Almas Gemelas (A.G #1)

Capítulo 39

LIZ

Y así fue donde todo comenzó.

El desastre, el caos, la muerte.

¿Cómo pasamos a esto luego de todo lo planeado?

Es injusto.

Observo a mis amigos luchar contra el enemigo sin parar y jadeo cuando soy consciente de que abrazo un cadáver en mis brazos.

El cadáver de mi mejor amiga.

De mi Michí.

- ¡Por favor! - suplico, observando a Max ser despedazado por dos sangres de lobo. - ¡NO, POR FAVOR!

Me toma unos minutos llegar hasta Max, sollozando y mirando su rostro, sorprendida.

Y honestamente, pensé que saldríamos con la victoria.

Ahogada en pensamientos, sentí el filo de la cuchilla cortar mi cuerpo y luego, ya no sentí nada más.

Estoy muerta.

Todos lo están.

- ¡MICHELLE! - me levanto abromadamente y siento como a mi lado, Max se despierta; asustado y confuso. - Oh, dios mío.

Max enciende la lámpara de luz de la mesita de noche y trata de calmarme.

- Liz, amor. - comienza suavemente.

- Muerte y más muerte, fue horrible. - murmuro en completo shock. - Tu... estabas muerto.

- Hey, todo está bien; tranquila, aquí estoy.

- Ese es el problema, Max. - me observa confuso. - Nada está bien.

SEDRICK

- ¿Qué me estás diciendo? - cuestiono a Maximiliano con frustración. - Hemos planeado esto, meses atrás.

- Ese es el problema, Sedrick. - responde seguro. - Necesitamos cambiarlo todo.

- ¿PERO POR QUE CARAJOS HAY QUE CAMBIAR EL MALDITO PLAN? - mi grito aturde a los presentes. - Todo está perfecto.

- Sedrick, escúchalo. - ordena Loyd, con total seriedad. - Max tiene un punto, desde su desaparición, hemos estado de localización en localización y es algo extraño en mi opinión.

- Tenemos un topo. - asegura Max. - Alguien de nuestros hombres está del lado de Nicholas.

- ¿Cómo sabremos quién es, entonces?

- Haremos una junta e informaremos a todo nuestro supuesto plan, el topo le informara esta noche y lo atraparemos en la localización exacta donde se encuentra Nicholas Bondes. Luego acataremos el plan correcto.

- ¿Cómo sabes que tendremos éxito en su captura?

- Porque creemos saber quién puede ser.

- Entonces, manos a la obra, caballeros.

(...)

MICHELLE

Camino por la habitación con aires de preocupación y acaricio mi vientre con ternura, tal vez para calmar aquellos nervios y esa sensación de que algo malo va a suceder.

Ayer sentí algún tipo de conexión con Loyd, y es algo que, a pesar de todo, me intriga.

Llevo tantos meses sin verlo y el deseo de abrazarlo, me carcome cada día mas.

Mi vientre se mueve con brusquedad y me he es inevitable no soltar una maldición ante tal acción.

- Por favor, cálmate. - susurro, sentada en el comedor de este horrible lugar.