Capítulo 3

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MICHELLE 

Me siento en la arena de la playa y miro al cielo, contemplando las hermosas estrellas.

¿Qué acaba de pasar?

Acabo de besar a un chico que no conozco.

¡Excelente trabajo, Michelle!

- ¿Estas bien? – pregunta Nicholas preocupado.

Bueno o eso deja ver.

- Hace un poco de frio pero estoy bien. – respondo tratando de lucir tranquila.

- En el auto hay ropa seca, puedes tomar algo si así deseas – Silencio – Sabes, no me refería a físicamente, lo que paso hace un rato... – empieza a mencionarlo.

- Si, lose – suspiro. – Eso fue un desliz, nos dejamos llevar.

- Si pero yo... – tose –... yo sentí algo durante el beso, una conexión.

- No puede ser, apenas nos conocemos.

- Lose pero me sentí diferente... – suspira. - ... cuando nos besamos, me gusto y mucho.

Paralizada, así me encuentro en estos momentos.

Nos conocemos desde hace una hora y creo que el término "conocer" no es válido en estos momentos.

- Yo necesito ir a casa, en serio. – me levanto aturdida y el trata de tocarme. – No, no me toques.

- ¿Qué? – pregunta un poco molesto. – ¿Soy un bicho raro ahora?

- No, no.

- ¿Entonces?

- Yo... – trato de responder y al no encontrar respuesta, busco otra solución; correr. – ¡Adiós!

- ¡Bella!

Trato de voltearme para verlo una última vez pero tropiezo con una roca y caigo de cabeza al suelo.

- Demonios, nena. – escucho maldecir a Nicholas.

Me levanto del suelo con un dolor punzante en la cabeza y gimo cuando toco el área afectada.

Demonios, he tropezado.

¡Típico de ti, Michí!


NICHOLAS

Tomo a la castaña en mis brazos y suspiro.

- Chica torpe. – consigo decir, en realidad hace bastante frio, será mejor que lleve a la castaña a su casa.

Miro a la chica en mis brazos y me percato que acaba de dormirse.

Demonios.

Veo hacia la multitud de gente o lo que resta de ellos y trato de localizar a alguna de sus amigas pero no hay ningún rastro de estas.

Tomo a la chica y joder, se ve hermosa dormida. Tan pacifica, tan inocente, tan fuera de mi oscuro mundo. Mi vida ha sido una hostia, me he acostado con mujeres a lo largo de mi vida y nunca me he quedado con ellas a más de una hora pero con esta chica es diferente, es igual a ella.

Ella me hace sentir completo en estos momentos.

La llevo al coche y la recuesto en el asiento de copiloto.

- ¡Eh, no te la lleves! – un grito masculino se escucha a mis espaldas y siento como la persona comienza a correr hacia el auto. – ¡Es mi mejor amiga!

Almas Gemelas (A.G #1)Where stories live. Discover now