Capítulo 27.

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Cuando las invitaciones para la boda estuvieron listas y me fueron entregadas, fui consciente de un pequeño detalle, algo que había pasado por alto, mis manos acariciaron el papel y sentí mis ojos arder, pero ninguna lágrima cayó de estos.

El día de la boda era el mismo día que se vencía mi contrato con la madre de Myungsoo, el último día para hacerlo regresar a mí.

Mientras metía aquellas invitaciones en sus respectivos sobres, mi cuerpo iba sintiéndose más y más pesado. Myungsoo apareció en la sala y se sentó a mi lado, comenzó a hablar de algo, mi mente estaba en otro lado, muy lejos de ahí, perdida en recuerdos.

ㅡ¿Sungyeol?

ㅡ¡Ah! Lo siento, estaba... no importa.

ㅡEntonces... ¿sí estás saliendo con él?

ㅡ¿Saliendo con quién?

ㅡCon Yuki, yo... bueno, tú sabes, lo del otro día.

ㅡ¡Ah eso!, no realmente, supongo que solo follamos y ya, no es nada serio.

La verdad era, que nunca había follado con Yuki, era él quien siempre me hacía orales y yo me aseguraba de que Myungsoo estuviera presente para vernos, mis opciones iban agotandose y había tomado medidas desesperadas.

Solo faltaban tres semanas para la boda, tres semanas para que el plazo se cumpliera y todo terminara. Pero en lugar de avanzar, parecía que iba retrocediendo, Myungsoo me evitaba cada vez más, aún cuando yo intentaba acercarme a él, él buscaba excusas para no tenerme cerca.

¿Debería darme ya por vencido? Había llegado tan lejos, lo había soportado por tanto tiempo que parecía estúpido querer rendirme ahora.

Suspire y tomé el montón de invitaciones que debía enviar ese día, fui temprano al correo y luego me dirigí a la empresa, encontrandome con Myungsoo en el elevador.

ㅡBuenos días, señor Kim

ㅡBuenos días, Yeol.

ㅡTodas las invitaciones han sido enviadas, ya solo falta ir a recoger su traje y el vestido de Suzy.

ㅡMuchas gracias, Yeol, de verdad no sabes cuanto te lo agradezco, he estado lleno de trabajo y Suzy también, tenerte es como una bendición.

ㅡNo es nada, es mi trabajo.

Myungsoo abrió la boca pero no pudo decir nada más, pues habíamos llegado a nuestro piso.

Me senté en mi escritorio, pensando en qué debería hacer a partir de ahora, tal vez debería comenzar a empacar, buscar un nuevo trabajo y un lugar para vivir.

Mi teléfono sonó y dude mucho en responder cuando vi el nombre en la pantalla.

ㅡDiga.

ㅡTe veré en mi oficina en media hora.

ㅡEstoy un poco...

ㅡEn media hora.

ㅡSí señora Kim.

Cuando me encontré frente a frente con la madre de Myungsoo, ella me dedicó una sonrisa burlona, me miró de pies a cabeza y se acomodó en su silla.

ㅡEl tiempo se termina.

ㅡAún tengo algunas semanas.

ㅡ¿Crees poder lograr en semanas lo que no pudiste en meses?

ㅡVoy a intentarlo.

ㅡComo sea, para eso no te llamé, sobre el contrato, ¿a dónde te quieres ir? Necesito comprar el boleto de avión de una vez.

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