Lena Luthor había sido adoptada por una familia que odiaba a los alienígenas. Su padre le había enseñado a mantener su secreto. Y sólo antes de morir le confesó a su mujer y a su hijo biológico que Lena no procedía de la Tierra. La escondieron. No q...
Un golpe en la cabeza del hombre que había disparado a Maggie me sacó de mi trance. Winn, detrás de él, le había dejado inconsciente con una bola metálica que utilizaba de pisapapeles. Me centré en lo que estaba pasando y me tiré al lado de mi novia.
Ella, con los ojos cerrados, respiraba con dificultad. Mis ojos se llenaron de lágrimas de repente, sin poder remediarlo, mientras mis manos buscaban los botones de su camisa para desabrocharla y evaluar la situación. Winn sólo repetía: "Joder, joder, joder..." mientras esposaba al tipo que acababa de noquear.
No podía estar pasando aquello. ¿No habíamos sufrido ya bastante? Mi corazón volvió a su sitio cuando vi aquel chaleco antibalas que le había salvado la vida.
-Me duele hasta el puto alma... - me susurró como pudo-.
Me reí mientras las lágrimas me bajaban por las mejillas sin que ni siquiera intentara pararlas. La agarré y me abracé a ella.
-¡Ahhhhh, Danvers!- se quejó-.
-Creí que te perdía...- le confesé- No vuelvas a darme un susto así- ella me sonrió- Te quiero, Maggie Sawyer.
-Te quiero, Alex Danvers.
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-¿Sí?- seguía llorando yo, incrédula ante sus palabras-.
-Sí- acarició mi pelo- Me he llevado una bala por ti.
Era cierto. Se había puesto en su camino. La besé, la levanté como pude y acompañamos a Winn hasta la sala. Allí me encontré con Kara inconsciente, y el miedo volvió a apoderarse de mí.
Lena
Salí corriendo de aquella habitación y cogí uno de los coches de la entrada. Cuando me había alejado lo suficiente para sentirme segura, saqué mi móvil del bolsillo de mi pantalón. Rápidamente busqué el número de Kara como podía mientras conducía. Su móvil dio tono pero se cortó en un instante. Llamé y llamé pero daba apagado. Iba a tener un paro cardíaco en cualquier momento pensando en que pudieran estar haciéndole algo. A todos los que habían sido mis amigos esas semanas, pero sobretodo a Kara. ¿Hasta ese punto llegaba el odio de mi madre a los alienígenas?
Cuando llegué al edificio, todo parecía tranquilo. No había nadie en los alrededores ni escuché nada. No sabía si aquello era buena o mala señal. Lo que sí vi, fue una tenue luz verde rodearlo todo.
"Kryptonita"- pensé-.
Era una Luthor. Sin duda sabía cómo funcionaba esa piedra y cómo afectaba a los kryptonianos. A Kara...
En ese momento escuché disparos y se me heló la sangre. Corrí lo más rápido que pude y empujé la puerta principal, pero no cedió. Entonces moví mi muñeca derecha y escuché el desbloqueo en la cerradura. Entré corriendo. Unos cuantos hombres con las caras ocultas bajo capuchas me apuntaron. Estoy segura que me reconocieron porque ninguno disparó. Un pequeño movimiento de mi brazo y salieron por los aires mientras yo seguía corriendo, como poseída con una única misión: encontrar a Kara.
