Parte VI

225 21 36
                                    



El aludido cerró los ojos con fuerza, sintiendo su corazón dar un vuelco doloroso. Un gran escalofrío le recorrió el cuerpo por completo y el vacío se instaló en su estómago provocándole nauseas. Todo daba vueltas. Se sentía terriblemente angustiado... y a su vez, el alivio era enorme.

Abandonó sus labios, un suave gimoteo y los deseos de llorar se hicieron presentes en él con fuerza.

—No me dejes, Elle.- sonó una vez más, esa voz suplicante.

Volteándose lentamente, se atrevió a alzar los ojos, para mirarle al fin... No a Keisuke, sino, a Light, el mismo por el cual su corazón había estado clamando con fuerza durante un tiempo tan largo, como terrible.

— ¿Por qué?- preguntó en un hilo de voz, que sonó más angustiado de lo que le hubiese gustado demostrar.

Light esbozó una pequeña sonrisa, que se borró de sus labios tan rápido como había llegado.

—No soportaba la idea de que me odies.

Elle lo miró confundido.

—Quería que nos diéramos una nueva oportunidad...- continuó —Deseaba que Light muriese, para que naciera alguien al que si pudieras amar...- inhalo profundo y contuvo el aire —Una persona que no te hubiese hecho daño- dijo soltándolo en un suspiro. —Yo... cree a Keisuke para ti... para que me amaras de nuevo- una lágrima rodo por su mejilla antes de que fuese enjugada por completo. —Yo... Lo siento.

Elle lo miró, tratando de comprender lo que acababa de decirle. Él, había vuelto a hacerlo... había vuelto a mentir.

Las palabras se habían atascado en su garganta. Tenía tantas cosas para decir y a su vez, no sabía por dónde comenzar. Estaba allí, frente a él, después de tantos años... admitiendo, al fin, que estaba vivo y diciéndole, que había creado una especie de alter ego para que él no lo odiase. ¡Dios! ¡Era una locura! Y él en verdad, debía estar loco... porque lo único que deseaba era correr hacia él para tomarlo entre sus brazos y no soltarlo nunca. Lo había extrañado tanto... lo había amado tanto... aún lo hacía.

—Si supieras... todo lo que sufrí por ti... todo lo que yo...- soltó dolido. ¿Qué debía hacer? ¿Cómo debía actuar a partir de ese momento?

—Lo sé... Lo siento, lo siento tanto... Lo que he hecho, ha sido terrible... imperdonable. Yo... sé que no puedo pedirte que trates de olvidar, pero no quiero estar sin ti... Ya no quiero y no sé qué hacer... ¡Dime que debo hacer!-suplicó desesperado

—No lo sé, Light... Yo, realmente, no lo sé- negó con la cabeza y lo miró, deseando que tuviese una respuesta.

Ya no debería amarlo... no tendría que amarlo, pero... ¿Por qué su corazón se empeñaba a latir con tanta fuerza frente a él?

El aludido le devolvió una mirada abatida.

— ¿Puedo abrazarte?- preguntó al cabo de unos instantes.

Elle, simplemente asintió y él se acercó rápidamente.

El calor de su cuerpo, el latir de sus corazones, la certeza de saberlo vivo... el estar entre sus brazos. Provocaba el alivio que tanto había ansiado, le daban la respuesta que por años había estado buscando y le hacía sentir que eso era bueno, que estaba bien.

—Elle...- le susurró Light al oído luego de unos minutos en silencio.

— ¿Qué?- preguntó y se aferró a él con un poco más de fuerza, sintiendo su aroma. Estaba ahí, con él...era real... Light, era real.

MíngwángWhere stories live. Discover now