6. Juntos

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A medida que pasan las semanas, me acostumbro a cruzarme a mis dos ex. Mi corazón se siente más fuerte y ya no soy sacudido por recuerdos de los momentos que pasé con cada uno. No mucho, al menos. Solo me tengo que bancar que cada tanto Gustavo venga al programa a ayudarnos con la producción. Al principio, creí que quería vigilarme, pero lo cierto es que lo necesitamos y estoy casi seguro de que lo hace de buena onda. Aunque un par de días quedé con dolor de cabeza. A veces siento que me echa alguna maldición.

Como sea, hace poco Tobi y yo hablamos con la directora de la radio, a ver si trae a un productor. Nuestro turno está casi vacío, porque con la excusa de la crisis económica, siguen sin reemplazar a la gente que se jubiló.

Salgo de la cama y le pongo comida a la gata. Mientras desayuno, chequeo los mensajes del celular. "La brasilera", como le decimos a la directora por su ascendencia carioca, nos contestó:

Rocío Belem: Hola, chicos, cómo están? Estuve pensando en lo que me dijeron. Salen muy bien al aire y la audiencia subió desde que conducen juntos. Les puedo conseguir un productor, pero creo que estaría bueno sumar una voz femenina al programa, para que las oyentes se identifiquen, ya que los siguen muchas mujeres. Pensé en Karina Giménez. Quieren hablarlo hoy? Pueden pasar por la radio después del mediodía?

Tobías Angenot: Sí, dale, no hay problema.

Francisco Papalini: Me parece una buena idea. Charlémoslo.

Por supuesto, automáticamente llamo a mi ex.

—Hola, Fran. Estaba por llamarte.

—Boludo, ¿leí bien? —le pregunto—. ¿La brasilera quiere poner a mi ex novia en el programa con nosotros?

—Sí, leíste bien. No lo puedo creer. Es muy raro todo esto. O sea, no tengo problema con que se sume una chica, pero... ¿justo ella?

—Es demasiada casualidad... —afirmo—. Igual, seguro Karina va a decir que no.

—Fran, mirá los mensajes... —me dice, con tono alarmado.

Minimizo la llamada y vuelvo al WhatsApp.

Rocío Belem: Ya hablé con ella y se mostró interesada. Me dijo que justo estaba buscando cambiar de horario. La cité también para la reunión, junto al productor.

—Nah, esto es muy raro —exclamo—. ¡Me quiero cortar las pelotas! Todo bien con vos, Tobi, pero: ¿cómo puede ser que justo tenga que conducir un programa con mis dos ex? ¿Qué karma es este?

—Tranquilo, Fran —me calma—. Por ahí vamos a la reunión y Karina cambia de idea. O sea, no puso una cara muy feliz cuando nos vio la otra vez... no sé si te superó del todo.

—Bueno, quizás sí, y yo soy el que no la superó —especulo—. Por algo me persigo... si ella no rechazó la propuesta de Rocío, sabiendo que es para conducir con nosotros, es porque no le afecta cruzarme.

—Esperemos al mediodía, a ver qué onda —sugiere Tobi—. Por ahí la brasilera la está presionando. Como sea, si Rocío quiere que conduzcamos juntos, vamos a tener que hacerlo y poner lo mejor de cada uno. Como si todo estuviera bien. Al fin y al cabo, los tres somos profesionales —sentencia mi ex, con total madurez.

—Tenés razón... Veamos qué pasa. Igual, sea lo que sea, vamos a salir a flote.

—Así se habla, amigo —expresa, sonriendo.

Es la primera vez que me dice así: "amigo". Me da ternura.

—Gracias, Tobi. Sos un genio.

—Vos más —me contesta—. Nos vemos en la radio.

La maldición de mi ex (Te rescataré del Infierno 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora