"Desde que le confesé mis sentimientos a Peter, lo he estado evitando. Me costaba demasiado debido a nuestra amistad mutua con Ned, pero hacía mi mayor esfuerzo."
—¿harás el trabajo conmigo y con Peter?—
—No lo sé, Ned.—cerré mi casillero—. Sabes que no me siento cómoda cerca de Peter.—
—¿qué sucedió entre ustedes dos? ¿tan grave fue?—
—Cuando te manden a la friendzone, lo entenderás.—palmeé su hombro antes de caminar al salón de clases.
—Pero tienen que ser grupos de a tres, MJ y los demás miembros del grupo ya tienen compañeros. Dudo que consigamos a alguien más, sin mencionar que tú tienes que conseguir a dos.—suspiré.
—Esta bien... haré el trabajo.—Ned sonrió—. Pero sólo será el trabajo, nada de pijamadas ni juegos ¿entendido?—
—Entendido.—soltó desilusionado—. ¿Te veo en casa después de la escuela?—asentí antes de entrar a mi salón.
•○•
Al terminar las clases, compré unas rosquillas y algo de café, para luego ir a casa de Ned.
—Oh, llegas justo a tiempo.—exclamó Ned al abrirme la puerta—. Estábamos por empezar a trabajar.—entré a la casa.
—No podía llegar sin un poco de combustible.—le mostré la comida en mis manos—. Café con leche y rosquillas de chocolate para mi, capuchino y rosquillas de caramelo para ti y... Café negro y rosquillas de frambuesa para Peter.—vi al chico sentado en el suelo de la sala.
—Eres un ángel.—exclamó Ned mientras tomaba su comida.
—Hola.—Peter me dedicó una sonrisa mientras dejaba su bebida frente a él.
—Hola.—respondí cortante mientras me sentaba del otro lado de la mesita ratona.
•○•
Como todas las veces que hacíamos trabajos, lo terminamos sin demasiados problemas y bastante rápido. Pero cuando me preparaba para irme, Ned me pidió que me quedara.
—Por favor, quédate. Haremos una maratón de películas.—
—Ése no era el trato, sólo íbamos a hacer el trabajo. Además, tú te duermes después de la primer película.—
—¿Sabes algo? Desde que Peter y tú están separados, me cuesta demasiado mantener mi amistad con ustedes y... ya comienzo a darme por vencido.—Ned me miró triste—. Por favor, Peter es mi mejor amigo al igual que tú. No quiero que nos distanciemos.—suspiré.
—Tienes razón, mi problema es con Peter, no contigo... Me quedaré, pero promete que no te dormirás.—
—¡lo prometo!—
•○•
Y... se durmió.
—¿Ned?—solté al sentir la cabeza del chico en mi hombro—. Maldito Majin Boo, se durmió.—
—¿eh?—Peter, quien estaba del otro lado de Ned, me miró.
—¿podrías llevarlo a su cama?—el chico asintió mientras tomaba a Ned como si fuese un niño pequeño y lo llevaba a su cuarto.
Sí, estaba más que consiente de que Peter era el Hombre Araña, pero intentaba no darle demasiada importancia. Eso sí, si veía que estaba en peligro, no dudaba en decírselo y aconsejarle que tuviese cuidado.
—¿sigue durmiendo?—Peter asintió mientras entraba a la sala—. No es muy tarde, creo que lo mejor es que me vaya a casa...—
—¡espera!—Peter me tomó del brazo, volteé pesadamente a verlo—. ¿por qué estás tan enojada conmigo?—
—Pero yo no quiero que te alejes...—agaché la mirada, cerrando mis ojos con fuerza.
—Esto no se trata de lo que tú quieras, Peter... Debo irme ahora.—
—No... no te vayas.—
—¿es que no lo entiendes? Me duele, Peter.—exclamé a punto de llorar—. Me duele estar cerca tuyo, escuchándote decir cuánto amas a Liz. Me duele que sólo me veas como una amiga y... ya no puedo seguir fingiendo que todo está bien... No me alcanza con sólo ser tu amiga.—tomé mi mochila—. Adiós, Peter.—caminé a la puerta—. Cuida de Ned, ha comido muchos dulces, probablemente tenga pesadillas.—
Salí de la casa y comencé a caminar por la acera, no había demasiado movimiento por el vecindario. Las lágrimas que tenía acumuladas, fueron saliendo de a poco y no me molesté en evitarlo. Cuando sólo faltaban unas manzanas para llegar a mi casa, Peter apareció frente a mi, colgando de una de sus telarañas.
—¿¡qué haces aquí!? Alguien puede verte.—exclamé al ver que no traía su traje.
—No podía dejar que te fueras sin decirte algo importante.—negué.
—No hace falta, Peter. De verdad.—
—Sí que hace falta, eres la persona más importante para mi y no puedo verte sufrir de esta manera.—
—¿te olvidas de Liz?—solté con amargura.
—Tú eres mucho más importante que ella.—lo miré confundida—. Lo siento, sé que tardé demasiado en darme cuenta pero ahora entiendo que... aquello que tanto quería, siempre había estado a mi lado.—
—Peter...—
—Si no me odias tanto y aún me quieres aunque sea un poquito... ¿podrías perdonarme y darme una oportunidad? Solo una oportunidad, prometo no arruinarlo, o bueno... lo intentaré.—
No estaba muy segura de todo esto, pero al ver el rostro de Peter, pude ver que estaba siendo totalmente sincero conmigo. Me acerqué a él y besé su mejilla.
—Esta bien, Pet. Sólo UNA oportunidad.—el chico me miró sorprendido para luego sonreír—. Ahora, volvamos con Ned. Espero que no haya despertado gritando como un demente.—
Peter me acercó a él y rodeó mi cintura, para rápidamente elevarnos por los aires.
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