Dos chicas, una ciudad.

En la boca del lobo.

-¿Hay algo en tu vida que salga bien?-. Le pregunto a la rubia juntando ligeramente mis cejas.

Su mirada se mueve rápidamente para terminar fulminándome con ella.

Ni si quiera mi ánimo por pésimo que sea la hace reír.

-Entonces fue hasta tu residencia lloviendo para arreglar las cosas entre vosotros, te recriminó que fueras acompañada por Stephen, quien casi te atropella por salir corriendo tras una pelea con el que era hasta ahora tu novio. Y acabas sincerándote con este para resumirle vuestra relación como un error-. Chaz consigue hacer un buen argumento de por qué le va tan mal en la vida.

Da igual la historia o el giro dramático de los nuevos acontecimientos en ella, el caso es que Ashley es incapaz de tomar una decisión correcta.

-Pero hay algo que todavía no entiendo-. Intervengo llamando la atención de los dos. -¿Por qué Stephen insistió en acompañarte?-. Susurro.

-¿Por qué susurras?-. Chaz hace una mala imitación de mi voz, consiguiendo hacer que Ashley suelte una pequeña risa.

-Es que ese tipo siempre se esconde entre las sombras, es siniestro-. Aclaro haciendo referencia al hermano de Eidan.

Se encoge de hombros.

-No sé por qué lo hizo-. Responde en un abrumado suspiro. -Solo sé que por su culpa la discusión con Logan fue de mal en peor-.

-No creo que tu problema esté en Stephen, o incluso en Ian. Tus problemas con Logan empezaron por vuestra relación-. Su cara me pide que no siga recordándole sus equivocaciones, pero las amigas están para eso. -Errónea o no, todos tus problemas vienen de ahí-.

Baja la mirada al suelo, repitiéndose las palabras que no quería escuchar.

A veces la persona involucrada sabe en su interior lo que es mejor para ella, pero por el miedo a hacer daño es mejor mantener el silencio eternamente doloroso.

-Agh-. Un ruido seguido de una mueca de asco gesticulado por Chaz nos hace devolverle la mirada. -Como los odios-. Señala a varias personas, que al igual que nosotros, caminan hacia el salón de actos. Solo que ellos deciden pararse para susurrar, murmurar y hablar sobre la rubia que alimenta sus bocas.

En todas las universidades hay algún cotilleo nuevo que abre el apetito de las malas lenguas.
Y sin duda aquí, Ashley está en tendencia.

¿Una chica entre un trío amoroso que casi es atropellada por el que podría unirse y hacer el cuarteto?

Demasiado morbo para sus oídos.

-Tranquila-. Pongo mi mano sobre su hombro. -Dentro de poco el rumor pasará a otro-.

Lanza un bufido con resignación y decide seguir caminando.

El dirigirnos al salón de actos se debe a una reunión convocada para los de segundo curso en el que se dará una charla protocolaria sobre nuestro futuro después de la vida universitaria.

No veo el momento en el que mi vida no gire entorno a unos rumores entre casilleros.

-¿Preparada?-. Pregunta el moreno antes de abrir la puerta.

Los dos miramos a la perjudicada en este momento.

Lo menos que alguien sometido a críticas y miradas de reojo querría, es entrar en una sala repleta de gente que habla más de ti que de su propia vida.

Afirma con la cabeza.

El sonido de mi móvil suaviza el tenso momento de hacer la entrada.

-Será Eidan-. Supongo antes de meter mi mano en el bolso. -Entrar, os buscaré luego-. Les indico.