No escaparé nunca más (Supercorp, Sanvers) TERMINADA

15. Lo Siento Mucho, Lena

Lena

Era raro escuchar a Kara hablar así. Gritarle a ese guardia y maldecir no era propio de ella.

-¡Venga, joder! Abre la maldita puerta. ¡Quiero entrar!- le dijo-.

Yo me puse nerviosa. Kara no dejaba de mirarme a los ojos mientras le gritaba. Empecé a respirar agitadamente y el guardia bufó.

-Pero te cierro dentro y tienes un minuto. Y bajo tu responsabilidad, Danvers.

Ella asintió, sin dejar de mirarme, mientras vi como su respiración también se empezaba a acelerar. En cuanto giró la llave en la cerradura, Kara empujó la puerta y vino hacia mí corriendo. ¿Iba a...?

Llevó su mano hacia mi nuca tan pronto como la tuvo cerca y juntó nuestros labios. El guardia nos vio mientras cerraba la puerta y se sorprendió. Mis ojos estaban muy abiertos y Kara recibió un doloroso calambrazo. Se apartó rápidamente de mí. Mierda, ¿cómo tenía que explicárselo? Nada de tocarme...

-Auch- me sonrió falsamente dolida-.

Mis ojos se llenaron de lágrimas que empezaron a precipitarse por mis mejillas.

-Kara, no debes tocarme... - le dije entre sollozos-.

Haciendo caso omiso a mis palabras, llevó su mano a mis lágrimas para secarlas. Sabía que ese gesto lo hacía para tranquilizarme, porque seguía soportando el dolor que entraba por su piel. Intenté apartarle la mano, pero se negó.

-Estoy aquí contigo, Lena, y lo estaré por el resto de mi vida. Y quiero tocarte. Ese dibujo qué hiciste...

-¡Oh!- me ruboricé al instante. Lo había visto-.

-Quiero que me beses como en ese dibujo- giró la cabeza con ojos suplicantes como hacía siempre y me llenó de ternura- Nunca me había fijado en ninguna mujer, pero apenas llegaste a mi vida ya no podía sacarte de mi cabeza. Creo que todos tenemos un alma que se une fuertemente a la nuestra y es imposible dejar de amar. Yo nací en un planeta diferente a este, y tú provienes de otro. Nacimos con casi treinta años de diferencia, casi los que pasé dormida en la zona fantasma antes de llegar aquí. Ahora creo firmemente que no fue una casualidad- cerré mis ojos y agarré la mano de Kara con la mía, recreándome en aquella sensación que me provocaba su piel, y relajándome- Creo que aunque buscara en cada uno de los planetas y a lo largo del multiverso, no encontraría a una sola persona que me hiciera sentir lo que tú me haces sentir- podía notar el amor del que me hablaba a través de su piel, y esperaba que ella sintiera el mío- Y voy a esperar a que te sientas segura y puedas besarme. Porque quiero vivir lo que tú sientes y espero que esta sensación magnética que estoy notando no se vaya nunca- dijo sonriendo-.

Me reí nerviosa apartando mi mirada de ella mientras otra lágrima se escapaba y que ella también atrapó. Volví a buscar esos ojos del color del mar y arrimé mi frente hasta chocar contra la de ella.

-Danvers...- empezó el guardia-.

-Ya voy- le contestó sin despegarse de mí- Tengo que irme- me dijo entonces-.

Ya no tenía miedo. Ella había hecho que desapareciera con sus palabras. Aunque pudiera dañarla en algún momento, lo había aceptado. Quería estar conmigo a pesar de todo. Me quería...

Cuando se alejaba de mí, agarré su mano y tiré de ella para arrimar su cara a la mía. Y la besé. Fue una sensación tan sumamente placentera que sería difícil de describir. Noté su amor como un calor que se me instaló en el corazón. Noté su atracción como magnetismo. La sensación de nuestras lenguas al juntarse hizo que me hormigueara todo el cuerpo. Me temblaron las piernas. Mi respiración se agitó. Noté el deseo como un calambre afortunado entre mis piernas.