Capítulo 35 (Editado)

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MICHELLE

Acaricio el rostro angelical de Jonás y quito el paño húmedo de su frente.

Los sentimientos; frustración y tristeza se cuelan en mi sistema, provocando un fuerte dolor en mi pecho.

Él ha perdido a su madre y su hermana trato de matarlo.

Yo mate a una criatura que en un futuro llamaría hermano o hermana.

- Michelle. - Jezabel entra a la tienda y me dedica una pequeña sonrisa.

- Jez, hola. - trato de sonreírle y fallo en todos los intentos.

- ¿Cómo está el niño? - le mira fijamente.

- Esta mejor, la fiebre ha bajado. - le informo y ella asiente.

- ¿Cómo esta tú? - niego con la cabeza y ella me mira con lastima. - Entiendo.

- Duele, Jezabel. - susurro. - Yo soy un monstruo.

Desde mi llegada de ayer, he estado dialogando con Jezabel todo el tiempo.

Le conté sobre la muerte del futuro miembro de la familia Rivaldo y ella me confeso los cambios que tuvo Drake con respecto a ella, ambos tuvieron una noche llena de pasión y de eso, llegaron los gemelos.

Si, son dos.

- No es tu culpa, Michelle. - niego nuevamente y salgo de la tienda.

- Olvida lo que dije. - gruño. - Necesito un baño.

Jezabel asiente lentamente y tomo una muda de ropa prestada.

Llego al rio más cercano en menos de un segundo y comienzo a desnudarme, después de cerciorarme de que no haya nadie en esta zona.

Dejo la ropa en una roca y entro al agua, ignorando el hecho de que está congelada.

Camino un poco y el agua me llega hasta mi pecho, aprovecho mi soledad y limpio con tranquilidad mi cuerpo.

Una fuerte ráfaga fría hace que me estremezca y siento su presencia.

Persona que no he visto desde ayer en la tarde.

Me doy la vuelta y me topo con un sonriente Loyd.

- ¿Interrumpo? - pregunta ronco, niego con la cabeza lentamente y él sonríe aún más.

- ¿Qué haces aquí? - pregunto, sorprendida.

- Te vi salir del campamento. - se encoje de hombros. - Quería hablar contigo.

- Estamos hablando, Loyd. - el niega divertido y se acerca a la orilla del rio, quitándose su camisa. - ¿Qué haces?

- Necesito darme un baño. - contesta.

Luego se quita sus pantalones y queda en bóxer, dejándome sin habla.

- ¿Puedo acompañarte, mi amor?

Mi cuerpo se estremece ante la sensualidad

No puedo negarme a su propuesta cuando ya lo tengo desnudo y pegado a mi cuerpo.

- Loyd, no dije que sí. - murmuro.

- Tampoco que no. - susurra en mi oído y muerde el lóbulo de este. - Te deseo, Elle.

Mi cuerpo se calienta y ya no siento la frialdad del agua.

- Loyd. - Jadeo cuando toma mis caderas y pega mi trasero a su pene. - Oh, dios.

- Necesitas sentirte bien, Michelle. - susurra, frotándose contra mi cadera. - Déjame hacerte sentir bien.

- Pensé que querías hablar. - el ríe divertido.

- Puedo decirte tantas cosas y no hay necesidad de hablar para demostrártelas. - toma mi mano y la posa en su pecho, siento su corazón bombardear con rapidez y el mío se detiene.

- Loyd.

- Te amo, Elle. - susurra, besando mi cuello. - Maldición, en verdad lo hago.

El me ama.

Loyd me da la vuelta y sin pensarlo dos veces, rodeo mis piernas en su cintura.

El gruñe sonoramente y le beso.

Al principio, el ritmo de nuestro beso es lento y gentil pero luego, comenzamos a besarnos con desespero y brusquedad.

Bajo un poco mi zona íntima y roza con la suya, suelto un gemido de satisfacción y Loyd busca más fricción entre nuestros cuerpos.

- Hazme sentir, Loyd. - susurro entre jadeos.

Loyd comienzo a descender sus besos a mi pecho y besa mi pezón izquierdo, mordiéndolo.

Luego hace lo mismo con el pecho derecho y comienza a caminar hacia una zona más alejada y privada.

Loyd roza su miembro contra mi clítoris y gruñe.

- ¿Segura?

Asiento, segura de mi decisión y siento como se hunde en mí.

Suelto un grito de dolor y después de unos minutos, desaparece.

Loyd toma mis piernas y comienza a penetrarme con más fuerza.

- Joder. - susurra con ronquedad.

Agarro su cabeza en mis manos y las cierro cuando siento que cada vez, aumento la velocidad y se hace más brusco.

Loyd anuncia que ya está por llegar al deseado orgasmo y siento que el mío llegara en menos de nada.

Loyd suelta un gemido y comienzo a bajar la intensidad.

- Oh, diablos. - ruge, cuando mis paredes abrazan su miembro y nos hace llegar al orgasmo.

Siento como descarga todo su semen en mi interior y suspiro, recargando mi frente en su hombro.

-Te amo, Loyd. - susurro después de tomar un bocado de aire, Loyd abre la boca debido a la sorpresa y le beso, sonriente.

Loyd corresponde mi beso, con una sobreabundante felicidad y luego se separa.

- ¿Segundo round? - me mira con picardía.

- Pensé que nunca lo preguntarías.

(..)

NICHOLAS

Observo la escena con furia y mi corazón se estruja al escuchar aquellas palabras.

Ella no puede amarlo.

Ella me ama a mí.

- Nick, es hora de irnos. - susurra la bruja. - No tardaran en captar nuestra esencia.

Miro a Nicole con molestia y luego a Dawson.

- Nick, vamos. - toma mi brazo. - Ella no te quiere.

Mi lado lobuno solloza herido y gruño.

- Cállate.

Observo como mi hermano la besa y la hace suya una y otra vez, ambos con una absurda felicidad.

Ambos enamorados.

- Nicole, ¿no puedes hacer un encantamiento en ella? - Nicole frunce el ceño, confundida y luego asiente.

- ¿Qué clase de hechizo?

- Uno que me permita controlarla, bruja. - ella me mira molesta y luego asiente.

- Puedo hacerlo.

- Bien. - doy la vuelta y me alejo. - Dawson, reúne a mis aliados.

- ¿Qué harás, Nicholas?

- Secuestrare a aquella mujer. - la mira ceñudo. - Esta noche.

Almas Gemelas (A.G #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora