Capítulo 16 (Editado)

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MAX

Salgo del apartamento de Lis a paso veloz y furioso.

¿Cómo mierda él pudo hacer eso?

Atravieso el bosque con la ira recorriendo mis venas y llego a la mansión de los Bondes en segundos.

Abro la puerta principal de un portazo y una de las chicas del servicio me mira asustada.

- ¿Dónde está tu alfa? – pregunto con voz ronca.

- Arriba. – contesta la chica, temblando. – En su oficina con una visita.

Llego a la planta superior y camino hasta la oficina de Anthony Bondes.

No toco la puerta y entro, molesto.

Y todo empeora cuando encuentro a mi alfa con la madre de mi novia.

Ambos desnudos y sudorosos.

- ¿Pero qué mierda? – me escucho gritar con fuerza.

Anthony se separa de la mujer como si nada y esta me mira asustada.

- ¡Explícame que coño pasa aquí! – señalo el acto que acabo de presenciar.

- ¿Qué haces tú aquí? – pregunta Anthony con normalidad.

- ¿Qué haces tú con esta mujer? – contracto serio.

- ¡Es mi maldito asunto, Max! – gruñe. – ¡Lárgate!

- ¡También es el mío, cabrón! – me acerco a mi alfa. – ¡Es la madre de mi novia!

- ¿Max? – pregunta una voz entrando. Nicholas. – ¿Qué pasa aquí?

Nicholas mira a los presentes y se fija en la mujer que trata de tapar su desnudez con el escritorio.

- ¿Alguacil Santos? – la mujer sonríe nerviosa y mira a Anthony, como si este le fuera a salvar. – ¿Qué significa esto, Anthony?

- Vístete, Ellen. – habla el con seriedad, la mujer toma su ropa y se viste rápidamente, huyendo de la escena como la puta que es. – Estoy persuadiendo al alguacil a no meterse en nuestros asuntos como manada y sangres de lobo.

- ¡Oh, pero metiéndole el pene para cerrar el trato! – grito. – ¿Me equivoco?

- Max. – advierte Nicholas. – Tú más que nadie sabe que odio a mi madre pero ella es tu mujer y como tal, merece tu respeto.

- No se metan en mis asuntos, ¡Yo soy su alfa!

- ¿Qué está pasando aquí? – la madre de mi amigo entra con confusión y su ceño se frunce cuando ve a Anthony usando un bóxer.

- Zarret, vete de aquí. – habla Nicholas, su madre le mira mal y después camina hacia Anthony.

- ¿Qué está pasando, amor?

- Tu hijo y su amiguito están colmando mi paciencia.

- ¡Nicholas! – le riñe y este rueda los ojos.

- No finjas que te importo.

Zarret blanquea los ojos y después cambia su expresión hacia la ventana.

- ¿Qué haces aquí, Max? – me pregunta Nicholas confuso.

- Alguien me envió una foto esta mañana de la alguacil y Anthony juntos en una cafetería y con las manos entrelazadas. – Zarret jadea sorprendida y mira a su esposo.

- ¿Eso es verdad? – pregunta pero él no responde. – ¡Contesta!

La habitación se queda en silencio y el ambiente se vuelve tenso.

- Lo es, mujer. – habla su hijo, sobresaltándonos.

Pero no Nicholas, sino Loyd Jette.

- ¡Loyd! – chilla Zarret al ver a su hijo mayor entrar a la habitación con una sonrisa escalofriante. – Loyd, hijo.

- Ese es mi nombre, señora. – responde este divertido. – Pero yo ya no soy tu hijo

Los ojos de la señora Bondes se cristalizan y abraza a un Anthony tenso.

- ¿Qué cojones haces aquí? – pregunta el alfa con desprecio.

- Fue sencillo, tus guardias son débiles para mí. – contesta. – Solo vine a saludar a mi pequeño hermano. – Nicholas gruñe a mi lado. – Y a recibir un agradecimiento grato por salvar a aquella chica.

El alfa y su mujer le miran con confusión pero Nicholas hace un amago de abalanzársele.

El cuerpo de mi amigo se queda paralizado y este gime.

- No, uh. – habla Loyd. – No hay que recurrir a la violencia. – sonreí. – Como sea, me retiro.

Los presentes le observan tensos y el sale de la oficina, quedando en el pasillo y caminando hacia las escaleras.

- ¡Ah, espero que te haya gustado la foto, Maximiliano! – le escucho gritar antes de verlo desaparecer, como habitualmente lo hace.

- Ese hijo de puta. – susurra Nicholas con rencor.

MICHELLE

- Me encanta la psicología inversa. – susurra a mi lado, Nathan.

- ¿Y eso porque? – le pregunto, sumida en mis apuntes mientras devoro mi emparedado de jamón y queso.

- Es divertido, solo eso.

- Para ti, todo es divertido. – se ríe.

- ¿Qué te puedo decir? – me quita mis apuntes y le miro con el ceño fruncido. – Me gusta divertirme.

- ¡Dame! – se los quito.

Hoy, supongo que es un dia regular.

Aún sigo pensando en Nicholas.

Nuestra relación es complicada, él vive lejos y yo vivo en Richmond. Me he dejado llevar y he decidido por primera vez, desobedecer a mis padres en respecto a él. A pesar de mis diecinueve años, siempre obedecí a mis padres en cuanto a todo lo que gira en mi vida pero ya no, quiero vivir por mi cuenta.

Una de mis opciones durante estos días ha sido mudarme a Mystic Falls y trabajar allá, pero aún no se si arriesgarme de esa manera.

He estado mensajeando con Nicholas frecuentemente y he decidido descubrir si es o no un licántropo. No lo he vuelto a ver aquí en Richmond y he pasado la mayoría del tiempo con Nathan, quien no para de joderme.

- ¿Pensando en mí? – pregunta Nathan coqueto.

- Ya más quisieras.

Nathan ríe y continua devorando esa manzana en su mano, mirando un punto vacío en la cafetería.

- Oye, ¿Qué te parece si vamos a Mystic Falls el fin de semana? – propongo inocente.

Nathan gira su cabeza hacia mi bruscamente, juro que se partió el cuello, y me mira como si estuviera loca.

- ¿Qué? – pregunta.

- ¿Quieres venir conmigo a Mystic Falls? – le pregunto una vez más. – Iré a ver a unos amigos y no quiero viajar sola.

- ¿Y lo harás con un chico? – pregunta burlón.

- Eres mi único amigo aquí. – me encojo de hombros. – Pero si no quieres ir, lo entiendo.

- ¿A quién iras a ver realmente, Michelle? – pregunta sospechoso.

- ¿Por qué iría a ver a alguien especifico?

- Te conozco un poco y sé que hay alguien allá que te gusta. – me sonríe.

- Nate, no. – pero él insiste, demasiado en realidad. – ¡Bien, me gusta alguien!

Nathan sonríe ampliamente y me mira curioso.

- ¿Cómo se llama?

- Nicholas.

Su sonrisa se borra pero continúo con mi confesión.

- Me está empezando a gustar Nicholas Bondes. 

Almas Gemelas (A.G #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora