Decepciones y castigos

844 48 11
                                    

-Narra Ashley-

Dormir toda la noche en una cama que no es la tuya, con pocas sábanas que hacen que pases frío y encima durmiendo incómoda, es un verdadero asco.

He pasado toda la noche en la enfermería, con mi tobillo en alto.
Sentía que no tenía pie, me lo habían dormido para que se me pasara el dolor pero cuando se ha despertado y he tenido movilidad, el dolor ha sido el doble.

Me remuevo en la incómoda cama hasta conseguir ponerme recostada, apoyando mi espalda en la pared.

Hoy no he ido a clase, me tienen aquí hasta que tengan los resultados de la radiografía, no tengo nada roto pero puede que tenga que llevarlo vendado por un tiempo.

Me arrepiento de haberle hablado así a April, pero la verdad de mi actitud no es lo que ella piensa, sí no algo mucho mas grave.

Ayer en la mañana tras haber estado con Carol y April en la cafetería, me fui a mi clase y en cuanto acabe mi día, Ian me estaba esperando para hablar, fue ahí cuando supe que algo iba mal y por su rostro sabía que ya se había enterado de todo.
Él me pidió explicaciones por no habérselo contado antes, por haber estado jugando a dos bandos y por muchas cosas más por las cuales yo me siento fatal y no le pude responder con claridad por que ni yo misma sé lo que he hecho.

Todo lo que él y yo teníamos ahora se ha quedado en nada, no quiere hablar conmigo aún que he de decir que fue muy honesto por su parte ayudarme a traerme a la enfermería y quedarse conmigo.

Y creo que la culpa de esto es mía pero también de April por habérselo contado antes que yo. Yo era la que tenía que aclararle todo cuando estuviera preparada, no ella, no mi mejor amiga sin habérmelo consultado.

-Hola-. Saluda April asomando su cabeza por la puerta. -He traído esto-. Me enseña una caja de bombones, y yo sólo intento mirar hacia otra parte para no ceder tan rápido.

Me duele esta situación pero más me duele lo que ha hecho.

-¿Qué haces aquí?-. Pregunto cortante.

April suspira rodando los ojos a modo de respuesta mientras se acerca a mi cama.

-¿Puedes explicarme por que estas tan enfadada? ¡Ni sí quiera te has roto nada!-. Espeta a la defensiva.

Entiendo la actitud de mi amiga, ya que ella no entiende realmente mi cabreo pero podría ser más simpática.

-Cierto, no me he roto nada. Pero tú has roto mi relación con Ian-. Suelto haciendo que ella frunza el ceño, como sí no supiera de que le estoy hablando. -No pongas esa cara, sabes a lo que me refiero, se lo has contado todo a Ian por que no soportas la mentira-.

-¿Acaso Ian sabe que estuviste con su hermano? Pero sí ayer habló conmigo y no me mencionó nada, además, ha estado contigo toda la noche-. Cuestiona, un poco molesta de mi acusación.

-Claro que hablasteis, y fue ahí cuando se lo contaste-. Le vuelvo a reprochar.

-¡Oye, deja de echarme la culpa!-. Exclama molesta, juntando las cejas. -¿Realmente crees que haría algo así?-. Pregunta dolida.

Me paro a pensar la respuesta. La verdad es que no, no creo que April haga algo así, pero era la única que lo sabía.

-No...-. Murmuro. -Pero eras la única que lo sabía, no se lo dije a nadie más. Y bueno... James-.

-¿Crees que James...-. No la dejo acabar la pregunta cuando le corto con la respuesta.

-No, por que Ian me lo habría dicho sin ningún secreto y en cambio no me ha dicho nada-. Aclaro bajando la cabeza, pensando en quién más puede haber sido.

Dos chicas, una ciudad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora