Ladrona

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Narra Sofía

Luego de un par de días los horribles granos que tenían empezaron a secarse.

¡Ahora era la Señorita Miss costras!

¡Me encanta!

Reí con amargura.

Al vestir, trataba de cubrir mi cuerpo lo que más podía.

--- Ya amor, deja de torturarte, no te ves tan mal.

Dorian estaba detrás de mi mientras yo me miraba en el espejo.

---Esta bien ¿Crees que debería ir a trabajar hoy?

Observé como su rostro cambió de estar sonriente a uno muy serio.

---Definitivamente no.

Hasta ahora no había logrado comunicarme con Rhett, nada profesional de mi parte, lo sé.

--- Si tienes razón, aún me veo fatal.

Resople con frustración.

---Me encanta como te ves.

Se acercó para besarme.

--- Lo dices porque me quieres.

Susurre contra sus labios.

--- Si también por eso.

Finalizó nuestro beso para colocarme un poco de labial rosa.

---¿Entonces si saldremos?

El castaño me había insistido para salir, quería que nos distrajeramos un poco, sólo el y yo. Naomi se quedaría bajo el cuidado de su niñera.

--- Ya me hice al dolor.

Me coloqué unas gafas oscuras y un sombrero.

Dorian me sonrió y tomó una de mis manos para así alejarnos de la habitación.

(...)

Caminábamos cogidos de las manos por el centro comercial. No pude evitar sentir celos al notar como muchas mujeres se le quedaban viendo a mi hombre, ni siquiera disimulaban. Debería estar acostumbrada a ello, ya que desde que tenía uso de razón esto siempre solía suceder cuando salía con este Adonis.

Aveces aún no me lo podía creer, al fin lo tenía y era mío sólo mío. Fue tan difícil superar los obstáculos que se nos presentaron para por fin estar juntos, que ahora estaba dispuesta a todo por hacer que esto funcionará.

---Mira mi vida se parece al traje de enfermera que usaste el día de mi cumpleaños.

El castaño se detuvo frente a un sexshop.

---Pero a ti te queda mejor que al maniquí.

Aseveró lamiendo su labio inferior.

---¿Disfrutabas mucho recibir ese tipo de regalo por parte de tu amigo?

Me sentía molesta al recordar lo que Andrés me había dicho acerca del tan inusual "regalo" que solía darle a su mejor amigo.

---Amor, no se tu pero a mi me ha dado mucha hambre ¿Vamos al patio de comidas?

Desvío la vista de mi.

--- No me cambies el tema y responde lo que acabo de preguntarte.

Sentía celos ahora mismo, se que era algo estúpido que los sintiera pero simplemente no podía evitarlo.

Continuamos caminando, el parecía no querer hablar del tema.

---¿Te acostabas con ellas?

Volví a interrogale, moría de curiosidad por saber al respecto.

La última oportunidad Where stories live. Discover now