~° One Shots e Imaginas de Marvel (Libro Terminado)

°Loki°

Nota: ignoremos las edades de los asgardianos, son un embole xD.
Supongamos que tienen entre 30 y 40 y todos felices ¿ok?.

~•~

*desde que conociste al príncipe de oscuros cabellos hace más de 20 años, no has podido sacarlo de tu cabeza y aunque llevan muchísimo tiempo sin verse, esos sentimientos aún se mantenían.*

Mi padre y Odin eran muy buenos amigos, pero un día, por un malentendido, terminaron distanciándose. Esto para mi era espantoso, pues tenía una bonita amistad con el príncipe Loki y toda esa pelea de adultos obviamente nos afectaba. Por caprichos de papá, abandonamos Asgard, siendo Midgard nuestro nuevo hogar.
Lo último que le dije a Loki antes de irnos sigue presente en mi mente todos los días, aunque hayan pasado ya 27 años.

Prometo esperarte, Loki. Pase lo que pase...

Y aquí estoy, en mi nuevo empleo como enfermera, cuidando de ancianos que sus familias no quieren cuidar. Cualquiera diría que pasar de lady a enfermera es algo deshonroso, pero realmente me gustaba mi trabajo.
Un buen día, debido a un chaparrón sorpresa, terminé en cama con gripe, por lo que tuve que faltar al trabajo.
Grande fue mi sorpresa al regresar tres días después y encontrarme con el mismísimo Odin en una mecedora, leyendo a gusto un libro.

—¿Mi señor? ¿Es usted?—me acerqué incrédula al hombre, quien tardó unos segundos en reconocerme.

—¿____? Si que has crecido, pequeña.—

—¿qué hace aqui? En Midgard... en un asilo.—

—Loki... el muchacho ya no es aquel niño dulce del que te enamoraste, ____.—estaba por negarlo—. Y no mientas, era más que evidente que ambos se amaban.—sonrió.

—¿qué paso?—

—Es una larga historia...—

—Bueno, hoy debo hacer horas extras...—Me senté frente a él.

Durante un largo tiempo, el hombre me contó todo lo acontecido. Desde la elección de Thor como heredero al trono, hasta la supuesta muerte de Loki.

—¿él... hizo todo eso?—solté algo defraudada.

—Me temo que sí. Su corazón fue corrompido por los celos y la ira, y el no tenerte cerca supongo que empeoró las cosas... eras la única que podía calmar sus berrinches.—sonreí.

—Era un buen niño...—recordé lo que acababa de hacerle al padre—. Entonces ¿simplemente lo dejó aquí?—asintió—. En cuanto lo vea...—cerré mis manos con fuerza.

—Eso será muy pronto, me temo.—

Esa misma noche, llegó un notificado de que derrumbarían el asilo por falta de pagos, y todos los habitantes serían reubicados. No es necesario aclarar que a Odin lo traje a casa, pues como nadie de su familia vino por él, me comprometí a cuidarlo.

—Estoy muriendo, ____...—soltó el dios mientras lo ayudaba a acomodarse en la cama—. Y cuando eso suceda, necesito que ayudes a mis hijos.—tomé su mano y le sonreí.

—Aún no es tiempo de su partida, pero cuando lo sea, yo cuidaré de esos diablillos.—el hombre sonrió.

•○•

Los días pasaron con tranquilidad, hasta que un domingo por la tarde, mientras Odin y yo estábamos en el jardín bebiendo limonada, un extraño portal se abrió unos metros frente a nosotros, del cual salieron disparados Thor y Loki.
El moreno se sacudió levemente el traje que traía, y al levantar la vista y encontrarse conmigo, se congeló.