Atentar contra el mundo celestial tiene sus consecuencias

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Los recuerdos de su deserción volvieron a su cabeza como si estuvieran en contra de las palabras que había dicho.

Aquel día se había sentido lo completamente valiente como para dar la cara y negarse a seguir siendo un peón más en el maldito juego de Maciel, él le estaba utilizando a su antojo no para otra cosa más que causar el final de miles de vidas inocentes.

Maciel había estado reunido con Casius toda la noche planeando como invadirían el siguiente planeta. La habitación de las juntas estaba en completo silencio, sólo podía escucharse los ligeros suspiros que proporcionaba Casius, maldito ángel.

Reuniendo el poco valor que había recolectado de camino allí entró al salón con la frente en alto, pronto dos pares de ojos le miraban con molestia, después de todo era una “reunión privada” ¡Estupideces! ¿Cómo podría serlo cuando el tema a discutir era la destrucción de una raza entera?

 ¿Qué quieres Brashier? Preguntó Maciel caminando hacia él.

Él no le haría nada, le necesitaba lo suficiente como para pensárselas dos veces antes de ponerle un dedo encima, en cambio Casius… Bueno, de él sí tenía que temer.

Necesito hablar contigo Le respondió Brashier manteniendo su rostro neutral.

Maciel le inspeccionó con sus ojos celestes, sabía que con sólo dos palabras que él dijera tendría que resignarse a dejar aquella habitación, después de todo él era una clase de rey en su ejército, todos tenían que obedecerle aun cuando no quisieran.

Comienza a hablar Exigió con voz controlada.

Bien, Brashier comenzaba a considerar que el que hubiera ido no había sido una buena idea ¿Desertar? Bueno, no era precisamente malo pero el hacerlo y enfrentarte a alguien tan avaricioso como Maciel era un riesgo estúpidamente grande que sólo un maldito idiota correría. Él era ese maldito idiota.

Solos —Alargó la palabra dándole una mirada a Casius.

Sus ojos verdes medios le miraban con rabia controlada, Brashier sabía cuánto le disgustaba que interrumpieran sus asuntos. Bueno, él (Casius) podía darse ese lujo pues al final de todo era el primer ángel corrupto de la comunidad y por lo tanto el máximo superior en toda la locura de ejército que él mismo había creado.

Casius puede quedarse Determinó Maciel sin apartar la vista de Brashier.

Estaba atrapado, no podría asegurarse de que Casius no le torturara por desertar, de haber estado solo con Maciel hubiera podido darse la seguridad de que sería una retirada limpia, Maciel podría ser un maldito lunático ávido de poder pero no era ningún estúpido, una baja en su ejército significaba atrasarse dos décadas en su plan, después de todo él seleccionaba a los ángeles con mayor poder y les enlistaba para que juntos hicieran estragos.

 ¿A qué viniste? Presionó Maciel dando un paso hacia él.

Brashier supo que estaba caminando directo a la hoguera no importaba si era inmortal, el decirle que desertaría conllevaba una penalidad que estaba seguro no sería cosquillas con plumas.

He venido para informarte que desertaré de tu ejército Soltó apretando sus puños.

No podía permitirse sentir miedo pues era el ángel de la guerra en aquel ejército, se suponía que debía ser estúpidamente valiente respecto a todo. Maciel achicó sus ojos dejando entrever la intensa molestia que la noticia le causaba.

Irrumpir en el Ardid (irrumpir en el Ardid #1) [En proceso de Edición]Место, где живут истории. Откройте их для себя