Luna de Plata

Ep. 9 Herida abierta

—¡Rápido, este niño necesita atención médica!

El sonido de una ambulancia se escuchaba a lo lejos, recuerdo al sheriff apuntandome con una linterna, yo estaba tan asustado que ni siquiera podía llorar, sólo estaba paralizado con un rifle en la mano y cubierto de sangre. Los paramédicos decían que tenía suerte de seguir con vida, que era un milagro.

Al llegar al hospital recuerdo a mi madre llorando y a Anna, la pequeña Anna viéndome como si no entendiera que sucedía, ni siquiera yo entendía, mis ojos se cerraron de forma involuntaria.

—¿Cómo estás muchacho? —Recuerdo despertar y ver al sheriff junto a mi cama de hospital y a mi madre sentada en un rincón, me dijeron que tenían que darme una mala noticia, sabía ya cual era, pero aún así era difícil digerir el escuchar sobre la muerte de mi padre.

Después todos salieron de la habitación por orden de mi madre, decía que debía estar para dejarme aceptar la noticia. A lo lejos pude escuchar a mi tía llorar y decir que no sabía nada de mí tío desde la noche anterior. Únicamente pude recostarme y ver el techo antes de caer dormido.

"La noche anterior había sucedido una tragedia, el padre del joven Collin Miller había fallecido por el ataque de lo que parecía un animal desconocido, el joven de 8 años asegura que había sido un lobo gigante pero aquella versión quedó descartada". Era lo que ponía el diario local por aquellas fechas, yo por mi parte me dedicaba a dormir y comer lo que la enfermera me llevaba.

. . .

Recuerdo al sheriff hablar sobre mi tío John, el hermano menor de mi padre, al parecer había salido a buscarnos cuando anocheció y no aparecía todavía. Anna y mi tía estaban muy preocupadas, al principio no lo entendía o quizás por el shock no quería entenderlo.

Una mañana llegó el sheriff para una vez más pedir mi versión de la historia, era molesto tener que repetir lo mismo una y otra vez.

—Dime Collin, ¿Qué pasó allá? —preguntó mientras encendía su grabadora de bolsillo.

—Un lobo gigante nos atacó —respondí sin ganas.

—¿Sigues con lo mismo?

—Es lo que pasó, si me pregunta mañana o el año que viene, diré lo mismo.

El sheriff desistió y apagando la grabadora comenzó a preguntar nuevamente.

—Sé que es duro lo que te ocurrió, pero debes tratar de recordar y darme algo con lo que pueda trabajar.

Mi madre entró a la habitación para interrumpir el interrogatorio, al parecer mi tío había sido encontrado, por lo tanto el sheriff se tuvo que despedir e irse.

—¿Estás bien? —me preguntó mi madre, se veía devastada pero en el fondo podía notarse un ápice de esperanza.

—Sí, sólo quiero dormir. —Me recosté en la cama y me dispuse a descansar, no quería saber nada de nadie.

Recuerdo que esa noche la necesidad de ir al baño me hizo levantarme, pero dado que no había salido de la cama en días, me dirigí al baño del pasillo para cambiar un poco la vista aprovechando que mi madre dormía, el hospital no era muy grande pero lucía bastante tenebroso. Después de ir al baño me dió curiosidad por explorar el edificio, caminé por unos 5 minutos hasta que llegue a un pequeño jardín, allí bajo la poca luz de luna ví a una persona, no lo reconocí inmediatamente pero cuando giró la cabeza en mi dirección noté que era mi tío John.

—Tío... —Traté de saludarlo pero algo me detuvo.

Mi tío no había notado mi presencia, pero parecía que me veía, llevaba un parche de gasa en su ojo izquierdo, quizás el lobo lo había atacado, pero lo que me hizo detenerme en mi saludo no fue eso, fue el brillante color ámbar de su ojo derecho. Sin que me diera cuenta, las lágrimas comenzaron a escurrir de mis ojos.

—¡Collin! ¡Collin! —Escuché a Anna a lo lejos y lentamente abrí los ojos —, despierta, ya estamos en el hospital.

Nuevamente era un paciente en aquel viejo hospital, está vez tenía una herida de bala en mi hombro, me exalté en un principio al recordar lo sucedido con Trevor pero era obvio que nos habíamos salvado.

—¿Dónde está Tyler? —Le pregunté a Anna casi de inmediato.

—Lo están atendiendo, solo tiene un golpe en la cabeza. —Fue lo último que me dijo Anna antes de que los paramédicos me ingresarán al quirófano para extraer la bala.

. . .

Desperté en una habitación del hospital, no era la misma que hace 15 años pero eran parecidas, ahora era mi tía la que me acompañaba y Anna estaba recostada en mi cama dormida, el único que no estaba era mi tío o quizás estaba en otra habitación ya que había recibido un tiró en la pierna.

—¿Cómo está mi tío? —pregunté mientras despertaba a Anna.

—¡Collin! —Me abrazó —, está bien, la bala atravesó la pierna y solo tuvieron que ponerle unos puntos, vendrá pronto después de pasar a la estación de policía.

Desde hace poco, mi sueño o recuerdo sobre aquella noche en el hospital rondaba mi cabeza, no tenía claro si aquello había ocurrido o había sido un sueño, pero me hacía ver a mi tío con otros ojos.

—El lobo atacó a los Harper. —Me susurró Anna —, dicen que mató a tres empleados y al señor Harper.

La noticia fue un balde de agua fría, hasta ahora la bestia se habia limitado a acechar en los bosques pero esta vez había atacado sin piedad a una familia, incluso mi papá había sido asesinado en el campo.

—¿Y que hay de Trevor? —Le pregunté de igual manera en un susurro.

—No lo han encontrado, pero creen que está muerto por el disparo que le diste.

Si bien no había sido un disparo tan certero, estando en medio del bosque, no tendría muchas oportunidades de sobrevivir.

En ese instante, entró a la habitación el sheriff y le pidió a mi tía que nos dejara solos, los recuerdos me invadieron, nuevamente sería interrogado por aquél hombre.

—Anna, Collin, tengo que informarles algo? —Nos dijo mientras se sentaba —, les creo, ví a esa cosa en el rancho de los Harper.

Cuando dijo eso, Anna apretó fuerte mi mano en señal de miedo y yo sólo atiné a reírme de forma burlona.

—Tuvieron que morir tantas personas para que me creyera. —Le dije mientras movía la cabeza de un lado a otro.

—Lo sé, pero ahora no es tiempo de eso, tenemos que pensar en cómo detenerlo.

—Como sabrá, las balas no sirven.

—Lo sé, pero hallaremos la forma de matarlo, juntos.

Por primera vez en años, no me sentía solo en esta historia, por fin tenía apoyo y con ello una pequeña esperanza de poder acabar con esta tortura.

Continuará...

Próximo episodio: Temporada de caza