Palabras y filosofía

10 0 0
                                    

Anónimo


Lady Allena Benoch, la antigua maestra del gremio de guerreros de Bosque Valen y jefa de la guardia personal del emperador en la Ciudad Imperial, había estado liderando una campaña para refrescar el uso de la espada de los soldados de Tamriel. Me reuní con ella en tres ocasiones distintas, para fines relacionados con este libro. La primera vez nos encontramos en sus aposentos de palacio, en el balcón con vistas a los jardines.

Llegué antes de la hora a la que me habían citado para la entrevista, que me había llevado casi seis meses conseguir, pero ella me reprendió amablemente por no haber llegado incluso antes.

"Ya he tenido tiempo suficiente para preparar mi defensa", dijo con sus brillantes y sonrientes ojos verdes.

Lady Benoch es una bosmer, una elfa del bosque que, como sus ancestros, le cogió gusto al arco cuando era niña. Se le daban muy bien los deportes y a los catorce años se unió a la partida de caza de su tribu como jaqspur o "tirador de larga distancia". Durante el oscuro año de 396, cuando la tribu parikh comenzó a sembrar la violencia por el sureste de Bosque Valen con la ayuda de los poderes de la isla de Estivalia, lady Benoch luchó en la infructuosa batalla para defender la tierra de su tribu.

"Maté a alguien por primera vez cuando tenía dieciséis años", me comenta ahora. "No lo recuerdo con demasiada claridad. era tan solo una imagen borrosa en el horizonte cuando apunté con mi arco. Para mí no era algo distinto que disparar a animales. Probablemente maté a unas cien personas durante aquel verano y otoño. No me sentí realmente como una asesina hasta aquel invierno, cuando aprendí lo que era mirar a los ojos de un hombre mientras derramaba su sangre".

"Fue un explorador de la tribu parikh quien me sorprendió cuando hacía una guardia en el campamento. Supongo que nos sobresaltamos los dos. Tenía el arco a mi lado y me entró el pánico al tratar de colocar la flecha cuando se encontraba a medio metro de distancia. Era lo único que sabía hacer. Claro que él me propinó primero un golpe con su espada y yo tan solo pude caer hacia atrás conmocionada".

"Siempre te acuerdas de los errores de tu primera víctima. Su fallo fue el de asumir que, como yo estaba sangrando y me había desplomado, estaba muerta. Lo asalté justo cuando se dio la vuelta camino del campamento de la tribu mientras los demás dormían. Lo pillé con la guardia baja y le arranqué la espada".

"No sé cuantas veces lo apuñalé. Paré cuando el siguiente vigía vino a relevarme. Tenía los brazos negros y morados del esfuerzo y no quedaba ni un trozo sólido de él. Lo hice pedazos literalmente. No entendía el concepto de cómo hay que luchar o de lo que cuesta matar a un hombre".

Lady Benoch, al corriente de las deficiencias de su educación, empezó a aprender por sí misma el arte de la esgrima.

"En Bosque Valen no puedes aprender a usar la espada", dijo. "Eso no quiere decir que los bosmer no puedan usar espadas, sino que la mayoría son autodidactas. Pese a que me dolió muchísimo que mi tribu se encontrara sin hogar y fuera empujada hacia el norte, tuvo un aspecto positivo: me concedió la oportunidad de conocer a los guardias rojos".

Lady Benoch, bajo la tutela de Warday A'kor, era una alumna aventajada en el estudio de todas las formas de las que se puede blandir un arma. Se convirtió en una aventurera autónoma, viajaba por las tierras remotas del sur de Páramo del Martillo y el norte de Bosque Valen, y protegía a las caravanas y a los dignatarios visitantes de los diversos peligros indígenas para la población.

Desgraciadamente, antes de que pudiéramos continuar con la historia de los primeros años de lady Benoch, la citó con urgencia el emperador. Esto es lo que ocurre a menudo con la guardia imperial, y durante esta época tan conflictiva, quizás con más frecuencia que en el pasado. Cuando traté de ponerme en contacto con ella para fijar otra cita, sus sirvientes me informaron de que su señora estaba en Skyrim. Pasó otro mes y, cuando visité sus aposentos, me comunicaron que se encontraba en Roca Alta.

La Biblioteca de Tamriel: OBLIVIONWhere stories live. Discover now