Capítulo 1.

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[POV SUNGYEOL]

Su suave respiración contra mi rostro me despertó, eran apenas las 6 am en punto, me dolía el trasero, Myungsoo había llegado de Francia y nada más cruzó la puerta, me devoro los labios y me terminó haciendo el amor en el comedor... La comida que había preparado, se había enfriado y el estómago me gruñía horrores.

Intente levantarme, pero me tenía bien aferrado por la cintura, me gustaba el lado posesivo de mi hyung, siempre pegándome a él como si temiera que en cualquier momento fuera a salir corriendo.

Como si pudiera a hacerlo, conocí a Myungsoo cuando tenía apenas diecisiete años, él tenía veintidós y ya se había graduado de la universidad, yo solo era un crio y no sabía qué hacer con mi vida, pero él me defendió cuando de regreso de una fiesta, unos tipos intentaron pasarse conmigo, era gay, pero no puto.

Myungsoo me salvo esa noche y me llevó a casa, me pidió mi número de celular y lo demás es historia.

Nos hicimos novios casi un año después, cuando Myungsoo obtuvo su primer papel protagónico en un drama que fue un éxito.

Dos años de salir juntos, casi tres de conocernos y seguía sintiendo esas estúpidas mariposas en mi estómago cada que lo veía, pero sino comía algo en ese momento, mis mariposas se morirían de hambre.

Mi estómago rugió de nuevo, tan fuerte que temí que Myungsoo se despertara, pero tenía el sueño tan pesado que una vez que cerraba los ojos, no los abría a menos de que lo sacudieras fuertemente. Poco a poco fui deshaciéndome del agarre que mantenía en mi cintura, mi delgado y debilucho cuerpo no ayudaba mucho, me inscribiría al gimnasio de la universidad la próxima semana.

Cuando por fin logre deshacerme del agarre, me estiré y sentí como algo espeso bajaba por mis muslos, cerrando los ojos, sintiendo mis mejillas arder, era semen, Myungsoo se había corrido en mi interior no una, sino tres veces, y una más en mi boca; fui directo al baño, abriendo la llave del agua caliente para darme una ducha rápida, moría de hambre y de sueño, tenía clase en cuatro horas y quería dormir al menos tres más.

El baño me relajo el cuerpo y mi trasero dejo de dolerme, mis piernas... supongo que el dolor de mis muslos se iría en unos días, hacía mucho que no las tenía abiertas por tanto tiempo; cuando salí de la ducha y me mire al espejo, casi dio un grito y mis ganas de ir a despertar a Myungsoo a almohadazos me hicieron dar más de tres pasos hacia la puerta.

Podía aceptar que me dejara el trasero rojo, incluso morado pero... Él lo sabía, lo sabía muy bien al igual que yo, el cuello estaba prohibido, en su caso, cualquier zona del cuerpo que se pudiera exhibir con facilidad, por eso su ingle estaba llena de mis marcas. Pero mi cuello ahora era un desastre, las marcas ya se habían tornado de un rojo intenso, a un morado oscuro, se extendían por todo el largo de mi cuello, hasta mi clavícula, incluso mis lunares que tanto le encantaban, ahora no eran del todo visibles gracias a dos pequeños moratones que los cubrían; ya me encargaría de él cuándo despertara.

Calenté la carne y la pasta que había preparado para Myungsoo, pero que ni siquiera había podido servir, sonreí como idiota, aún era joven y mis hormonas estaban alocadas, ¿y cómo no estarlo?, si tenía como novio a Kim Myungsoo, el chico que todas deseaban, incluso entre la comunidad gay era sumamente famoso, pero era completamente mío, solo mío.

Luego de llenarme la barriga, fui a la habitación, volví a recostarme con Myungsoo y lo abrace con fuerza, aun podía dormir tres horas más, mis sueños me llevaron lejos, muy lejos.

Sentí unos suaves labios recorrer la piel de mi cuello, sumamente sensible, haciéndome jadear incluso si no estaba del todo despierto, escuchando la suave risa de Myungsoo, eran tan sexy que simplemente con escucharlo hablar, ya podía sentir que me ponía duro como una roca.

Abrí lentamente mis ojos, encontrándome con esa profunda mirada de mi novio, el brillo en sus ojos me hacía saber que él me deseaba tanto como yo lo deseaba a él, que él estaba tan loco por mi como yo por él, su mano acariciaba mi abdomen suavemente, tan suave que me estaba excitando, pero tuve que detenerlo cuando mire el reloj.

-¿Por qué no me despertaste? Tengo clase en media hora, no voy a llegar.

Mi hyung soltó un bufido de frustración, era obvio que esperaba que lo de anoche se repitiera, pero ni loco faltaba a clases, estaba en finales y no podía darme el lujo de reprobar por una buena sesión se sexo... ¿Oh si?

-¿De verdad irás y me dejarás así?

Señalo su erección y yo sentí que me derretía por dentro, Myungsoo sabía cómo jugar sucio y eso no era justo, rodé los ojos e hice un pequeño puchero.

-Es tu culpa que llevemos dos meses sin hacerlo, no mía, ahora, debo ir a arreglarme para poder correr y llegar justo.

Él imito mi puchero y me dio un beso en los labios, además de una nalgada cuando me levante.

-Más te vale cruzar esta puerta desnudo cuando regreses, o alguien se enojara mucho.

-Lo prometo, te amo.

Bese sus labios castamente mientras me abrochaba los botones de la camisa, el mordió mi labio inferior y ronroneo como un gato.

-Te amo más.

-No pienso discutir contigo, ya tenemos un asunto pendiente que arreglar cuando regrese.

Señale mi cuello y él se rasco la nuca apenado, pero no arrepentido, se encogió de hombros y volvió a cubrirse con la sábana.

-No es mi culpa que me haya puesto celoso el idiota de Howon, me dijo que te habían estado coqueteando, bien... con eso ya no lo harán.

-No creas que con eso te salvas...

Reí bastante alto mientras me ponía los calcetines, medio me acomode el cabello y salí corriendo de ahí, la universidad me quedaba a 15 minutos en autobús, pero si tomaba un taxi, llegaría en menos de diez, así que lo hice; en todo el camino no pude dejar de sonreír, más aun cuando un enorme espectacular con la foto de Myungsoo anunciando algunos cosméticos, apareció delante de mí, mientras muchas chicas se tomaban foto con el espectacular... Yo lo tenía en casa esperándome.

AMNESIAWhere stories live. Discover now