7. Frecuencias fantasmales

29 4 18
                                    

El lunes, entro a la radio un rato antes y me encuentro con Tobías y Nicolás en el bar. Karina llega unos minutos más tarde. Conversamos algunas cosas del programa, ansiosos porque es el primero. Nicolás tiene todo bastante organizado y nos da acceso a una carpeta de almacenamiento online, que abrimos desde nuestros celulares.

Subió un montón de información para el programa, entre ellas las grillas con la música. Nos ofrece imprimirlo, pero le decimos que no, para no gastar papel.

En cuanto comienza nuestro turno, Tobías se va a conducir la primera hora, después de la que empieza nuestro programa. Me quedo con Nicolás y Karina. Se produce un silencio...

Me siento algo inquieto. Karina le hace un chiste y se ríen. Me molesta que se lleven tan bien... Camino rápido hacia la máquina de café y me quedo un rato largo eligiendo.

—¿Ya encontraste lo que vas a pedir? —La voz de Nico me sorprende. Ni siquiera escuché sus pasos. Qué sigiloso.

—Esta máquina tiene tantos sabores que me confunde.

—A mí también me mareaba al principio. Ya probé todos. Te recomiendo el café con sabor a almendras.

—No, mejor un chocolate caliente —le digo, seleccionándolo en la máquina.

—Gracias por avisarme lo de las llaves.

—No hay de qué. Me encantó tu llavero, eh. Fantasía es una de mis películas favoritas de Disney —le cuento—. Mi viejo nos la compró a mis hermanos y a mí y la veíamos todo el tiempo.

—¡Es una obra maestra! Yo tuve casi todas las películas de Disney. Las amo. Colecciono varias cosas. Remeras, pines, algunos juguetes.

Lo que me cuenta me resulta adorable.

—No te imaginaba así. —Entrecierro los ojos—. Siempre tan serio y formal...

—No me da para venir con la cara del Pato Donald en el pecho. —Se sonroja.

—Vos porque no me viste con mi remera de Linterna Verde. Cualquiera de estos días la traigo.

Nos reímos.

—Disculpame, Fran. —Escucho la voz de Karina, que nos observa parada a mi lado—. ¿Vas a sacar tu bebida de la máquina? Se va a enfriar.

—Ah, sí... Me distraje.

Saco el vaso con cuidado y la dejo pasar. Veo que pone los ojos en blanco y suspira, antes de apretar los botones.

Nicolás saca una gaseosa de otro aparato y me hace un gesto para que lo siga hacia la mesa del bar.

—No te tiene que importar lo que diga el esto. —Me siento frente a él—. Trabajamos en un medio de comunicación, no en una oficina. Traé la remera que quieras.

Nico inclina la cabeza hacia el costado y hace una mueca.

—Lo voy a pensar.

Justo en ese instante, Karina se sienta a mi lado.

—¿Todo bien? —le pregunto.

—Sí. —Da un largo suspiro y mira el reloj—. Estoy ansiosa. No veo la hora de empezar.

—Quedan pocos minutos...

—Vamos a hacer el mejor programa del mundo. Así aplastamos a tu ex. —Karina me guiña un ojo.

Me quedo boqueando, sin saber qué contestarle. No solo me está confirmando que sabe que salí con él, también me está exponiendo delante de Nicolás.

—¿Tu ex? —me pregunta Nico.

Karina bebe de su café y mira hacia el costado casualmente, como si no hubiera tirado una bomba. Nicolás abre bien los ojos, terminando de comprender.

La maldición de mi ex (Te rescataré del Infierno 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora