Yuuri Katsuki era un conocido modelo japonés que vivía en París. Su manera de caminar, su delgada silueta, aquella mirada de ángel y demonio que poseía, esa pícara sonrisa, su trato con los demás, y esa melodiosa voz...
Todas sus cualidades lo hací...
- Sí, la empresa donde Yurio trabaja quiere hacer una colaboración con la nuestra - dijo Pichit poniéndose el cinturón de seguridad - Seung-gil, ¿tienes la dirección?
- Por supuesto. Ya hemos ido antes, mi GPS la tiene grabada.
- ¿Qué clase de colaboración desean? - pregunté soltando un bostezo, tapándome la boca con la mano - ¿Fotos? ¿Videos? ¿Una entrevista?
- Si no me equivoco... Fotos. Recientemente Yurio, al igual que tú, ha estado consiguiendo más fama, y según me han dicho los encargados que me contactaron, hay miles, pero MILES de comentarios que dicen lo mismo.
- ¿Y eso es...?
- Déjame entrar en el papel - hizo un gesto con su mano, pasándola por enfrente de su cara.
- No de nuevo por favor... - dijo Seung-gil, con una pequeña sonrisa.
- Cállate, yo pude haber sido una estrella - le dio un codazo al coreano - Pero jamás hubiese aguantado todo lo que hace Yuuri - carraspeó un poco - Ahora, ¿en dónde estaba?
- En medio de una imitación - le recordé.
- ¡Ah! Sí, sí claro... - tomó aire - "¿¡QUÉ HAY ENTRE YUURI KATSUKI Y TÚ!?" "Se ven muy lindos juntos, ¿será que son hermanos?" "¿Podrías hacer una colaboración con el modelo japonés, Yuuri Katsuki?" "Cuando se pone gafas por alguna razón me hace recordar a ese modelo japonés de cabello oscuro." "¿Qué hay de las fotos filtradas recientemente? ¿Las negarán? ¡Queremos saber!" - tomó un poco de aire. Pichit era un omega muy expresivo y talentoso...
A veces me preguntaba, ¿por qué Pichit decidió ser un mánager? ¡Este chico realmente tenía chispa! ¿¡Por qué diablos se limitó a solo trabajar con un modelo como yo!?
Esa era una de las miles de dudas existenciales que quizá nunca podría resolver.
Aunque bueno, podría preguntárselo algún día.
- Ah... Ya veo - dije llevando mi mano a mi mentón - ¿De qué fotos hablan?
- Estas - me pasó su celular. Recordé aquel día, ¿en serio por una foto así habían empezado rumores...?
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El mundo estaba realmente de cabeza. Uno ya ni siquiera podía tener amigos porque ya sacaban falsas especulaciones.
Recordaba claramente este día, Otabek tomó esa foto mientras descansábamos. Yurio quería ir a una pista de patinaje y yo acepté acompañarlo.
Patinaje artístico sobre hielo... Un deporte tan bello, tan completo y tan exigente.
Mi amigo de rubia cabellera y yo sabíamos patinar muy bien, incluso conseguíamos realizar algunos saltos, pero nada extremadamente complicado, unos cuantos flips y ciertas piruetas.
