7. No nos limitaríamos a dormir

4.6K 401 53
                                    

Maggie 

Tenía que estar loca. Me encontraba delante de la puerta de Alex. Llevaba más de una hora ahí plantada, sin saber si picar o no. Ayer en la tarde había intentado besarla y lo había jodido todo. Además, no sólo había huido sino que no le había ni llamado, aunque no fuera para disculparme, al menos para preguntar cómo estaba. Le habían dado una paliza y tenía varios huesos rotos... Pero era una cobarde.

Era de madrugada. Había salido de mi cama enfadada conmigo misma, y me había vestido para ir hasta allí. Pero ya eran más de las dos de la mañana. Alex estaría durmiendo y yo, como una idiota, plantada delante de su puerta.

En ese momento la escuché. ¿Estaba llorando? Egoístamente esperé que fuera por el dolor de las costillas, porque me aterraba la idea de que yo fuera la causa de aquel llanto. Reuní el valor suficiente y golpeé la puerta.

-¿Danvers?- pregunté tímidamente cuando no obtuve respuesta-.

A los pocos segundos me abrió pero evitó que le viera la cara. Se sentó lentamente en el sofá dándome la espalda.

-Es un poco tarde para visitas, ¿no, Sawyer?

Estaba cabreada. Iba a sentarme junto a ella, pero respeté que no quisiera que la viera y me quedé detrás.

-Soy una idiota, de verdad. Ni siquiera te he llamado en todo el día, y te prometo que todo lo que tenía en mi cabeza eras tú. 

-No sé si creer eso. No se te dan bien las promesas- me dijo fríamente-.

-¿Cómo?

-Me dijiste que cuidarías de mí. Por el resto de tu vida si no recuerdo mal. Pero el primer día ya abandonas.

-Lo sé, Danvers... - su tristeza era mía, y no lo soportaba- Lo he jodido todo. Ojalá puedas perdonarme, olvidarlo todo, y volver a ser amigas.

Entonces, Alex se volteó. Se levantó del sofá con una mueca de dolor y vino a mí. Sus ojos estaban rojos e hinchados, pero la paliza no había tenido nada que ver. Debía de llevar llorando horas. Sabía que para ella nuestra amistad era muy importante, y perderla era doloroso. Cuando se acercó bien, pude ver que además estaba cabreada. Muy cabreada.

-¿Olvidarlo todo?- me preguntó alzando la voz- No puedo olvidar nada. No hay un botón de "suprimir" para estas cosas. Entiendo que tú no sientas lo mismo que yo, - me miraba tan atentamente a los ojos, gritándome aquellas palabras, que me intimidó- pero no puedes pretender que seamos amigas. No volveremos a serlo porque yo ya no puedo.

Mis ojos se llenaron de lágrimas entonces. No podía perderla, por favor. Era lo mejor que me había pasado en la vida. Podría controlarme. Prometía controlarme. Pero que no se apartara de mí...

-Por favor... - le supliqué- No puedo perderte, Alex... 

Intentaba que mis lágrimas no se derramaran por mis mejillas.

-Lo siento- dijo esta vez bajando la voz- Pero no puedo mirarte a los ojos y saber que nunca podré perderme en ellos. O mirar tus labios y saber que no puedo besarlos. Ni tocarte. No podría soportar ver cómo otra chica llega a tu vida y hace todo eso...

Mis ojos se abrieron sorprendidos. ¿De qué estaba hablando?

-Pero... Tú... Ayer me pediste que parara...

-¿Que pararas?- me preguntó confusa- Te suplicaba que me besaras.

Dios, lo había entendido todo mal. ¿Alex sentía lo mismo por mí? El corazón parecía querer salirse de mi pecho y mi respiración entrecortada denotaba mi nerviosismo, mi excitación. Acorté la pequeña distancia que había entre nosotras y junté mis labios a los suyos, agarrando su nuca. Fue un beso superficial, pero que significaba tanto...

No escaparé nunca más (Supercorp, Sanvers) TERMINADAWhere stories live. Discover now