-¿Estás disponible para comenzar de inmediato?-
-Sí.-
-Realmente no te veo mucha experiencia en restaurantes...-
-Siempre lo he hecho, um, trabajos de verano. Pero, sí, principalmente en menor.- La morena se movió en su asiento, sabiendo de antemano que su falta de experiencia habría traído problemas cuando intentara conseguir un trabajo como camarera.
-Entonces, ¿dejaste la escuela, o... ¿Por qué viniste hasta aquí?-
-Oh, no, um... bueno, hubo un accidente, así que tengo que cuidar de mi hermano.-
-Bueno, te diré lo que puedo hacer, _____. Voy a hablar con el propietario. Sé que estaban buscando personal con experiencia, pero... Obviamente eres inteligente, así que tal vez trabajaré contigo.-
-Claro, eso sería genial.-
-Tal vez podría ayudarte, no puedo prometer nada, pero, um...-
-Oh, no, sí.-
-Tal vez te lo haga saber al final del día.-
-Muchas gracias.-
-Encantada de conocerte.-
-Un placer conocerte.- _____ se deslizó de su silla de madera junto al bar en el restaurante donde estaba siendo entrevistada, tratando de sonreír mientras se marchaba con lo que quedaba de su dignidad. Ella estaba tratando de conseguir un trabajo, cualquier trabajo en este punto, para tratar de mantener tanto a ella como a su hermano aparentemente enfermo. Su casa ya estaba a la venta y planeaba cambiarse a un apartamento de dos habitaciones con la esperanza de poder seguir el ritmo del alquiler en lugar de los pagos iniciales de una casa. Ella solía ocuparse de Raleigh a tiempo completo hoy en día, pasando por alto su naturaleza despreciativa y el sarcasmo para mantenerlo a flote. También se preocupó por él cerca de las 24 horas, los 7 días de la semana, lo que encontró haciendo incluso en su viaje de regreso a casa.
-Voy a volver a la clínica por un momento hoy. ¿Estarás bien aquí solo?- _____ preguntó mientras entraba por la puerta, viendo a su hermano sentado al otro lado de la isla de la cocina
-¿Algo mal?- Raleigh preguntó, levantando su mano hacia la cabeza calva que ocultaba debajo de su sudadera con capucha verde favorita.
-El Dr. Barden cree que puede ayudarnos a reducir algunos de los costos.-
-¿Cómo?-
-Yo... No tengo idea. Pero lo averiguaré.-
El doctor Barden era alguien a quien _____ había conocido por casualidad. Había oído hablar de la condición de Raleigh y quería ayudar, utilizando su estrecha relación con la red hospitalaria de su ciudad para conectar a _____ con un conocido recaudador de fondos y filántropo. Como oncólogo, el Dr. Barden no tenía otras alternativas, así que cuando pudo reunir a _____ en una reunión con la resbaladiza celebridad de improviso, el Dr. Barden insistió en que _____ lo tomara. Su cita con los dos hombres pasó a ser hoy.
── ── ── ── ── ── ──
_____ se encontró subiendo en un ascensor hasta uno de los pisos superiores de un edificio del hospital, golpeando la puerta de la oficina de sus nuevos amigos con una vacilación, -um, ¿Dr. Barden? La enfermera dijo que yo...-
-Por supuesto, pasa.- El hombre le indicó a _____ que entrara, indicándole que se uniera a los dos hombres que ya estaban en la oficina. Él mostró una sonrisa débil, dientes blancos contrastando contra su piel medio oscura. Al otro lado del escritorio del doctor Barden había un sofá estampado donde un hombre con un traje gris se levantó para saludar a _____, con el brazo extendido para darle la mano.
