36: Nada...

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Los días con Sullin eran bastante divertidos y cálidos.
La muchacha resultó ser una buena compañía para Ciel que ya no se demostraba tan triste como los días anteriores.

Sullin era una chica de carácter fuerte, no temía decir lo que pensaba, tenia una personalidad inigualable para muchas cosas y era una experta en gastronomía.

Este fin de semana iría a la mansión Phantomhive a pasar unos días como ya se había vuelto un habito.
Fue recibida por Tanaka e instantáneamente por Ciel que pasaba junto a la entrada.

-Buenas tardes!- Saludo ella al muchacho con un dulce beso en la mejilla.
Ciel solo le sonrió y saludo con un seco Hola a la recién llegada.

-Como estuvo el viaje hasta aquí?- Preguntó Ciel mientras ambos caminaban a la cocina, Ciel andaba hablando frente a la muchacha que caminaba lentamente tras él.

-Bueno, no me tomo la molestia de viajar hora y media, a si que siéntete afortunado- Rió ella con ternura y Ciel solo elevo levemente la comisura de sus labios en una pequeña sonrisa.
Cabía decir que Sullin le hacia olvidar completamente a Sebastian por momentos.
La muchacha siempre le mantenía lo suficientemente ocupado con salidas, juegos o conversaciones que no tenia tiempo para Sebastian en sus pensamientos, de echo estaba obligándose a creer que Sebastian en poco tiempo terminaría siendo un tema del pasado lejano.
Pero esa presión molesta sobre su pecho aun no se daba a desaparecer. Seguía ahí oponiéndose a su felicidad.

-Y que vamos a hacer hoy?- Dijo Sullin recargandose en la encimera de la cocina mientras Ciel servía un vaso de jugo para ella.

-Dime donde sea, te llevaré- Amablemente le tendió el vaso a la muchacha que lo retuvo en sus manos antes de dar un sorbo y decir.

-que te parece el parque de diversiones que se inauguró en el muelle?- Ciel asintió con la cabeza bebiendo el líquido del vaso antes de dejarlo sobre la mesilla.

-Quieres descansar e ir mañana o vamos ahora?- Ella le hizo señas diciendo ahora! Y Ciel solo sonrió ante su adorable acción.

Sullin dejo sus cosas en su habitación mientras Ciel salía al jardín delantero esperándola, la muchacha no tardo mucho en salir y comenzaron a caminar uno junto al otro conversando cualquier cosa que pudiese mantener a Ciel solo centrado en la muchacha bajita.

 
  

-Esto es hermoso!- Chilló ella apreciando un pequeño conejo blanco con traje azul.
El juego consistía en tiro con un arma de juguete.

-Lo ganaré para ti- Dijo él y pago al hombre dueño del lugar para jugar por el peluche.
A sullin no le quedaba duda de que Ciel era el mejor tirador que existía, solo uso dos balas de juguete y había derribado el trocito de cartón ganando al conejillo.

-Maldición que hermoso!!- gritaba ella abrazando al animal de juguete agradeciendo por milésima vez al ojiazul.
Comenzaron a recorrer los juegos de la feria, tenían toda la tarde aún pero sin darse cuanta el atardecer comenzaba a caer y personas comenzaban a llenar el lugar.

-Bien! Este es el ultimo- Dijo Ciel apreciando la gran rueda de la fortuna iluminada por preciosas luces rojas y violetas.

Incluso mas grande que la de aquella vez.

Ciel no pudo evitar sentir nostalgia. Su corazón se aceleró y sintió en sus ojos un severo picor. 

-Vamos ya!- Dijo ella tirando a Ciel del brazo para llegar tras dos parejas que pagaban antes que ellos.
La chica brincando de emoción pago al hombre al llegar al frente y ambos subieron a la enorme rueda.

Comenzó a andar lentamente y la chica solo sonreía maravillada por la preciosa vista que dejaba apreciar la altura de la rueda.
Entonces se detuvo en la altura justo como aquella vez.
Ninguno dijo nada solo se miraron directamente a los ojos sin dejar escapar ni un solo espacio entre sus vistas.
Ciel solo se mantenía serio apreciando a la muchacha que mantenía una diminuta sonrisa bajo sus sonrosadas mejillas.
Entonces paso lo que Ciel quería pero que a la vez se negaba a aceptar.
Sullin se acerco y beso sus labios lentamente siendo atrapada por las manos de Ciel, una que se poso en su cuello y la otra en su nuca.
Se separaron, se observaron sonrientes.

¡NADA!

Aquel beso no le causó nada, no sintió nada y no hizo crecer ni revolvió nada en su interior.

Nada.

Anduvieron en silencio de vuelta a casa y la noche fue tranquila, Ciel se retiro a su habitación mas temprano de lo normal y al día siguiente Sieglinde propuso marchar a medio día y Ciel quiso acompañarla a la estación.

 
 

-te molestó lo de ayer?- dijo la pelinegra mientras caminaba agacha por los pasillos.

-En absoluto- Dijo Ciel y le regalo una dulce sonrisa a la cual a la muchacha se le encendieron las mejillas.
Llegaron a la puertesilla correspondiente, para su suerte el metro estaba casi vacío y acababa de llegar para llevarla al otro lado de la ciudad.

-Nos vemos pronto- Dijo ella regalando un fugaz beso en la mejilla a Ciel.

-Hasta luego- le tomo la mejilla y le dio un corto beso sonriendo.

-Si nos vemos!- Y la pelinegra se fue.
Se quedo un momento de pie y luego echo a andar hasta topar con una humilde cafetería a las afueras de la estación.
Entro al lugar el cual desprendía un dulce aroma a café y tomo asiento en una mesa del rincón.
Ciel soltó un largo suspiro y de pronto sintió unos dedos posarse en su hombro.
Giró instantáneamente a ver al dueño de aquellos largos dedos.

-S-Sebastian?-

🔯🔯🔯🔯

Chan! Chan! CHAAAAAN!!

Esta vez si no me tarde 7u7)r

Espero que lo hayáis disfrutado :'3

Por dios estoy emocionadaaaa!!!

Anónima-san esta de cumpleaños este viernes 24 ajsjsksjsks

Cumplo muchos añitos ya :'3

Bien bien

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Anónima-san los ama♡♡♡

Tras la cámara<Sebasciel.(CORRIGIENDO)Where stories live. Discover now