☠ 13 ☠

11.6K 1K 74
                                    

     El frío cala mis huesos y la humedad se siente pesada en mi piel

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

     El frío cala mis huesos y la humedad se siente pesada en mi piel. Mi vientre está como si una manada de elefantes hubiera pasado sobre él y mi boca me pide a gritos que le dé algo de agua.

No sé cuánto tiempo llevo aquí, he perdido la cuenta. Ares está tardando demasiado en rescatarme. ¿Y si no consigue salvarme? ¿Y si mi final es este, aquí, a manos de Tyler?

No. No, por favor.

Sé que Ares vendrá, también papá, y acabará con la pesadilla que es esto. No he visto la luz del sol en lo que parece ser una eternidad. Quiero ver a mi hija, necesito abrazarla y saber que el malnacido de Tyler no le ha puesto una mano encima. Aunque sé que, por mucho que quiera, Ares no lo permitiría. Mucho menos sus abuelos.

Dejo de respirar cuando la potente figura de la persona causante de mis pesadillas aparece por la puerta. Mi mundo se detiene cuando comienza a desnudarse. ¡No, no, no!

Con la poca fuerza que me queda, intento buscar una vía de escape, pero no hay nada. Ni siquiera una ventana. Me tienen encerrada, seguramente en un sótano.

Tiene una sonrisa malvada plasmada en su rostro, está disfrutando con esto. En mi mente maldigo el día en que lo conocí, el día en el que escapé a su lado. ¿Por qué lo hice? Simple: mi hija. Tenía una vida que proteger plenamente y muchas por salvar. Era la mejor opción.

—Mi putita está despierta. Ya era hora —sigue desnudándose, pero sólo alcanza a quitarse la camiseta, la chupa con el parche de su ahora nuevo club cuando me lanzo sobre él. Araño su cara, muerdo su hombro y me siento bien cuando lo escucho gritar—. ¡Ah, perra!

Salto del golpe, caigo al suelo y en segundos está sobre mí.

Dios, si me estás escuchando, haz algo. Escúchame, por favor. Ayúdame a salir de esta.

Cierro los ojos, dejo que las lágrimas salgan mientras me retuerzo por librarme de él. Mis esfuerzos son en vano. Él es más fuerte.

Con un cuchillo que toma de su tobillo, rasga los laterales de mi ropa y me deja desnuda en cuestión de segundos.

—¡Esto sí que es un espectáculo!

Con la camiseta que antes adornaba su torso, amarra mis manos sobre mi cabeza. Suspirando de placer, se deshace de la tela rota.

Escupe en su mano, sonríe y guía sus dedos hacia mi coño. Pataleo y grito, pero su mano me tapa la boca.

—No te molestes, estamos solos. He mandado a todos que se vayan.

Abre mis piernas y se sitúa entre ellas. Puedo sentir la punta de su miembro abriéndose entre mis pliegues, y no me puede dar más asco. Siento náuseas.

Eleva con una mano mi cuello hasta que queda firme, lo besa, lame y chupa a su antojo. No paro de moverme, de intentar sacarme a este hijo de puta de encima.

—Tranquila, ahora viene lo mejor —recorre mi clavícula con la lengua, abre más mis muslos y entra de mí de una sola embestida—. Jodido paraíso. Joder, cómo te he echado de menos. Es hora de borrar el recuerdo de ese canalla sobre ti.

Sollozo, incapaz de poder hacer nada más. Lo ha vuelto a hacer. Ha vuelto a por mí. Me ha reclamado de la manera más asquerosa y rastrera que hay.

El ritmo que mantiene es feroz, buscando su propio placer y para nada preocupado de que me esté forzando. Toma mis manos, las coloca detrás de su cuello, rodeándolo y me sonríe.

Una idea me pasa por la cabeza, y antes de que siquiera poder pensar, lo estoy haciendo: aprieto su cabeza contra mi pecho, apretando con mi máxima fuerza.

Escucho su gruñido, cómo se mueve para intentar librarse. Pero no puedo parar. No ahora. Comienza a moverse desesperado para librarse de mí, y yo, más desesperada aún, busco algo con lo que pueda ayudarme.

El cuchillo con el que cortó mi ropa está junto a sus muslos. Para mi mala suerte, el nudo que hizo a mis manos no era tan fuerte, por lo que grito cuando mis manos quedan libres, me deshago del nudo y él puede tomar una ráfaga de oxígeno.

Antes de poder reaccionar, tomo el cuchillo y lo estrello contra su piel. Contiene el aliento, observa detenidamente a mis ojos, luego a mi mano clavando el cuchillo en su costado y vuelve a mí.

No espero a que reaccione, lo saco y vuelvo a hincarlo en su piel. Sin una pizca de fuerza, consigo levantarme y alejarme de él. Su mirada, sorprendida, sigue cada uno de los pasos que doy.

Consigue levantarse, grito sorprendida y corro con las pocas fuerzas que me quedan hacia la puerta. La cierro antes de que llegue a mí, consiguiendo atrapar sus dedos. Percibo su grito, pero me da igual.

Encuentro una barra de metal justo en el suelo, la tomo y cruzo la puerta de manera que no pueda salir. No le quedará otra más que morir ahí dentro.

—¡Hija de puta! —gruñe de dolor, golpeando la puerta—. ¡No irás muy lejos, tengo a mis hombres vigilando fuera!

—Ya no más —susurro—. Ya no más, Tyler. Se acabó.

Desnuda, tal y como mi madre me trajo al mundo, doy pasos leves por el lugar. Está todo muy oscuro. Esperaba que fuera de día. Tengo que esconderme detrás de un pilar cuando escucho voces masculinas, pasos fuertes.

Pero no es una persona, no: se escucha como si fuera un ejército. Pero suenan como si estuvieran en la misma situación que yo, como si estuvieran huyendo de algo.

—Vamos, por aquí. Tiene que estar aquí.

No puede ser.

¿Ares?

Dejándome guiar por mis instintos, salgo del escondite y me encuentro a la mayoría de los hermanos de Bloody Hell. Todos paran en cuanto me ven, sorprendidos. Miro mi desnudo cuerpo.

Tengo magulladuras por todo él, moratones y una gran herida recorre mi lateral izquierdo. La herida ocasionada por el cuchillo con el que rompió mi ropa.

Siento que me falta el aire, mi cuerpo se debilita y mis piernas tiemblan. Ares me toma entre sus brazos antes de que mi cuerpo toque el suelo, observa con cuidado todo mi ser y maldice.

—Ty-tyler —susurro sintiendo mi boca seca—, está en una habitación a cincuenta metros de aquí. Al borde de la muerte. Y-yo le clavé un cuchillo, Ares, yo lo maté.

—Chis, ya. Ya está. Ahora estás a salvo.

Stained © (Bloody Hell MC #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora