Dos chicas, una ciudad.

Cap. Especial ( 1.Prte )

Las luces se enredan a la perfección en las ramas de los árboles haciendo que las flores que cuelgan de estos destaquen su color con más fuerza, al igual que el rastro de pétalos colocados minuciosamente para que ninguno desvíe el camino del objetivo.

Comienzo a caminar por el verde césped, mientras puedo notar cómo algunas gotas de agua aún permanecen en él, imagino que por ser regado recientemente. Un detalle que hace que se vea más vivo.

Lanzo un suspiro y levanto la cabeza para admirar cada uno de los detalles que crean un espacio mágico, un espacio perfecto para jurar amor eterno.

-¿Qué haces aquí?-. Exclama April juntando sus cejas.

Sonrío al verla con una toalla enredada en su cabeza y su maquillaje a medio terminar.

-No sabía que se había puesto de moda eso de llevar un ojo maquillado y el otro no-. Bromeo divertida haciendo que me fulmine con la mirada.

Posa las manos sobre sus caderas.

-Tu vestido ya ha llegado, está arriba-. Señala la parte de arriba de la casa.

Afirmo con la cabeza.

-Aún no puedo creer que esto esté pasando-. Suelto intentando no romper a llorar.

Dicen que las bodas siempre sacan los sentimientos más profundos de las personas, y sin duda lo están consiguiendo.

April y yo nos miramos cómplices de lo que estamos a punto de presenciar. Quedan minutos para la ceremonia, y yo sigo sin poder subir a la habitación.

Comienzo a subir las escaleras que tantas veces había recorrido cuando era pequeña, solo que esta vez es para ponerme un vestido en un día que jamás pensé que llegaría.

Al abrir la puerta de madera blanca, observo cómo mi hermano clava sus ojos en los míos, con una mirada que nunca había visto en él.

-No se anudar mi corbata-. Comenta agarrándola para mostrarme como está deshecha.

Suelto una pequeña risa al verle tan nervioso.

Con paso firme intentando transmitirle que estoy algo más calmada, me acerco hasta quedar frente a él.

-Nunca creí que estaría haciendo esto-. Me muerdo el labio para que no se escape de mí todo lo que estoy guardando.

-¿Anudarme la corbata?-. Frunce el ceño extrañado.

-No-. Contesto obvia. -Preparándote para el día de tu boda-.

Brad me sonríe con ternura.

-Te ves horrible-. Me separo de él, comprobando que lo que digo es totalmente falso y que el traje le queda genial.

Trago saliva y alzo la mirada.

-Tú si que te ves horrible, ¿piensas acompañarme al altar en pijama?-.

Bajo la vista hasta mi pijama de Wonder Woman.

-Logan te está pegando eso de los superhéroes-. Dice negando con la cabeza. -¿Debería de alarmarme?-.

-No si no quieres que Superman irrumpa en tu boda-.

Alza las manos con arrepentimiento, para después reírnos.

Corro a darle un corto abrazo intentando ahorrarme el poco tiempo que tengo para vestirme.

Al entrar a mi cuarto observo cómo una April que nada tiene que ver con mi amiga, me regaña con la mirada por estar aún sin arreglar.

-Wow-. Pronuncio ensimismada en ver el vestido que trae puesto. -¿Acaso tu vestido se ha desteñido? ¿Por eso no es negro?-. Alzo las cejas, irónica.