuntes, en el tren me di cuenta que no entendía nada de lo que estaba escrito, entonces recordé que que mañana iría a la casa de Gaara para saber si me podía ayudar pero no iría solo Sari estaría conmigo.

Lo peor que podía pasar era estar sola en esto y así habia sido, Sari se habia ido y pensar que no sería aceptada en su casa por mí, tal vez no le importaba para nada la idea de que llegaría con él para saber como estaba, realmente estaba perdida en el camino. Estaba asustada y no sabía que hacer así que llamé al número teniendo la esperanza de que tal vez me podía ayudar Kankuro pero no resultó cómo esperaba, me estaba arrepentiendo, después de hacer esa llamada que no sabía cómo se me había ocurrido hacer ello, todo pasó muy rápido en ese momento y ahora me encontraba junto a él bajo la lluvia como la última vez que salimos juntos los dos. En ese momento dónde nos encontrábamos... estaba segura que él estaría molesto o que me diría algo por mi imprudencia, a pesar de todo lo que habíamos pasado juntos, por todas las formas en la que me ignoró y luego protegió.

Estaba más que atraída por él, estaba enamorada, la primera chica en entrar a su casa y está vez seria la última vez. Sus ojos eran lo que me atraían a él y el hecho de que diera su chaqueta para evitar que me mojara y el sentir sus manos junto a las mías... Siendo sus besos en cada rincón de mis labios, cada toque y sentimiento que sentía estando a su lado. Falta de aire, un beso apasionado y mi rostro todo rojo sin poderlo ver a la cara nuevamente.

- Ya bajó la lluvia... Debemos irnos antes que empeore - me dijo serio y con autoridad que su forma de hablar

- No quiero ser una molestia como la última vez- le dijo apenada

- No te preocupes, mi hermana ya no está en la casa y mi hermano no se meterá con nosotros. Éstas segura ahí...

Él miró para ambos lados y empezamos a correr hacía su casa, no quedaba muy lejos y justo en ese momento en el cuál entré por esa puerta Gaara me quitó mi mochila y buscó una toalla para que me pudiera secar el pelo. Estaba preocupado por mi y eso me gustaba, tenía su atención en mí.

- Sigues mojada... puedes darte una ducha en mi habitación, te prestaré ropa mientras ponemos a secar la tuya- me dijo subiendo las escaleras junto a mis cosas hacia su cuarto

Yo solo asentí con la cabeza y empezamos a subir, estando en su habitación él abrió su armario y buscó algo de ropa para mi pero parecía estar confundido en que darme así que me acerqué a él y tomé una playera, un suéter junto a mis medias negras, él solo me observó y dejo que tomara esas cosas permaneciendo callado, luego cerró su armario y esperó afuera de la habitación para que entrara a la ducha. Se sentía bien darme una ducha caliente después de tanto tiempo estando mojada con mi ropa, me puse a pensar en la situación en la que encontraba ahora. Estaba en la casa de Gaara a solas metida en su baño sin ropa, mi cara se puso roja de solo pensar en ello, traté de olvidar aquello que mi mente trataba de mal interpretar ante la situación. Me tardé un rato y luego salí para cambiarme, pero me distraje al ver detenidamente la habitación de él. Estaba ordenada con algunas fotografías a un lado de su cama, me acerqué a ellas y me puse a verlas. Parecía que de niño era muy feliz con su familia, podía ver a Temari y a su hermano juntos los tres de pequeños, Gaara siempre salía en las fotos serio pero feliz. Así debió haber sido antes que se convirtiera en lo que aparentaba ahora. Estaba tan distraída viendo las fotografías que no me percaté que alguien estaba entrando a la habitación mientras permanecía aún en toalla. Mi corazón y la vergüenza que Gaara me viera así me hizo dar un grito asustándolo y saliendo rápido de la habitación.

Gaara y Matsuri EscolarWhere stories live. Discover now