4- Encuentros

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Llevaba más de dos semana en el colegio, me costaba mucho adecuarme a las normas y reglas de la institución, todos se comportaban de manera pedante por ello no lograba encajar en su ambiente. Era la única que estaba becada en el salón y no podía imaginarme la idea de irme lo más pronto posible de aquí, las molestas bromas de mi por ser lista... habían noches que solo llegaba a llorar a mi cama y cuando mi madre entraba a ver cómo estaba me hacía la dormida. Lo único que me hacía sentir bien era el hecho que en cada salida y hora de comer me apartaba de todos y habitualmente comía en diferentes lugares... Sentía miedo que algunos de mis compañeros me molestaran o me hicieran daño amaba la biblioteca del colegio, era uno de mis lugares preferidos cuando mis compañeros llegaban a ese lugar me escondía detrás de los libreros o huía del lugar hacía arriba dónde podía estar a salvo y tranquila.

Era una pesadilla estar aquí cada vez que oía escuchar a las personas de mí. Aún no lograba encajar en el lugar como en mis otros colegios no se complicaban las cosas siempre encontraba la manera de hacer amigos pero este no era mi lugar. Estaba buscando un libro en la biblioteca, estaba sola nunca me percaté que uno de mis compañeros que me molestaba me encontrara y sonriera al verme ahí, se empezó a cercar a mí con una risa entre dientes, no entendía el motivo de su sonrisa hasta que lo vi tomar un libro pequeño acercándose a mí con malas intenciones, varios libros cayeron al ser arrinconada y lastimandome mientras me cubría la cara evitando que me lastimara el rostro.

- Eres muy lista y con un gran cuerpo!!- me decía mientras me aprionaba mas con su cuerpo en el librero

- Basta! - le decía con mis ojos llorosos ya que empezaba a asustarme cada vez más mientras con su mano tomaba mi cintura y con la otra mi brazo lastimándome.

Él se detuvo sin comprender el porque en ese momento al verme llorar por lo que me había hecho se alejó de mí bruscamente y de un momento a otro parecía que estaba asustado y por ello se había detenido. No comprendía la acción repentina de él conmigo así que volteé a ver a un lado de mí quien estaba y al levantar mi vista me encontré con el Presidente de la clase molesto frente a mí. Me alejé de ambos de dónde estaba y traté de recoger los libros que se habían caído mientras el compañero que me estaba acosando huía del lugar desesperado, podía sentir la mirada de él sobre mí pero realmente no me importaba. Estaba asustada y no pude evitar llorar con la cabeza agachada mientras él permanecía callado, se agachó para tratar de ayudarme a recoger los libros que se habían caído y sentí en mi brazo que un líquido caliente salia... me había causado un pequeño rasguño en mi brazo.

- Éstas bien!?- me dijo serio mientras se levantaba para colocar aquellos libros en su lugar observandome.

- Sí...- le dije tímida y sin voz evitando su mirada en aquel momento

- Ten - me decía dándome un libro en las manos, se acercó a mí y tomó mi brazo para verme en la herida y de su bolsillo sacar una curita abriéndola y poniendomela encima de la herida

- Arigato.... siento mucho causar alboroto...- le dije casi en susurro observando que la herida estaba cubierta gracias a él. Al tenerlo tan cerca no pude evitar ponerme roja.

- Hummm - fue lo único que logré escuchar de él

- Tú... - le trate traté de decir algo pero en eso momento fui interrumpida

- Gaara - le llamaba un joven de cabello corto y con pinceles en sus manos.

Él levantó su vista a ese joven y se alejó de mí tranquilo, no pude decirle nada. Tomé los libros con fuerza entre mi pecho mientras veía como él se iba.

- Deberías ir a la enfermería, tienes un golpe en la frente - me dijo él tranquilo mientras me dejaba sola para hablar con su amigo, toqué mi frente y sentí un pequeño dolor... tenía razón.

Gaara y Matsuri EscolarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora