Tras la cámara<Sebasciel.(CORRIGIENDO)

Capítulo 13: un pedasito de vida

Grell Sutcliff sabía mas que nadie en el mundo que todo lo que existía era a base de mentiras y engaños, que en el mundo no había persona en quien confiar, que el destino era solo un mito y que el amor era solo una ilusión, un espejismo que causa el deseo por sobre el supuesto "Amor".

Tras escapar de su casa a la edad de 13 años, fue adoptado lastimosamente al principio por Eric Slingby padre también adoptivo de William, del hombre por el que sentía aquel inmenso y retorcido deseo.

Ambos compartían ese sentimiento, no es como si nunca lo hubiesen tratado de apagar, con caricias, besos o sexo.
El único compromiso que les unía, era el de NO compromiso, solo sexo, solo una pasadera en la cual ambos intentaban calmar ese deseo de lujuria y pasión que les comía por dentro.

¿Seria mas que sexo?... Ambos se obligaban a creerlo de esa manera, para ellos lo que sentían no era mas que un sentimiento de soledad, que quiere ser llenada con sexo y calor.

Un muchacho que nunca hizo daño a nadie, que nunca debió merecer un pasado tan horrible.
A pesar de eso, el destino le dio la peor de las sorpresas.

La vida siempre sera un caos, un camino sin retorno, un cajón lleno de opciones.
Siempre habrán muchas cosas buenas que depara el destino verdad?. Pero... Nunca nadie habla de las malas y de las personas que tienen la desgracia de sufrirlas.

A los 13 años, Grell Sutcliff había sufrido la peor de las desgracias, a demás de ser rechazado por su madre y abandonado, fue cruelmente violado, si, violado por uno De los tantos novios de su madre.

Al vivir en la calle un hombre mayor, le recogió, le dios alojo, le dio cariño, y termino por adoptarlo a pedido de su hijo adoptivo William.

Pero, lo que vino con ese cariño que Eric pidió a William le diese Grell término convirtiéndose en un mar de deseos sexuales. Un deseo incontrolable por sentir uno la piel del otro. O de esa manera lo veían ambos, para ellos el amor, el felices para siempre, no existe y nunca existió. Para ambos, una relación no se basa mas que en el deseo inmortal que perdura en la mente de las personas.
O al menos eso es lo que ambos desean creer.

Lawrence el hombre que marco su vida para siempre, el hombre por el cual deseaba tener una vida diferente, Su padre, el patán que le arrebató la inocencia, y el bastardo por el que trato incontables veces de suicidarse.
Victoria la mujer que lo maltrato, la mujer que decidió creer en la palabra de un hombre cuyas infidelidades no pueden ser contadas con los dedos.

Grell tenia ese día marcado en su cuerpo.

-Dejame!... No te atrevas a ponerme una mano encima. Tu bastardo!- gritaba el chiquillo mientras inútilmente trataba de cubrir su cuerpo con la toalla que su padrastro había arrebatado de su cuerpo.

-Vamos a jugar un poco... Tu madre ya no lo hace- La vos de aquel hombre, la que sonaba en sus oídos, haciendo eco, siendo una tortura lenta para sus tímpanos. -dejate hacer mocoso!-
Lo sujeto con brusquedad, le ato aquellas pobres e indefensas muñecas con su asquerosa corbata. Y así, en la peor de las acciones, le quito su orgullo como hombre, su inocencia, le arrebato su infancia.