Among two demons {Black Hat X Dr.Flug X White Hat}

Quien Diría

Pov's X:

Quien diría que este día llegaría, ni yo mismo, hasta ya me estaba acostumbrando a olvidar todo aquello que me quedaba como "humano". Hoy, creo que mi alma volvió a mi, creí que ya la había perdido cuando todo comenzó.

"Año 1.800, mi respiración se alenta, el dolor es punzante y agonizante. Dos balas incrustadas cruelmente en mi pecho. Al fin, los oficiales dieron con mi paradero, una emboscada, cual el resultado  fue mi fuga, pero las consecuencias, iba a morir.

Todo se volvía borroso, mis piernas no me respondían. Mi lecho de muerte es bajo un sause a las afueras de una pequeña ciudad a kilómetros de mi. Esplendido atardecer, degradados anaranjados y rosas, parece el caer de un dios del mal, su sangre derramada seria la paz, su muerte seria la felicidad... No siento el cuerpo... No siento nada."

Creí que ya no tendría algún futuro, creí que ya era momento en el que arreglaría cuentas con el diablo en persona.

"-Aun no es tu hora...- su voz distorcionada y grabe escuché -Porque aun tienes una cuenta pendiente conmigo.-."

Pero resultó ser al revés.

"Desperté, no estaba en mi anterior paradero, ya no estaba en mi ciudad natal. Mi cuerpo...ya no era yo, ya no existía. Este lugar mórbido y sombrío era mi destino y futuro a partir de ahora."

El comienzo de esta vida que me asigno él, el ser que murió en mi y me encadenó a esta realidad, hasta el fin de mis tiempos.

Pasaron los años, siglos y nada me importaba, no tenía un propósito mas que hacer y dedicarme en lo que soy bueno...

La matanza

"Mi negocio esta sobrepasando mis expectativas. El trafico ilegal de armas y "Servicio" de desaparición de personas me hizo un hombre exitoso. Esto no esta nada mal."

Que equivocado estaba al pensar que lo único que importaba era el trabajo. Ni siquiera me di cuenta cuando me casé con ella, la mujer que ciegamente obtuvo mi corazón y no pude verlo cuando era tiempo.

"Luego de tiempo en meditarlo, he llegado a la conclusión de una pantalla, algo que me de un mejor imagen pública. Seguramente cualquier mujer daría lo que fuera por estar con "algo" como yo, pero tiene que ser...llamativa."

En una de las reuniones que organizó uno de mis socios, estaba ella, la cantante de la fiesta. Su vestido holgado y justo al torso, su pelo rubio y ondulado.

"-Si mi llanto oyes a lo lejos~ no es de dolor... Es de melancolía al no tenerte~.

Y aunque la vida me cueste~ Haré lo que sea para permanecerte...-."

Era perfecta. Nos casamos e hicimos lo que una "pareja" ante el mundo haría pero detrás de las puerta no era nada de eso, solo, para mi, un mueble mas de la casa.

Pasaron las semanas y los meses, todo iba de acuerdo a lo planeado pero, solo habia un pequeño inconveniente. Un sujeto, no se quién, me importaba, pero ese tipo me amenazaba con liquidarme, que si no desaparecía del negocio, él lo haría. Se ve que yo lo superaba en magnitud y le que quitaba sus clientes y socios.