"Logan..."

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NARRA LOGAN.

Los minutos antes de salir a un partido son los más importantes, repasar técnicas, observar a los del equipo contrario, y sobretodo, buscar una forma de mantenerse con vida hasta que el partido finalice.

La lluvia no es un factor que ayude a alguno de los dos equipos, al contrario, empeora la visión y aumenta el riesgo de caídas. Por lo que este partido comienza con todas las expectativas en contra nuestra.

-Logan-. La única voz que puede hacerme cambiar la visión negativa es la suya.

Al girarme, veo como se dirige hacia mí con un rostro serio, entristecido, haciendo que su uniforme de animadora se vea ridiculo en ella.

-Con esa actitud no me das ánimos, Grace-.

Consigo que la rubia haga una mueca al escuchar como la llamo por su apellido, cosa que siempre hace que resalte su mal carácter.

-Ian está en el campo, del lado contrario-. Su voz es ronca, parece que le cuesta pronunciar cada palabra que dice.

-¿Qué?-. Exclamo.

Los puños se me cierran como acto reflejo al escuchar su nombre, apretándolos fuertemente notando como las uñas se clavan en la palma de mi mano, la rabia contenida comienza a querer ser expulsada.

Ashley baja la vista para dirigirla a mis ojos de inmediato, intentando evitar lo que se me está pasando por la cabeza.

-Hey...-. Agarra mis muñecas y se aproxima más a mí, lo que aumenta mi ritmo cardiaco. -No he venido para ponerte así-. Fija su mirada en la mía. -Quiero que salgas y ganes-.

-¡No me importa el maldito partido, Ashley!-. Grito llevándome las manos a la cabeza, me doy media vuelta y suspiro.

No puedo decirle que no quiero que le vuelva a hacer daño por qué no me lo perdonaría jamás, ya lo ha hecho una vez y me culpo por ello, por no haberla protegido de alguien que jamás se ha merecido estar a su lado.

Sus manos envuelven mi cuello, enterrando su pequeña cabeza en mi espalda, notando como su dulce olor se entremezcla con el mío.

-Prométeme que no harás nada-. Murmura.

Puedo sentir como sus ojos permanecen cerrados, y sus labios rozan el dorso de mi espalda.

Agarro sus pequeñas manos y deshago su agarre, al darme la vuelta observo cómo me mira esperando que selle su promesa.

Trago saliva con dificultad.

-No puedo prometerte eso-. Gruño apretando la mandíbula.

Muerde su labio inferior, haciendo que me debilite.

-No hay nada que Ian pueda odiar más qué le hagas perdedor frente a mí-.

Pongo los ojos en blanco.

-Si te mira o hace algo juro que...-.

-Entonces te doy permiso para que lo detengas-. Me corta esbozando una media sonrisa. -Pero intenta centrarte en el partido-.

Sin estar de acuerdo accedo a su propuesta.

La atraigo hacia mí y enrollo mis brazos al rededor de su cuerpo, intentando auto convencerme de que es la decisión correcta.

Lo que ella no sabe, es que haría todo lo que me pidiera con los ojos cerrados.

-Nos vemos en terminar el partido-.

El rostro de Ashley se vuelve a tornar serio, como si me estuviera ocultando algo.

-Y en la fiesta-. Añade forzando una sonrisa totalmente falsa.

Dos chicas, una ciudad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora