Dos chicas, una ciudad.

No todo está perdido.

NARRA APRIL.

-¡Logan!-. Grito -¡Para!-.

Ni si quiera se gira a verme, su mirada y rabia contenida está puesta en un solo objetivo muy claro, Ian.

-Eidan, ¿pretendes quedarte sin tu otro brazo?-. Exclamo. -No pienso pasarme el verano dándote de comer-.

El moreno alza una de sus cejas altivamente sin detenerse para responderme.

Tras enterarnos de la carta que Ashley ha dejado para Logan, este ha enfurecido de tal modo que ni si quiera he podido preguntarle sobre la conversación que ha tenido con ella por teléfono, y lo peor de ello es que a su plan de cargar todo contra Ian se le ha sumado Eidan, quien ha creído que aún teniendo un brazo vendado la mejor cura es doblarse el otro.

Seguramente gran parte de que Ashley haya decidido tomarse un tiempo para ella misma sea el propio Ian, quien no ha dejado de hacerle daño hasta en el día de hoy, pero no creo que este sea el mejor momento para irrumpir en la fiesta del partido y romperle la cara a un día de las vacaciones.

-Logan recuerda la promesa que le hiciste a Ashley-. Insisto en un intento de hacerle entrar en razón, siendo un fracaso como las anteriores oscasiones.

Con los ojos desorbitados y la respiración agitada, se gira a verme.

-La promesa ha quedado rota-.

-¿Y crees que con romperle la cara a Ian conseguirás algo?-.

-Dejarle más tonto de lo que ya es-.

Fulmino con la mirada a Eidan. No está ayudando en este momento.

-Necesito que alguien pague por esto, y ese es él-. Gruñe apretando los puños.

Me echo las manos a la cabeza y las bajo frustrada.

-No es lo que ella querría-.

-Pero ella no está aquí-. Sus palabras están llenas de dolor, impotencia y sobretodo de rabia.

Me parte el corazón ver a Logan tan mal, pero lo que más me inquieta es no saber en qué va a desembocar todo esto.

Sin duda Ashley le está haciendo a Logan lo que Ian hizo con ella, e inconscientemente ha creído que apartarse de su amigo sería una buena forma de lidiar con todo.

La música ya se cuela entre mis oídos y la multitud de personas dificulta el mantenerme junto a los dos para intentar evitar algo que de nada sirve ya.

-Eidan...-. Pronunció levemente acariciando su mano libre.

Él se gira a verme al percatarse del hecho.

-Promete que estarás bien-. Digo haciendo que recuerde cuando él mismo me lo ha hecho prometer esta mañana.

Parece darse cuenta de mi preocupación y se detiene para pararse frente a mí.

Acaricia mi mejilla con suavidad y me sonríe dulcemente, haciendo desvanecer todos los nervios que había acumulado en el día.

Solo él consigue eso.

Me aferro a su mano intentando hacerle ver que no quiero que siga con esto.

-Hey-. Levanta mi barbilla y busca mis ojos. -Te lo prometo-.

Me quedo quieta observándolo sin poder apartar la vista de sus ojos, nunca podría cansarme de mantener su mirada. La bajo y la detengo en sus labios, están rosados lo que los hace más tentador.

Me mira como si supiera lo que estoy pensando y enseguida recobro la compostura volviendo al drama que nos está rodeando.

Muerdo mi labio inferior nerviosa nuevamente, buscando con la mirada a Logan.