Ep. 7 Rompecabezas

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—¡Collin! —Escuché una voz a lo lejos mientras abría los ojos. —Arriba ¡Por favor!—. La voz se asemejaba a la de Anna.

Reuniendo las fuerzas que me quedaban, abrí los ojos y me ví a mi atado a un árbol y frente a mi estaba mi prima esposada y tirada en el suelo.

—¿Qué pasó? —Creí que la dificultad para ver era por estar despertando apenas, pero en realidad la noche estaba cayendo mientras Anna me gritaba.

—Gracias a Dios, tenemos que salir de aquí. —Anna estaba a punto de romper en llanto.

—¿Qué pasó?

—No importa, hay que irnos antes que anochezca por completo.

—Anna dime que ocurrió.

—Tú me encontraste aquí, venías con Tyler... —Anna trataba de zafarse sus ataduras en los tobillos mientras me explicaba —, pero Trevor te atacó y ahora persigue a Tyler.

—¡¿Qué?! —Apenas podía recordar lo que ella me estaba contando, pero de repente como si de una visión se tratara, recordé lo que había pasado hace unas horas.

***Hope, hace 4 horas***

Me dirigí a la estación de policía para preguntar por el reporte final del caso Miller, supuse que tendría derecho a verlo al ser uno de los involucrados.

—Hola, buenas tardes ¿Se encuentra el sheriff? —Le pregunté a la secretaria en cuanto cruce la puerta.

—¿Quién lo busca?

—Collin Miller, vengo a hablar con él sobre el caso de mi familia. —Al escuchar mi nombre, la cara de la señorita palideció.

—Pase, le avisaré que está aquí.

Cuando avancé hacia la oficina, logré recordar aquel lugar, en alguna que otra ocasión había ido con mi papá a reportar algún robo de ganado. Toqué la puerta despacio para avisar de mi presencia.

—Adelante. —Escuché esa voz que me pareció extrañamente familiar.

—¿Sheriff? —pregunté mientras entraba en la oficina.

—¡Collin! Ha pasado tanto muchacho. —Aquel hombre de 1.90 con el cabello tan blanco como la nieve me estaba dando un abrazo. —No me digas que te olvidaste de mí.

—Pues... —Me esforcé en recordar aquel hombre, vagamente lo encontraba en mi recuerdos de cuando iba a la ciudad con mi padre.

—¿Cuánto tiempo pasó? ¿10 o 12 años? Ya eres todo un hombre.

—15, han pasado 15 años desde que me fui de aquí. —La situación era algo incomoda para mí.

—Cuando tu padre murió, me prometí a mí mismo que te cuidaría, pero como podemos darnos cuenta, no hice un gran trabajo que digamos. —En verdad lucía avergonzado.

—No se preocupe, ya pasó, lo que me trae aquí hoy es el reporte del caso de mi padre. —No quería perder más tiempo ahí, aún tenía que comprar otra arma.

—Vaya, vas directo al grano.

—Nunca tuve la oportunidad de aclarar lo que pasó aquella noche, y quisiera saber cómo murió mi padre según el sistema de justicia. —Después de decir aquello, el hombre me miró fijamente como si me interrogara con su mirada.

—Creo que es justo, eras apenas un niño cuando pasó, espera. —El hombre comenzó a buscar en su estante, hasta que sacó una carpeta con mi apellido escrito en la portada.

—¿Sabías que tu padre y yo solíamos jugar fútbol en el mismo equipo? —El sheriff comenzó a contar sus anécdotas de la juventud, me sentí mal al ignorarlo y centrarme en las hojas que tenía en mis manos.

Luna de PlataWhere stories live. Discover now