16- Enfermo

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Estaba amaneciendo, por extraño que fuera no quería levantarme mis ojos se sentían pesados, mi cuerpo... todo de mi se sentía mal. Me puse a pensar en mi hermana lo qué había hecho y sus palabras refiriéndose a Matsuri a pesar de solo haber pasado unas cuantas horas con ella, simplemente le agradaba. Me levanté algo cansado de la cama hasta que escuché que tocaron la puerta de mi cuarto mientras me sentaba en la cama tranquilo.

- Adelante - dije serio

- Gaara!?- me decía mi hermano mientras solo lo observaba - Llegarás tarde hermano

- En un momento bajo y estaré listo

- Está bien

- Kankuro - le llamé levantandome de dónde estaba mientras Kankuro solo me observaba - quiero que me enseñes a conducir...

- Que!?- me dijo confuso - sabes conducir el carro!!

- Me refiero a la moto de papá - le dije dejándolo sorprendido

- Porque!? Lo haces por ella no es verdad...

- Necesito tener un transporte - le dije ignorando lo mencionado

Kankuro se tocó el cuello tratando de pensar en ello, mientras yo empezaba a meterme en la ducha para ir a estudiar y ver a Matsuri en la parada del tren como habíamos acordado. Al salir de la ducha y cambiarme me miré al espejo, me veía cansado pero al recordar que las cosas serian diferentes creía que tal vez estaría bien. Salí de la habitación y caminé un poco por el pasillo pasando cerca de la cocina. Miré a todos lados y lo mejor que podía ver era su bufanda gris colgada en una esquina de la sala que conectaba a la cocina, me sentía extraño así que me rescoste en la pared del cuarto para tranquilizarme, mi cabeza dolía y el ruido empeoraba las cosas. Mi corazón latía rápidamente y el aire se me entre cortaba... No podía imaginarme enfermo un día así que mejor me levanté ignorando mis síntomas para bajar un poco mi temperatura lo cuál no parecía que funcionara a la perfección, recordaba a Matsuri entrenando conmigo, hablando a su lado y el primer beso, pensé en que todo esto solo fue una aventura de un día y así mismo salí de mi casa ya listo para ir a estudiar.

- Hey Gaara!!!- me gritaba mi hermano Kankuro desde la cocina con una bolsa

Me acerqué a él y tomé mi almuerzo que por extraña ocasión lo había olvidado en la cocina. Kankuro me miró extraño pero no le dije nada mi seriedad decía todo por mi aunque no lo notara. Al pasar frente a la puerta de la casa miré las llaves de la casa colgadas, me había acordado esa noche que tuve miedo de que ella estuviera aquí a mi lado y mejor decidí salir de la casa. Mientras caminaba a la estación del tren no me había dado cuenta que ya estaba ahí, estaba tan distraído en mis pensamientos que no pude sentir el recorrido del camino. Busqué entre la gente si tal vez ella se encontraba aquí pero no había rastro alguno de Matsuri. Entre tanta gente una señora se encontraba cargando una gran maleta repleta de papeles tratando de subir al tren el cuál se encontraba lleno, nadie quería salirse de su lugar para ayudarla ya que perderían su fila y se retrasarían más. No lo pensé dos veces antes de quererla ayudar así que me acerqué a ella y la ayudé a subir, la señora era amable y sencilla mientras la ayudaba. Hasta que le vi su rostro y mi piel se puso pálida.

- Mamá!!!- escuché que le decían

Volteé a ver quién era y me sorprendí un poco al ver a Matsuri tratando de acomodar sus cosas. No había notado que era la madre de ella hasta que bajó esos papeles pero lo que más me había sorprendido era que Matsuri estaba aquí enfrente mío.

- Estoy bien hija, ve a la escuela- le decía ella con una sonrisa y algo cansada

- Dejame acompañarte por hoy... - le decía Matsuri preocupada

Gaara y Matsuri EscolarWhere stories live. Discover now