Lotto (EXO)-Chanyeol

Capítulo 7

_____ se encontraba sentada en el suelo, junto a un sofá frente a la mesa de té. Estaba tomando lentamente su comida, como si no quisiera acabarla. De repente sintió cómo la puerta se abría, sabía que era Chanyeol pero no le miró ni se volvió en su dirección.
Sus pasos cada vez se acercaban más y acabaron por apagarse al llegar junto a ella. Se sentó en el borde del sofá, con los codos apoyados en las rodillas y las manos entre sus piernas ligeramente abiertas. Chanyeol la miró en silencio unos instantes y _____ se contuvo para no mirarle.
–Sabes que es peligroso–dijo él a sabiendas de qué era lo que tanto la molestaba.–Si te capturan y...
_____ no le dejó terminar y se volvió hacia él, fulminándolo con la mirada como pudo, dolida. 

–No sigas, no te inventes excusas de que es para mantenerme a salvo, no te importo una mierda–dijo ella dándose cuenta de repente de cuáles eran las intenciones de todos.–Lo único que te preocupa es que si me capturan y me interrogan, sea capaz de decirles alguno de vuestros planes o secretos. Quieres que si me torturan no tenga nada para decirles. Es eso lo que te preocupa.

La lágrimas le ardían en los ojos con ferocidad, quemándola. El más alto se quedó paralizado, mirándola mezcla de asombro y molestia. Abrió la boca para decir algo, dolido. Pero se contuvo y decidió que era más fácil mentirle o decirle cualquier otra cosa. 

–¿Y qué si es así? Tengo derecho a preocuparme por mis secretos, por la seguridad de los míos.–dijo solamente en una voz peligrosamente baja.

_____ le miró sin verle, su mirada estaba borrosa por las lágrimas. ¿Por qué le importaba tanto eso? De nuevo esperaba de él cosas que jamás llegarían, ¿esperaba que le dijera que se equivocaba?, ¿que él se preocupaba por ella y no por sus secretos?, ¿que realmente quería mantenerla a salvo a ella? No, por Dios, no. Se equivocaba completamente, estaba totalmente equivocada, él jamás se preocuparía por algo que no fuera él mismo y esa especie de secta que tenía.

_____ no aguantaba más en esa habitación, no dijo nada simplemente se levantó y se fue lo más rápido posible, sin llegar a correr, no quería parecer desesperada por alejarse de él. Él solo se quedó así, se quedó en la misma posición sin mover un solo músculo con la vista clavada en el sitio que acababa de abandonar ella.

_____ ya no sabía qué hacer, no sabía dónde ir. No le dejaban salir de la casa, siempre que iba hacia la salida había un hombre vigilando, corpulento y armado. Ni que fuera una cárcel.
Paseaba por los pasillos pensando en qué haría ahora. No le importaba a nadie en esa casa, ni siquiera al hombre que había "cuidado" de ella y que la había "salvado/secuestrado".
¿Dónde dormiría ahora? ¿No podría volver a salir? ¿Se quedaría sola? ¿Y sus padres, estarán buscándola? No, claro que no. Sus padres se preocupaban bien poco por ella. Ya no le hacían la comida ni le preguntaban o hablaban desde que su hermano consiguió una beca y ella no. Su hermano mayor, atlético e inteligente, había conseguido una beca para estudiar tecnología y medicina, gracias a que un hombre le vio jugar al fútbol americano una vez, en el momento adecuado. Su hermano, brillante, inteligente y la sombra que ocultaba a _____.
Apretó los dientes. Estaba perdida, condenada a vivir por siempre en esa casa infernal, sin nadie a su lado, sin confiar en nada. Porque nada es lo que parece ser.

–tres–dijo Xiumin a Chen mientras buscaba en la pantalla pequeña de aquel ordenador antiguo. Contaba las toneladas de drogas que la mafia del "dragón de plata" había importado desde sus comienzos.
Kyungsoo se dedicaba a hacer un detenido estudio de estadísticas gracias a la información que Chen ordenaba y clasificaba para él.
Estaban los tres en el despacho de Chanyeol, quien les había cedido la sala para mayor concentración ya que la de Xiumin, Chen y Kyungsoo estaba junto a la sala de juegos de Kai y había demasiado ruido.
Chanyeol entró en el despacho cerrando de un portazo tras de sí, frustrado.
–Hoy te noto diferente–dijo Kyungsoo mientras le observaba por encima de su montura de las gafas.
Chanyeol no contestó y se centró por mostrar indiferencia y burla ante las insinuaciones del más bajo. Pero en esos momentos le salía de todo menos su máscara tan bien trabajada y ahora destruida por una niñata.