Míngwáng

Parte II

B. se acercó un poco más a Matt y lo besó con ansias mal contenidas.

¿Quién diría que Beyond Birthday (Beyond Lawliet) era un cobarde?
Quien quiera que supiese de sus sentimientos, debía comprenderlo, después de todo, nunca antes había estado enamorado y eso asustaba mucho más que el enfrentarse a la persona que había convertido su vida en un infierno, a edad muy temprana.

El pelirrojo le mordió labios con fuerza y, aprovechando que estos se separaron para liberar un ronco gemido, adentró su lengua en su boca para buscar a su par. Sintió su angustia traspasándole la piel y quiso acabar con ella; el vacío, el estar lejos de él... todo era insoportable. Las manos desesperadas de ambos, buscaron arrancar la ropa del otro como si el tiempo apremiara- después de todo, ¿Había algo más cierto que ello?-.

Matt se incorporó en la cama hasta quedar sentado, de un solo movimiento le quitó la remera a B y sus labios bajaron por su cuello para succionar la blanca carne. Beyond buscó el borde de la remera del pelirrojo y tironeó de ella hasta que logró liberarlo; sus labios buscaron ansiosos los del otro causando que sus dientes chocasen por el impacto, pero no le importó. Tenía otras cosas en mente.

De repente, Matt trató de invertir las posiciones, sin embargo, pudo impedírselo haciendo fuerza con las piernas, aunque, le fue imposible devolver su espalda a su sitio sobre el colchón. Lucharon para imponer sus voluntades, hasta que el pelirrojo gimió frustrado y cedió un poco.

Beyond esbozó una media sonrisa y beso su cuello sintiendo los labios de Matt sobre el propio. Arañó la piel de su pecho y sintió que las manos ajenas viajaron hasta sus nalgas las cuales tomaron con fuerza y ayudaron a moverse para iniciar un lento vaivén. Ambos gimieron de placer y volvieron a besarse.

Ninguno permitía al otro separarse del abrazo, se sentían atraídos al otro como si de un imán se tratase. La necesidad de unirse los apremiaba y no se hallaban capaces de negarse a ella. Desabrocharon sus pantalones con urgencia y Matt trato de sacárselos a B. pero él no se movió de su lugar, causando desesperación en el pelirrojo. La verdad era, que la idea de separarse de él aunque fuese por un segundo le resultaba dolorosa, además, poco importaba si no podían liberarse del todo de esas prendas ni siquiera tenía la intención de perder tiempo en ellas.

El deseo los impelía con vehemencia, a dejarse llevar por sus bajas pasiones.

Beyond suspiró ansioso y se bajó los pantalones y la ropa interior lo suficiente, como para exponer su pene y su trasero, de inmediato comenzó presionar sus nalgas desnudas sobre el miembro de Matt, el cual, previamente había sido liberado por el pelirrojo. Ambos volvieron a gemir deseosos... aquello se sentía muy bien; el calor y la presión, las ansias de consumar ese acto.

B meneo las caderas sintiendo el pene de Matt haciendo presión en su entrada y éste se mordió con fuerza los labios y jadeó suplicante. Beyond tomó sus cabellos y le obligó a hacer la cabeza hacia atrás para morder y chupar su nuez. Nuevos gemidos se liberaron de los labios de Matt y los ojos verdes lo miraron hambrientos, haciéndole sentir un suave ardor recorrerle por dentro, desde su propia entrepierna hasta su cabeza.

Sin pensarlo dos veces, tomó el pene de Matt y luego de colocarle como pudo un preservativo, lo guió dentro de sí lentamente, sin embargo, él no pudo contenerse y movió las caderas introduciéndose de golpe y provocando que gimiera de dolor. Se mordió los labios con fuerza para paliar la sensación y pronto Matt repartió pequeños besos en su frente y sus mejillas a modo de disculpas. Un estremecimiento placentero recorrió a B. por entero. Podía sentirlo y lo emocionaba, el amor de Matt lo envolvía todo llenándolo de una hermosa calidez... era la primera vez que se sentía así, conmovido y amado... era la primera vez que se sentía humano.